Desde el cierre temporal en marzo, el Ballet Nacional del SODRE (BNS) se dedicó a explorar nuevas posibilidades de pensar el baile, la interpretación y el sentido escénico, contribuyendo a derribar imposturas, proponiendo nuevos rumbos.

Cinco meses después, la compañía vuelve con un tercio de la sala Nelly Goitiño habilitada (103 localidades): hoy y mañana continúa la gala de reencuentro a cargo del director del BNS, Igor Yebra, y el ciclo que creó durante la pandemia, llamado Volvemos con vos, integrado por tres puestas: una suite de La bella durmiente; Raíces, con música de Alfredo Zitarrosa, Astor Piazzolla y Carlos Gardel y coreografía de Marina Sánchez; y el ciclo de solos que se creó durante la cuarentena.

“A este espectáculo, que podría ser forzado”, dice Yebra, en referencia a las características que debieron incorporar los bailarines, “intentamos adjudicarle una concepción teatral y una continuidad, además de intervenir la sala. Será la celebración que se merece la ocasión”, apunta.

La tregua y los 85 años del BNS

Yebra cree que se llegará al 26 de noviembre, la fecha de estreno que en su momento se previó para La tregua. Unos días antes, el director piensa reservar una gala para celebrar los 85 años del ballet. La compañía se creó el 27 de agosto de 1935, y el 23 de noviembre estrenó su primer espectáculo, Nocturno nativo, con música de Vicente Ascone y coreografía de Alberto Pouyanne.

La última temporada del BNS también incluirá Giselle, el primer ballet clásico que montó Julio Bocca cuando llegó a la compañía, recuerda Yebra, y la última vez que se presentó fue en ocasión de los 80 años del BNS, de modo que para los 85 será “un gran cierre”.

Junto a lo festivo, para el director es muy significativo que el bailarín se reencuentre con el escenario luego de tantos meses. “Comenzar con un programa así también es un buen signo de lo que vendrá: El tranvía llamado deseo, una obra muy densa. De modo que iniciar de esta manera, con un programa más corto y en el que los bailarines se muestran individualmente, y cerrarlo con el ciclo que surgió durante la pandemia es un modo de concluir el proceso, de poder darle una lógica a lo que uno hace y que no se diluya en propuestas improvisadas”.

Esto se vincula con el modo en que Yebra concibe al ballet: “Lo veo desde el punto de vista teatral; vamos cambiando y evolucionando”, reconoce. “En este caso, pensamos que cada sección tenga una propuesta visual distinta: una con el ciclorama y las luces de las paredes encendidas; la otra apunta a una caja negra, y en la tercera toda la sala estará rodeada de focos. Se trata de buscar belleza y apelar a crear interés. Busco lo que me gustaría ver como espectador. Que me sienta atraído por lo que estoy viendo”.

Delmira a escena

Si con El Quijote del Plata (con dramaturgia de Santiago Sanguinetti y coreografía de Blanca Li) Yebra inauguró una nueva vertiente del BNS que apuntaba a ampliar el repertorio para alcanzar a nuevos públicos, a la vez que se proponía estrenar producciones propias que se vincularan con referentes de la cultura local, y volver a trabajar junto a dramaturgos, retomando una importante tradición en desuso, con La tregua afianzó el rumbo (en este caso, la dramaturgia es de Gabriel Calderón, la composición musical de Luciano Supervielle y la coreografía de Marina Sánchez).

La siguiente producción que continúa esta línea estaría dedicada a Delmira Agustini. “El ballet de Delmira es algo que tenía en mente para 2022, ya que la idea era hacer una producción propia con identificación nacional cada dos años, pero se han precipitado otras cosas [su contrato artístico no será renovado, y este será su último año al frente del BNS], y como sólo programaré la temporada del año que viene, pensé incluirlo en 2021. Veremos si se termina de aprobar la propuesta”, dice.

Esta producción involucra a la reconocida coreógrafa belga Annabelle López Ochoa (uno de sus trabajos más recordados es el ballet basado en la vida de Frida Kahlo que estrenó el Ballet Nacional de Inglaterra), a quien “le pareció una idea estupenda, y aceptó las restricciones económicas que hay a nivel mundial en estos momentos”, cuenta Yebra. Para la música de este proyecto, integrado exclusivamente por mujeres, pensó en la compositora uruguaya Florencia di Concilio. A cargo de la dramaturgia estaría Marianella Morena, quien en 2014 estrenó No daré hijos, daré versos, una obra en la que seis actores alternaban sus roles y géneros en una suerte de relato escénico y musical inspirado en Delmira, a la vez que reflexionaban sobre la historia, el teatro, la academia y lo que la memoria selecciona del pasado, qué sobrevive y cómo.

Solos

El director celebra que los bailarines se hayan sumado a la propuesta (en referencia al ciclo de microobras coreografiadas e interpretadas por ellos mismos, además de los encuentros virtuales y los talleres semanales que llevaron adelante). Para los que asistan a las funciones de hoy (a las 20.00) y mañana (a las 17.00), Yebra sugiere que vean los cortos –disponibles en su canal de Youtube– antes o después de la función, para comparar el impacto en el cambio de dispositivo.

“Para los bailarines es una buena oportunidad presentar, finalmente, su obra en el escenario, más allá del material que queda disponible en video”, con una altísima calidad. “Hay que agradecerles”, agrega el director, “porque este no es su trabajo ni su obligación, y han puesto muchísimo de su parte. En estos meses he comprobado que a veces en la enseñanza del bailarín falta el impulso que lo motive a iniciar otras actividades, porque su vida sobre el escenario es muy corta, y cuanto antes comience a abrir su mirada”, más decisiones podrá tomar en el futuro.

Programa

» La bella durmiente - Suite. Coreografía: Mario Galizzi. Música: Piotr Ilich Tchaikovski.

» Raíces - Zitarrosa en todos (fragmento). Coreografía: Marina Sánchez. Música: Alfredo Zitarrosa. Encuentros (fragmento). Coreografía: Marina Sánchez. Música: Astor Piazzolla, Gerardo Matos Rodríguez, Juan Carlos Cobián y Mariano Mores.

» Seguimos con vos (los videos ya estrenados están disponibles en el canal de Youtube del BNS):

Intros. Coreógrafo/intérprete: Luiz Santiago. Música: Johann Sebastian Bach.

Bolero. Coreógrafa/intérprete: Alejandra Martínez. Música: Osvaldo Farrés.

Díptico. Coreógrafo/intérprete: Ignacio Lombardo. Música: Franz Schubert.

El cascanueces. Coreografía: Marius Petipa. Intérprete: Deise Mendonça. Música: Piotr Ilich Tchaikovsky.

Trena. Coreógrafo: Jorge Ferreira. Intérpretes: Gabriela Flecha y Nathiany Ribeiro. Música: Antonio Vivaldi.

Trilúdico. Coreógrafa: Nadia Mara. Intérpretes: Nadia Mara, Sergio Muzzio y Ciro Tamayo. Música: Púrpura Pansa, Daniel Binelli y Polly Ferman.

Essentia. Coreógrafa/intérprete: Fátima Quaglia. Música: Franz Schubert. Gopak. Coreografía: Rotislav Zakharov. Intérprete: Ciro Tamayo. Música: Vasili Soloviov-Sedoi.

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