En 1989 y 1991 se estrenaron dos comedias muy simpáticas (en el mejor de los sentidos), con una premisa delirante que llegaba a buen puerto gracias a sus dos protagonistas y a un guion que sabía cuándo tomarse las cosas en serio. Esto es, muy pocas veces.

La magnífica aventura de Bill y Ted y El alucinante viaje de Bill y Ted mostraban a dos deliciosos perdedores que se convertirían en referencias fundamentales de la sociedad utópica del futuro. Claro que para que esto pudiera ocurrir debían sortear obstáculos enormes, como la entrega de un trabajo de historia o la presentación de su banda en público.

Los personajes interpretados por Alex Winter y Keanu Reeves viajaban en el tiempo dentro de una cabina telefónica junto al futurista Rufus (George Carlin) y retaban a duelo a la mismísima Muerte (William Sadler) restaurando la continuidad espacio-temporal.

30 años más tarde, ellos y sus hijas regresan para una última aventura, al menos hasta el momento. Con un humor que podría parecer anticuado pero que es perfecto si se miran las tres películas de corrido, Bill y Ted deben encontrar la canción perfecta que una a la humanidad y nos depare un mundo mejor. Como aquellas de Coca-Cola de los 80.

Si sos fanático de las anteriores, quizá te convenga verlas para descubrir qué tan bien envejecieron (yo creo que bien) y así no sorprenderte cuando Bill y Ted salvando el universo haga los mismos chistes de siempre. No faltarán las guitarras de aire. ¡Excelente!

Bill y Ted salvando el universo, dirigida por Dean Parisot. Con Alex Winter y Keanu Reeves. Para alquilar en Google Play Movies.