El sábado pasado mencionábamos esta producción de Títeres del Timbó y Nuevamente Films como parte de la séptima edición del festival Títeres a Toda Costa, que este año, debido a la emergencia sanitaria por la covid-19, se vio reformulado en la modalidad virtual. Pasado el festival, les contamos un poco más de esta obra, que sigue disponible un tiempo más para su visualización en Youtube.

Agua: el tesoro del humedal es una serie animada con títeres y consta de tres capítulos. El protagonista, Agua, es un niño que es amigo del río y que se desenvuelve en perfecta comunión con el entorno natural.

Filmada en Parque del Plata, donde viven y crean todos los artistas que participan en ella, cuenta una historia sencilla que abreva de testimonios de las personas que viven junto al río y que recorre tanto la naturaleza como los mitos asociados a ese paisaje.

Se estructura a partir de un juego muy popular entre los niños, que es la búsqueda del tesoro, y ese anclaje lúdico, además de colocar el lenguaje escénico en una clave de diálogo propicio con la infancia, permite poner el acento en el camino y en la búsqueda como motor y objetivo, y resignificar, desde una mirada ambientalista, infantil y cercana, qué es eso que se anuncia como un tesoro; la dramaturgia concebida de este modo, explica a la diaria Ernesto Franco, de Títeres del Timbó, “permite recrear algo que es propio de todos los niños y niñas, un juego al mismo tiempo muy simple y efectivo, y de alguna forma rescata esta relación entre los ambientes naturales, un discurso sostenible y el juego, que se convierte en un espacio que da sentido y ordena”.

Filmada por entero en entornos naturales, con una música que acompaña y acompasa los sonidos de la naturaleza, funciona para el espectador también como un viaje. “Contar esta historia desde un lenguaje audiovisual nos permite, no ya metafóricamente, sino literalmente, poner en escena los paisajes de un lugar concreto, que es Parque del Plata. Fue íntegramente grabado en torno al arroyo Solís Chico, que es el lugar donde vivimos y creamos. Es un espacio que en poca distancia reúne distintos ecosistemas: el arroyo que se junta con el mar, el cangrejal de Las Vegas y las canteras de arcilla de Parque del Plata norte. En menos de dos kilómetros resume una variedad ecológica y ambiental muy interesante, que nosotros creíamos que era importante visualizar y poner en escena desde un lugar cálido, accesible y embellecedor a partir de una historia de títeres”.

Gente del río

La obra ganó un fondo concursable del Ministerio de Educación y Cultura en 2018, que permitió llevar a cabo la etapa de investigación y realización. “Es una adaptación del espectáculo que había hecho Títeres del Timbó en 2019, donde buscamos poner en el centro la relación entre el humano y la naturaleza; en este caso, un niño, Agua, con el río y el humedal, que es el lugar donde el personaje habita. De este modo intentamos fomentar el amor y el cuidado por la naturaleza e integrar algunos saberes artesanales autóctonos con materiales artesanales y del lugar”, explica Franco.

Noel Alpuin y Ernesto Franco durante el rodaje de “Agua, el tesoro del humedal”.

Noel Alpuin y Ernesto Franco durante el rodaje de “Agua, el tesoro del humedal”.

Foto: Nico Barreiro

“Era algo que nos inquietaba desde 2016, cuando empezamos una investigación fotográfica con Nico Barreiro, que nos llevó a diferentes entornos naturales. A partir de ahí entendimos que todos los materiales que necesitábamos para contar nuestra historia estaban en el entorno, y nos propusimos como condición contar la historia con materiales naturales y, en la medida de lo posible, autóctonos: usamos principalmente totora, tacuara, ceibo, timbó, palia y algunos materiales foráneos, como la acacia y el alerce. En ese proceso entendimos que también era necesario nutrirnos e intercambiar saberes y experiencias con las personas que están estrechamente vinculadas a estos ambientes naturales. Eso nos llevó a contactarnos con una familia de junqueros de Delta del Tigre, que tiene una empresa muy pujante de trabajo artesanal con esteras y con juncos. También nos comunicamos con los integrantes del equipo de la Comisión de los Humedales del Río Santa Lucía, con un titiritero que vive a orillas del arroyo Maldonado y que se crio en ese entorno natural, y con el guardaparques del monte de ombúes, quien ha escrito sobre los mitos indígenas y sus experiencias con la naturaleza. Estuvimos un año investigando, conociendo un poco sus vidas, sus relatos, sus percepciones sobre la naturaleza y principalmente sus historias y relatos sobre sus infancias, sobre qué hacían cuando eran niños. Ese fue el insumo que nos permitió construir el personaje y lograr la estética del espectáculo”, cuenta.

La pequeña aventura de Agua junto al río lo lleva, siguiendo la cronología pautada por el mapa, de la relación cercana con su perrita al encuentro con los carpinchos, con las garzas y con una misteriosa serpiente que guarda el tesoro del humedal. “En las historias que nos contaban los junqueros siempre aparecía algún nido de culebra, un espacio entre temible y sagrado, que no se tocaba. Al adentrarse al humedal o al juncal solía aparecer el temor de encontrarse con este animal, que representa tanto en nuestra sociedad occidental. El viaje del niño va hacia el origen de las cosas y hacia el centro del humedal, hacia lo que guarda y atesora los secretos y el tesoro, que es buscar y es jugar”, comenta Franco.

Un capítulo aparte merecen la estética lograda a partir de la definición inicial de realizar una obra ecoescénica, que se nutriera exclusivamente (o lo más posible) de materiales naturales. La habitan, entonces, los colores, las texturas y los sonidos de la naturaleza.

“Los títeres fueron confeccionados con materiales naturales que extrajimos de las locaciones naturales donde grabamos. Ese es un dato interesante porque de alguna forma hay una coherencia o una continuidad entre la imagen y el discurso. A la vez, nos propusimos poner a los niños y niñas como protagonistas de la historia, como los personajes en torno a los que gira todo un universo”, afirma Franco.

Sonidos locales

Hay un fuerte acento en la música, creada en colaboración del Títeres del Timbó y Gonzalo Brown, también residente de Parque de Plata y quien ha participado, entre la variedad de trabajos realizados en su carrera, por el ya legendario grupo de música para la infancia Cantacuentos, con Nancy Guguich.

“El recorrido que el niño hace por esta cartografía en busca del tesoro está guiado por siete momentos musicales, en un viaje que comprende distintas regiones de América del Sur: aparecen el candombe, la capoeira, bumba meu boi, el forró –una música típica de los títeres del nordeste de Brasil–, distintas melodías vinculadas a la milonga y a la música de arrabal... Buscamos construir un viaje sonoro musical que respaldara el camino que este niño va haciendo. Cada personaje, y la forma de interpretarlo, está vinculado a estas músicas y a una forma cultural latinoamericana”.

En principio hasta el 8 de febrero –quizá se extienda un poco más– este viaje a un paisaje y un entorno humano y natural de nuestra tierra puede verse en Youtube en https://www.youtube.com/watch?v=Gg7gh-gPVqw, https://www.youtube.com/watch?v=DevX-HyNkds y https://www.youtube.com/watch?v=q12muEcS8wY.