Antes de terminar la secundaria a Damián Kuc se le generaron muchas dudas de qué hacer después. Le gustaban las historias contadas y era un gran consumidor de internet que se interesaba por muchas cosas: plantas, animales, cine y la propia red. Finalmente, después de muchas vueltas, optó por estudiar Comunicación Social, pero el entusiasmo universitario le duró poco y decidió dejar esa carrera para meterse en Criminalística y confirmar que lo suyo no era una cursar una carrera formal. Trabajó un tiempo en el negocio familiar como cajero, hasta que sintió que tampoco era por ahí: trabajar ocho horas, dormir y nada más. Empezó a deambular por las redes sociales y se abrió una cuenta en Instagram. Al principio su timidez no lo dejaba mostrarse y subía videos en los que le hablaba a su perra Minerva mientras ella se encargaba de romper toda la casa. Sin querer, aquel contenido comenzó a ganar adeptos, y él, confianza.

“Nunca fui muy empático con las redes sociales. Era muy tímido y no me gustaba mostrar mucho la cara. Pero cuando la perra empezó a destruir toda la casa fue una especie de catarsis. La grababa, la subía y a la gente le gustaba. Entonces empecé a hacer más videos en los que le hablaba a la perra y la comparaba con otros perros que también hacían cosas, hasta que finalmente me animé a mostrarme, de a poquito. Fue una linda manera de encariñarme con Instagram”, dice Kuc del otro lado del teléfono desde su casa en Resistencia, Chaco.

Este joven de 24 años cuenta 292.000 seguidores en su Instagram y 849.000 suscriptores en su canal de Youtube. Cómo y cuándo pasó todo eso: después de aquellos videos con su perra, Kuc dejó la timidez de lado y se largó a hacer stand up en locales de su ciudad. En poco tiempo consiguió más seguidores en Instagram, además de sus conocidos y los conocidos de sus conocidos, y llegó a 30.000. “La gente, mientras estaba haciendo los shows, subía una historia, me etiquetaba y terminaba sirviendo como una recomendación. El público en su mayoría era de Chaco, Corrientes, Santa Fe, Paraguay”, dice Kuc. “Descubrí que, si en Instagram te iba bien, era una muy linda vidriera para mostrar lo que estabas haciendo”, explica.

Inquieto por naturaleza, después de testear su potencial en las presentaciones que hizo en vivo, se le ocurrió que había llegado el momento de abrir un canal de Youtube y juntar sus dos pasiones: contar historias y hacer stand up. A partir de esa motivación nació su proyecto audiovisual Historias innecesarias. Allí, Kuc se dedica a contar historias que ya fueron ampliamente repasadas por la prensa o por algún informe, pero cuyo relato, sin embargo, por algo no le terminaba de conformar.

En un fondo que monta el living de una casa de cualquier hombre de negocios, hace su aparición Kuc, vestido con un piyama, y relata hechos que van desde la primera visita de Guns N’ Roses a Argentina, crímenes famosos y el surgimiento de los antivacunas hasta la desaparición de Julio López, la masacre de Trelew, el clan Puccio y la historia del robo de las manos de Perón.

“Cuento las cosas como a mí me hubiese gustado conocerlas. Es un laburo de un montón de links, noticias, informes, y resumir todo lo que me llamó la atención y subirlo. Lo hice con Robledo Puch, con Puccio, el robo al banco Río. Había un montón de videos de noticieros o informes, pero en ninguno encontré que fuera como yo quería. Que quede como más práctico, entre comillas, y que te lo cuenten cronológicamente y usando archivo”, cuenta Kuc sobre la cocina de su trabajo.

En uno de esos tantos videos que aparecen en su canal está el homicidio de María Marta García Belsunce. Aquel caso que impactó al país por su confusión en los hechos: primero se dijo que fue un accidente doméstico y después que fue asesinada de cinco tiros en la cabeza. “Fue uno de los que más me costaron. Había mucha información cruzada por todos lados. No conseguía datos precisos y no podía arrancar a escribir nada. Miraba cómo titilaba el cursor del Word en la hoja en blanco. Di vueltas por todos lados hasta que encontré unos expedientes que me permitieron arrancar. Lo mismo me pasó con el tema de los Schoklender: hay mucha data”.

Al tiempo, una vez que el video ya estaba en plena circulación y que tenía muchas visitas, recibió un mensaje de uno de los hermanos de García Belsunce. “Primero pensé que me iba a putear, pero al final me terminó felicitando y me agradeció por el enfoque que le di al video. Sólo me corrigió algunas cosas mínimas. Cuando los absolvieron le escribí para felicitarlo y me dijo: ‘Sí, no lo puedo creer. El mismo jurado que me condenó ahora me absuelve’”, recuerda.

No TV

Kuc, que más que “youtuber” prefiere ser llamado “creador de contenidos” –“porque abarca todas las plataformas y no te encasilla en ninguna”–, escaló rápidamente en el público. Sin salir de su casa, creó un fenómeno viral al que muchos le pusieron atención. Entre ellos, plataformas y radios. En la actualidad, además de generar contenido para su canal de Youtube y su Instagram, también forma parte de Filo News y tiene una columna cada 15 días en el programa radial Últimos cartuchos, que conduce Miguel Granados en Vorterix.

“A Filo le estoy muy agradecido. Organizaron un Filotón, una especie de festival online con youtubers y creadores de contenidos de todo el país e internacionales, y yo recién estaba arrancando cuando me invitaron. Fue muy loco porque mi nombre aparecía al lado del de Marito Baracus y el de Ramita”, recuerda sobre su llegada al portal de noticias que creó Mario Pergolini y en el que Julio Leiva se encarga de la dirección de contenidos.

La televisión también buscó conquistarlo, pero Kuc prefirió decirle que no a la pantalla chica. “Hace un par de meses tuve unas ofertas piolas, pero me negué. Primero, porque sinceramente estaba con los tiempos ajustados. Venía publicando entre cuatro y cinco videos semanales. Y segundo, porque mi público no está ahí”, reconoce. “En algunos comentarios me dicen que me merezco un programa en la tele, cuando yo ya tengo mi propio canal que ve un montón de gente. El concepto de famoso que había antes, esa especie de Tinelli, medio que ya no existe. Ahora el público es muy de nicho. Hoy salís a un bar y capaz que tenés tres tipos famosos al lado tuyo y vos no tenés ni idea porque no sos de su nicho de público. Yo lo vivo cuando me empiezan a seguir traperos y veo que tienen 400.000 seguidores y yo no los conozco”, concluye.