En 2019 ya había avisado que algunas de las letras que estaba cocinando no venían tan divertidas, de rock & roll, joda y todo eso. “Justo me refería un poco a esta canción, que me sorprendió como salió tan... de un día para el otro se vino de esas tormentas que ni te das cuenta, y de repente está todo nublado y caen soretes de punta”, dice Alberto Mandrake Wolf. Se refiere a “Están pasando los días”, el primer corte de difusión del próximo disco de Los Druidas, la banda que armó en 2017 con tres músicos más jóvenes que él, que le inyectaron vitalidad rockera: Ignacio Iturria (guitarra), Ignacio Echeverría (bajo) y Federico Anastasiadis (batería).
“Están pasando los días, / ya no sé qué pensar. / Todo se ha vuelto extraño, / todo parece irreal. / Se alertan mis sentidos, / me da miedo soñar. / Pesadillas reales, / quiero cambiar de lugar”, canta Mandrake en la primera estrofa de la canción, que apareció ayer en todas las plataformas de streaming. Al principio es un boogie clásico, con arreglos de armónica de sonido cavernoso, pero de repente nos pasa por arriba un riff zeppelinero a dos violas (el empuje abrupto es similar al de “Dazed and Confused”) y la tormenta ya se nos vino encima.
La letra, escrita por setiembre de 2019, fue inspirada más que nada por la situación de Latinoamérica en general y de Brasil en particular, gracias al “fantoche-fascista” de Jair Bolsonaro, como lo cataloga Mandrake –y así lo señala en la gacetilla de prensa, para que quede estampado–. Pero, claro, lo extraño e irreal hoy también puede ser la distopía que estamos viviendo gracias al coronavirus. “Soy Nostradamus”, bromea el músico, y agrega que –obviamente– hace varios meses no tenía ni idea de que la tormenta que se venía era una pandemia.
De todos modos, lejos del oportunismo, Mandrake confiesa que en realidad eligieron esta canción como primer bocadillo de lo nuevo no tanto por la letra sino más bien por la música. En febrero, cuando estaban terminando de grabar la canción, sabían que era la indicada, porque al igual que “Estos son los días”, el primer corte de difusión de su álbum debut, es una fiel muestra sonora de lo que se viene.
No se puede adaptar y no quiere adaptarse al orden del mundo. Es otra de las cosas que larga Mandrake en la nueva canción. Ríos contaminados, “cáncer por todos lados”, canta, con rabia y asco. “¿Dónde está el dinero?, ¿dónde está el confort?, ¿dónde están para salvarnos?”, pregunta, pregunta y pregunta. Como suele pasar, Mandrake no es de esos músicos a los que les gusta andar explicando mucho sobre lo que escriben; prefiere que cada escucha le dé su vuelta, pero se anima a contar que en el disco que se viene –que iba a salir en julio pero al final verá la luz en agosto– hay apenas una canción de esas medio amorosas y todo lo demás viene bastante “introspectivo”.
Hablando de la letra de “Están pasando los días”, el músico confiesa ser “bastante contradictorio”, ya que mientras se refiere a “todos los estragos que están haciendo con la naturaleza, con los ríos contaminados, los alimentos superprocesados”, dice que por otro lado piensa: “Pero la gente vive 80 años sin ningún problema”. “Mi abuelo se murió con 62 años, le vino un infarto, y mi viejo tiene 89 años y se toma cuatro vasos de whisky por día”, dice, ¿bromeando?
Todo sobre tu madre
La nueva canción de Mandrake y Los Druidas suena de la vieja escuela a más no poder, gracias a la música pero también al sonido único de los amplificadores valvulares, y también a que fue grabado con los cuatro músicos en el estudio al mismo tiempo, de una, y no por partes (parece de Perogrullo, pero no lo es, ya que es común que primero se graben las bases, batería y bajo, y luego lo demás), lo que le da una cohesión orgánica, de toque en vivo.
Otros que graban en vivo, todos juntos, son los Monkelis: Santiago Guidotti (guitarra y voz), Eugenio Amen (guitarra) y Carolina Zunino (un cuarto de batería), una banda que se define así: “Dos guitarras y dos tambores. Rock primitivo, divertido y elegante. Letras en inglés, español, portugués e italiano. Gritos honestos, instrumentos baratos, corazones caros”.
El trío acaba de lanzar –con video incluido– la canción “Your mom”, dos minutos y medio de rockabilly a punta de bordoneo que suena bien vintage y perfectamente podría estar en la banda sonora de Pulp Fiction. Guidotti dice que grabar en vivo y la instrumentación “primitiva” pueden ayudar a dar esa sensación de sonido de hace décadas y décadas, pero confiesa que no es algo buscado ni una bandera que levanten. “Al contrario, a veces nos gustaría tener más adelantos técnicos. Pero parece como una cosa vintage, porque no usamos mucha posproducción en la señal de la guitarra. Soy muy de enchufar el equipo y nada más. Y el amplificador no es valvular, tengo un Yamaha viejo, pero es de estado sólido”, cuenta el músico.
“Ahí también hay una cosa como instintiva, que no sabría mucho cómo racionalizar”, dice Guidotti sobre las letras que escribe, en particular la de la nueva canción, que es en inglés y obviamente tiene mucho de broma: “I want you, / I want you(r), / I want your mother, / and your father wants to kill me. / She wants me, / she wants mi(ne), / she wants my father / and my mother wants to kill me” (Te quiero, / quiero a tu... / quiero a tu madre / y tu padre quiere matarme. / Ella me quiere, / quiere a mi... / ella quiere a mi padre / y mi mamá quiere matarme).
El músico cuenta que la canción es bastante vieja y la tocan desde hace tiempo, pero la rescataron para grabarla porque es ideal para el formato minimalista que manejan. Es de las primeras letras que hizo en inglés y al principio no era una broma, pero “terminó en chiste”. “Empezó con la fonética y terminé dándole a una idea que tenía que ver con una situación que se armó al correr de la escritura. Fue una idea que tuve, que traduje y busqué que sonara bien”, agrega.
La banda tampoco se propuso que esta nueva canción sea un corte de difusión de un futuro disco. Aunque tienen más canciones grabadas –incluso de la misma sesión de la que salió “Your mom”–, las van a ir sacando de a una, y quizás hagan una especie de compilado bajo un mismo nombre, como su anterior trabajo, el EP Tension (2018), para que se puedan escuchar en orden. “Pero no hay nada conceptual atrás, ni siquiera algo estético que una a todas las canciones”, finaliza, con honestidad brutal, Guidotti.