La antigua normalidad ya nos había devuelto los alquileres de películas. En algunas plataformas, especialmente entre los servicios de televisión para abonados, comenzó a diferenciarse un contenido on demand gratuito de otro más especial, para el que había que abonar un plus que permitía disfrutarlo por un par de días.
Más tarde comenzó a estandarizarse que, dentro de esa categoría, se incluyeran las películas que acababan de pasar por el cine. Esas que recién llegarían a los canales de cable en unos meses y que durante ese limbo sólo podían encontrarse... Exactamente. En los videoclubes.
La nueva normalidad, o al menos este larguísimo interregno, hizo que se agregaran títulos que no fueron estrenados en salas, ni de aquí ni de otras partes del mundo. Es el caso de ¡Sálvese quien pueda! (Save yourselves!).
Esta cinta, escrita y dirigida por Alex Huston Fischer y Eleanor Wilson, nos trae la tradicional invasión extraterrestre con una sensibilidad indie. Si bien películas como Día de la independencia (Roland Emmerich, 1996) o La Guerra de los mundos (Steven Spielberg, 2005) siempre se apoyaron en la escala humana para contar la tragedia global, aquí todo es mucho más acotado: mientras el mundo arde, sólo nos interesa el futuro de dos personas.
Su (Sunita Mani, de GLOW) y Jack (John Paul Reynolds) son una pareja muy actual, muy pendiente de lo que sucede en los teléfonos celulares, tanto por motivos laborales como de esparcimiento o simple chusmerío. Buscando cambiar la pisada y aprovechando el ofrecimiento de un amigo, deciden pasar una semana en una cabaña, alejados de toda tecnología moderna.
La historia no tarda en darnos señales de que algo no está andando bien. Después de una aparición en el cielo, los recién desenchufados comienzan a escuchar ruidos raros y notan algo parecido a un puf en medio de la cabaña.
Sin estirarse un solo minuto, los directores van complicando la existencia de Su y Jack, que desconocen (como nosotros) lo que ocurre en el resto del planeta, pero que van concluyendo que algo muy extraño ocurre con esos pufs y que pueden ser realmente peligrosos.
No es que nos enfrentemos a un episodio de la serie 24, donde Kiefer Sutherland no tenía tiempo ni para ir al baño, pero sí tenemos una aventura muy ágil, con momentos de suspenso y tensión que apenas si coquetean con el terror, pero que no deberían traumar a nadie.
Como otros films de supervivencia, algunas circunstancias los obligarán a tomar decisiones y otras los obligarán a cambiar de planes. Abrazando el género, pero con decisiones de realización dignas de pequeños films. Y esto no sólo se refiere a valores de producción, que son dignísimos, sino a (por ejemplo) el tipo de conversaciones mundanas que la pareja tiene en simultáneo con el fin de la civilización.
El cierre tampoco es el que tendría una película “convencional”, y no creo que haya que buscarle grandes vueltas. Porque tampoco es que estemos ante una reflexión filosófica acerca de nuestro lugar en el mundo; ni siquiera hay una moraleja relacionada con el uso de las telecomunicaciones. Pero a veces solamente queremos ver cómo una bola peluda parecida a un puf se desplaza cual Spider-Man de otro mundo.
¡Sálvese quien pueda! está disponible para alquilar, entre otros sitios, en NS Now de Nuevo Siglo, a un costo de 95 pesos.