Al fin llega, luego de su postergación en junio, una nueva edición del Festival de Cine y Derechos Humanos. Organizado por Tenemos Que Ver y Cotidiano Mujer, el festival se pone de pie frente a la pandemia no solamente porque sortea las adversidades que implica la emergencia sanitaria para cualquier evento público, sino porque su propuesta visibiliza las contradicciones entre las medidas de emergencia tomadas por el gobierno y los recursos escasos con los que cuenta la sociedad.

En su editorial el festival asegura que el contexto actual permite vivenciar cómo las medidas de emergencia sanitaria afectan exponencialmente los derechos humanos de personas en situación de vulneración. “Nosotros siempre empezamos a pensar los ejes temáticos apenas termina una edición, y este fue un proceso interesante porque pasamos por tres planificaciones diferentes. El primer quiebre fue luego de las elecciones nacionales; nos hicieron retomar las líneas de lo que ya veníamos trabajando sobre ultraconservadurismo, liberalismo autoritario y represión, y populismo punitivo. Con la llegada de la pandemia, nos replanteamos completamente los ejes temáticos. En una primera instancia, porque tuvimos que suspender el festival que siempre se había hecho en junio, y luego porque la pandemia trajo para nosotros un debate en torno a la idea de cuidado”, dice Francesca Cassariego, directora y productora del festival.

Cassariego hace hincapié en que el debate implicó desarmar la idea que tenemos con respecto a los cuidados impuestos por la emergencia sanitaria, que pusieron en evidencia a los sectores y derechos humanos más vulnerados. “El gobierno nos dijo a todos ‘quedate en tu casa’, como si tu casa fuera el lugar más seguro del mundo, pero sabemos que allí sucede la gran mayoría de los casos de violencia de género. A esto se suma la situación de precariedad en la vivienda, y la ausencia en los casos de personas que viven en la calle. Por un lado, no se han planteado soluciones para estas situaciones y se genera una contradicción entre esta idea de ‘cuidate, estemos seguros’ y el real acceso a esta lógica: ¿quién realmente puede acceder a esto de ‘quedate en tu casa’? Esto también se ve reflejado en la educación y, por supuesto, en la situación laboral. Hay muchas situaciones que generaban ruido entre el discurso y la práctica real, las soluciones que se tienen a nivel de políticas públicas en torno a esta emergencia”, dice.

“En cuanto a la programación, empezamos a aterrizar todos estos conceptos teóricos, porque si bien películas sobre la pandemia aún no existen, tenemos diferentes películas que tratan sobre estos temas. De este modo, terminamos con un programa con los ejes temáticos Vivienda y comunidad, Acceso a la educación, Género, cuidados y trabajo doméstico, Organización social en tiempos de emergencia, y Autoritarismo y democracia”, explica Cassariego.

“El festival presenta novedades este año. En primer lugar, el sábado 14 habrá una actividad al aire libre en coordinación con el equipo del Parque de la Amistad, donde proyectaremos cortometrajes para niños y adolescentes. Para nosotros es importante promover el sentido crítico desde temprana edad”, dice.

Por otro lado, el festival tiene su primer podcast, Tenemos que oír, que nace de una columna en el programa de radio Ciudades invisibles, de Radio Nacional. “Junto con Mauricio de los Santos fuimos entrevistando a diferentes realizadores de cine y parte del equipo del festival, con el fin de darle difusión al propio festival y a las propuestas”, dice Cassariego.

Destaca, además, la cantidad de mujeres que participan este año como realizadoras y como integrantes de los jurados en las distintas competencias del festival. “Contar con una cuota de mujeres mayor que la de varones es algo que siempre fue parte de nuestro objetivo, y este año se logra plasmar por primera vez un programa en su mayoría conformado con mujeres”.

Aunque esta edición gira en torno a los problemas políticos que trae la pandemia, Cassariego aclara que el festival no ha dejado de lado la temática de la represión ciudadana, ya que la propuesta de este año no quiere dejar de lado la implementación de la ley de urgente consideración. “No podemos dejar de visibilizar que la democracia en América Latina y los derechos conquistados en los últimos tiempos están en jaque. Hay que prestar atención a los discursos y prácticas que la sociedad legitima al hacer posible el acceso de las fuerzas represoras al poder; de hecho, ya estamos viendo la represión contra la ciudadanía, y es importante darle visibilidad y problematizar estas situaciones de violencia y de impunidad”.

Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos. Hasta el 19 de noviembre. En la Sala Zitarrosa y en Sala Cinemateca. Acceso gratuito. El programa del festival, y el podcast Tenemos que oír, están disponibles en tenemosquever.org.uy.