La última película de Leonardo Sbaraglia, una coproducción entre Argentina, Brasil, España, Países Bajos y Chile, es un intenso drama que luego de pasar brevemente por varios cines aterrizó en HBO Max. Está dirigida y guionada por Leonardo Brzezicki y, a pesar de no tener una gran difusión publicitaria, es de lo más recomendado gracias a las opiniones de los usuarios.

Sbaraglia encarna a Santiago, un padre separado que debe hacerse cargo de su hija (Miranda de la Serna, hija de los grandes actores Érica Rivas y Rodrigo de la Serna), mientras la madre de su hija está en Brasil en un viaje con regreso indefinido. La relación entre padre e hija está repleta de conflictos, agudizados por la inmersión del protagonista en la noche, las drogas y la inestabilidad emocional. Pero a la vez consigue funcionar profesionalmente: es un reconocido chef.

Además, mantiene relaciones complicadas con dos hombres; esto nos da una interesante visión de las relaciones homo y el mundo queer (toda la película tiene una potente carga sexual). Sbaraglia ya había estado en el rol de un hombre bisexual en la película de Pedro Almodóvar Dolor y gloria, papel que le valió un gran reconocimiento y salto en su carrera internacional.

Todo empieza con una orgía gay en la casa de quien es su único amigo, Fede (Iván González), en la que Santiago considera la soledad y el descontrol de su vida y ve cómo sus angustias y frustraciones se le empiezan a venir encima; parece ya no sentirse cómodo en ese mundo de excesos, pero tampoco puede abandonarlo. Trata de que la relación con su hija mejore y quiere recuperar a Luis, su expareja (Alberto Ajaka). Y es que después de esa relación fallida con Luis todo cae en un espiral de autodestrucción del que parece no poder salir.

Santiago es un hombre frágil con una impaciencia y necesidad de amor que lo llevan a la confusión más incómoda y a navegar entre la euforia y la desesperanza. Tratando de huir hacia adelante, emprende un viaje a Brasil con su hija. Su intensa y pendular relación, que pasa en segundos de la pelea más cruel a la complicidad y deconstrucción (más que nada de parte de ella), nos muestra que el rol de padre está por momentos invertido y que es él quien necesita cuidados y protección.

Los mandatos sociales son una presencia constante a lo largo de toda la película: Santiago no encaja en los roles tradicionales de padre, hijo y pareja. Y lo que en definitiva nos muestra es lo difícil que es para madres y padres combinar sus necesidades y vacíos emocionales con las responsabilidades de tener un hijo.

Errante corazón es la historia de la emancipación de una hija de su padre y la de un hombre que busca desesperadamente amar y ser amado. Sbaraglia, que siempre sorprende, se desnuda literal y emocionalmente (la escena bailando George Michael al lado de la piscina es épica) y nos ofrece un personaje extremo.

Errante corazón, dirigida por Leonardo Brzezicki y protagonizada por Leonardo Sbaraglia. 105 minutos. En HBO Max.