La obsesión de Sebastián Irazábal con el surf rock nació en su adolescencia, el día que vio la película Pulp Fiction y quedó hechizado por las guitarras reverberantes de Dick Dale. Así, junto con su hermano Santiago, comenzaron a seguir a las bandas uruguayas que cultivaban el género, hasta que se animaron a presentarle al líder de Los Ultraman una idea delirante: crear un festival de música surf en Uruguay. La propuesta resultó no ser tan loca; hoy el evento celebra su quinta edición y se instaló como una fiesta callejera en el verano montevideano que convoca a cientos de personas.

El idolatrado líder de Los Ultraman se llamaba Alejandro Ferreira, y, a pesar del sinsentido del planteo de los hermanos Irazábal –crear un evento de un género marginal como el surf rock en medio del cemento de Montevideo–, no dudó en sumarse. Según recuerda, ya se encargaba de diseñar afiches y gestionar la difusión para los toques de su banda, así que decidió hacer lo mismo “pero con un poco más de cariño”. La primera fecha fue en el Club de Bochas del Parque Rodó, “a lo punk”, y conforme pasó el tiempo, la organización se profesionalizó y los espacios quedaron chicos. En 2017 decidieron hacerlo en la calle y el nivel de concurrencia explotó, con un público que se apretaba hasta la vereda y bailaba discretamente las suaves melodías guitarreras.

Nacido en California, el surf rock vivió su apogeo a principios de los 60 y se erigió como un estilo principalmente instrumental, en el que las guitarras cargadas de reverb de bandas como The Ventures o The Chantays intentaban emular el sonido de las olas del mar. El género alcanzó su pico con las armonías vocales de The Beach Boys, que lo acercaron al pop, para luego quedar relegado tras la invasión británica. Con el paso de los años adquirió un estatus de culto y también comenzó a mezclarse con música nueva. “La impronta estética que dejó es notoria, pero la gente no lo relaciona con el surf rock”, reflexiona Sebastián Irazábal.

Sus sonidos comenzaron a escucharse tempranamente en la música local de la mano de Los Iracundos, y en los 90 el género experimentó un revival con The Supersónicos. Alejandro Ferreira ve con buenos ojos la movida actual en Uruguay, que se diferencia de otros países con grandes escenas, como México o Argentina: “Aquí, por alguna razón, todas las bandas le buscan la vuelta para salir del surf tradicional de los 60 y lograr un sonido más original”. Este año, además de los históricos The Supersónicos, el festival recibirá a Los Reverb, Tony y Los Montana, Sonny Chiba, Los Ultraman y Los Dinámicos. Lynces será el grupo invitado de la edición 2019, trayendo un estilo con aires surferos pero más cercano a la new wave.

“No sé si en el país hay un público de surf rock”, sentencia Irazábal, aumentando la intriga sobre el éxito del evento. Él lo atribuye a un esmerado trabajo de difusión, llevado adelante por miembros de las bandas con la colaboración de “fans” como él. Además, señala que los grupos participantes provienen de varios puntos del interior, y algunos, como los oriundos de Maldonado, llegan a la capital en un ómnibus cargado de seguidores. Ferreira también encuentra llamativo que el Festi Surf llegue a tener una cuadra y media de público, mientras muchas de las bandas que tocan generalmente se presenten ante menos de 100 personas. Él considera que se debe al imaginario colectivo que se crea alrededor de los shows: “Lo que convoca muchas veces no es la música en sí, sino todo lo que pasa alrededor”. De esta manera, muchos viven el festival como un evento de divertimento veraniego, así como una celebración de cierta excentricidad y cultura paródica.

“Es común que estos conjuntos musicales tengan algún tipo de uniforme extravagante. Y los contenidos que se transmiten casi siempre tienen que ver con lo burlesco”, dice Irazábal. En esa línea, se pueden encontrar bandas marcadas estéticamente por los cómics, el western, el horror y hasta con un perfil futurista, inspiradas en agrupaciones de los 90 como Los Straitjackets o Man Or Astro-Man? Al tratarse de un género casi exclusivamente instrumental, Irazábal opina que se presta para decir sin palabras, lo que, sumado a un contexto under, lleva a que florezca una veta humorística. Así, The Supersónicos cautiva a la audiencia con sus historias sobre héroes ficticios del rock nacional, mientras que Los Dinámicos, oriundos de la ciudad de Sauce, se subirán hoy al escenario para tocar su autodenominado “surf de arroyo”.

En el Festi Surf la música comenzará a sonar desde las 18.00. Será al aire libre y con entrada gratuita, en la mítica esquina de Durazno y Convención. Este año la organización se comparte con Tundra Bar, y por primera vez cuenta con el apoyo del Municipio B. “Si el clima acompaña, será la edición más planeada de todas”, dice Ferreira, quien también adelanta que habrá varias sorpresas.