“Vengo de un pueblo donde todo tiene un dejo de fraude, y yo también. En 1972 no era un rebelde piloto de carreras ni un punk callejero, sino un guitarrista en las calles de Asbury Park, pero era un privilegiado. Tenía juventud, diez años de experiencia con mi banda de bar, tenía un gran grupo de músicos y amigos que conocían mi estilo para tocar y tenía un truco mágico. [...] Como todo buen truco de magia, empieza con una presentación”. Así arranca Bruce Springsteen on Broadway, el concierto-documental que tiene como único protagonista a The Boss (es decir, El Jefe) junto con su guitarra electroacústica Takamine.
Entre 2017 y 2018 el músico estadounidense se mandó un ciclo de conciertos bastante inusual para un rockero popular que estaba por alcanzar los 70 años de vida: durante varios meses se presentó –apenas con su guitarra, que a veces cambiaba por el piano o acompañaba con su armónica– cinco veces a la semana –de martes a sábado– en el Walter Kerr Theatre de Broadway, Manhattan, un recinto con capacidad para poco menos de 1.000 personas. El éxito de taquilla logró que el ciclo se estirara más de lo previsto, hasta llegar a la friolera de 236 presentaciones.
El registro de dos de esas tantas noches se publicó bajo el nombre Springsteen on Broadway, como un álbum doble y un especial para Netflix que todavía se puede disfrutar en la plataforma de streaming. El documental dura dos horas y media y consta de 15 canciones, que son pocas para tanto tiempo porque el músico aprovechó el formato íntimo y cercano para explayarse sobre su vida, su carrera y sus canciones.
Contó anécdotas e incluso se animó a tirar algún chiste, de esos que hasta hacen reír al público, casi como si fuera un comediante de stand-up, mientras arpegiaba su guitarra: “Nunca tuve un trabajo honesto en toda mi vida, nunca hice ningún trabajo duro, nunca trabajé de nueve a cinco, nunca trabajé cinco días a la semana, hasta ahora. No me gusta. Nunca vi el interior de un fábrica; sin embargo, sólo escribí sobre eso”.
Es así que El Jefe engancha “Grow Up”, de su primer disco, Greetings from Asbury Park, NJ (1973), con una larga pero entretenida anécdota sobre sus precarios inicios en la guitarra. Su madre le compró el instrumento a pedido de él, luego de haber visto por primera vez en televisión a Elvis Presley meneándose junto con su guitarra. Al pequeño Bruce, de siete años, le estalló en la cara un mundo que no sabía que existía, que no entendía pero sentía.
Quizás por momentos la perorata de Springsteen nos pueda resultar tediosa y digamos en voz alta “dale, cantante una que sepamos todos”, pero por suerte podemos adelantar a placer la barrita del tiempo e ir derecho a extraordinarias versiones, como la casi irreconocible, al mejor estilo bluegrass y con otra melodía, de su máximo himno, la irónica “Born in the USA”.
Héroes del Silencio
Si tienen ganas de más, en Netflix también hay varios documentales sobre músicos y bandas al estilo clásico –con imágenes de archivo, entrevistas, etcétera–. Por ejemplo, hace pocas semanas la plataforma estrenó Héroes: silencio y rock & roll, un documental sobre el grupo de rock Héroes del Silencio, formado en 1984 en Zaragoza, España.
Estuvo comandado por la voz de Enrique Bunbury, que en realidad se unió al grupo como bajista, pero, pasados unos días, el cantante original, que era el primo del guitarrista Juan Valdivia, faltó a un ensayo. Mientras esperaban, Bunbury se puso a interpretar una canción de David Bowie y sus compañeros de banda se dieron cuenta de que era el indicado para ponerles voz a los Héroes.
Esta es una de las tantas anécdotas que cuentan los protagonistas, como el camino a la radio de “Héroe de leyenda”, el primer demo de la banda, pasando por los obstáculos para darse a conocer por ser “un grupo de provincias” y que además los capos de las discográficas dijeran que, en época de tecno-pop, las bandas de guitarras ya estaban un poco pasadas de moda. Quizás el documental no tenga tanto rock a secas, en el sentido musical, pero no le falta nada de las etapas básicas estereotipadas de los mitos del rock, como el camino al estrellato y las ganas de separarse, que en el caso de Héroes del Silencio se dio 12 años después de su formación, en 1996.
Nina Simone
“Señorita Simone, usted es idolatrada, incluso amada, por millones de personas. Pero ¿qué pasó, señorita Simone?” es la frase de la poeta y activista estadunidense Maya Angelou que da nombre al documental sobre la cantante y compositora –también activista– Nina Simone, otro que se puede ver en Netflix.
Por medio de imágenes de archivo –tanto de recitales como de entrevistas con la protagonista y presentaciones en televisión– y del testimonio de su única hija, Lisa, y de amigos, ¿Qué pasó, señora Simone? nos acerca a la vida de una las voces más talentosas y singulares de la música estadounidense, que murió en 2003, con 70 años.
De pie frente al piano, Simone recibe una larga ovación y reverencia del público, con una seriedad penetrante. La cantante se sienta, y antes de tocar media tecla dice: “Hace mucho que no nos vemos, desde 1968. Decidí que no iba a tocar más en festivales de jazz. Esa decisión no ha cambiado. Voy a cantar para ustedes, todos vamos a hacerlo, a compartir unos momentos, luego de los cuales espero graduarme y pasar a un nivel superior. Espero que vengan conmigo. Empezaremos por el principio, que se trata de una niñita llamada Tristeza”.
Su postura como artista –quería que en el escenario le prestaran la misma atención que merece un intérprete clásico–, su activismo por los derechos civiles y aquel fatídico 4 de abril de 1968, cuando asesinaron a Martin Luther King, son puntos claves del documental. “¿Qué pasará ahora que el rey está muerto?”, cantaba Simone en “Why? (The King of Love Is Dead)”, y, sintiendo que no había vida para ella en su país, decidió radicarse en Liberia, país ubicado en la costa oeste de África. Al recorrer el documental queda la sensación de que quizás hay cosas que han cambiado, como el mundo de la música, pero otras, no tanto...
Springsteen on Broadway, dirigido por Thom Zimny. Héroes: silencio y rock & roll, de Alexis Morante. What Happened, Miss Simone?, dirigido por Liz Garbus.