Los alemanes y su ciencia ficción están de regreso. Después del éxito mundial obtenido con Dark, llega al catálogo de Netflix Tribus de Europa, seis episodios ambientados en un mundo que décadas atrás fue asolado por un apagón global. Con toques de YA o young adult literature (la llamada “literatura juvenil” que incluye la saga de Los juegos del hambre) pero un poco más oscura, la serie cuenta la historia de tres hermanos que deben sobrevivir en un continente que se dividió en decenas de microestados, o tribus, uno más violento que el otro.

Sin embargo, antes de que terminemos de entender cómo funciona este asunto nos encontramos con un evento que sorprende incluso a los protagonistas de la ficción: una nave futurista se estrella en el bosque cercano a su tribu. Poco después llegan soldados de una de las tribus más jodidas en busca del vehículo, su piloto y un extraño cubo con tecnología de punta.

El destino querrá que Kiano, Liv y Elja tomen caminos separados. El primero irá ascendiendo entre aquellos que fueron tomados prisioneros. Su hermana, mientras tanto, intentará conseguir apoyo para rescatarlo a él y a los suyos. Elja, el más pequeño, es el que termina con el cubo y con una misión que lo hará cruzarse con el mismísimo Oliver Masucci (Ulrich en Dark) y su nuevo bigote.

Las tres historias correrán en paralelo y es importante advertir a la potencial audiencia que no se tocarán, al menos en esta primera temporada. Mientras esperamos la reunión familiar, seremos testigos de torturas, muertes, civilizaciones que coquetean entre la mencionada Los juegos del hambre y Mad Max, y hasta alguna escena levemente cachonda.

Los episodios corren a buen ritmo, aunque uno se vea obligado a prestar más atención de la acostumbrada por la maldita costumbre de ver las series en su idioma original. De todos modos, la mezcolanza europea hace que gran parte de los diálogos estén en inglés, aunque uno no puede saberlo de antemano cuando le llega un mensaje de texto y por leerlo se pierde (quizás) una pieza importante de información.

Tribus de Europa no pretende tejer un entramado narrativo complejo como Dark, sino contar una historia posapocalíptica, con algunos momentos de alivio rodeados de un clima de desasosiego generalizado. Si no le pedimos demasiado, entretendrá en episodios que son más cortos de lo que parecen, ya que incluyen siete minutos de créditos.

¿Qué causó el apagón global de 2029? ¿Qué poderes tiene el maldito cubo y quiénes son sus creadores? ¿Dónde se corta tan bien el bigote el personaje de Masucci? Necesitaremos más episodios para saberlo.

Tribus de Europa, de Philip Koch, Jana Burbach, Benjamin Seiler. Seis episodios en Netflix.