Sin duda, los memoriosos la recuerdan: Remington Steele. La premisa de aquella divertida serie protagonizada por Stephanie Zimbalist y un Pierce Brosnan que saltaba entonces a la fama tenía muchos puntos en común con Miss Scarlet and the Duke, la miniserie que ofrece DirectTV.
En aquella serie –que tuvo nada menos que seis temporadas entre 1982 y 1987 y circuló en nuestros televisores como Temple de acero– se nos contaba la historia de Laura Holt, una sagaz detective que, por ser mujer, encuentra que es continuamente despreciada y discriminada. Por tanto, inventa a Remington Steele, un detective maestro que se supone que es su jefe, para engatusar a los clientes renuentes a contratar a una mujer. Pero Laura se encuentra con que un ladrón en fuga (Brosnan) pasa a ocupar la identidad de Remington Steele.
Uno imagina que más de 40 años después debe ser más sencillo para una mujer oficiar de detective –al menos en la ficción–, pero ¿qué pasa si nos trasladamos a fines del siglo XIX? ¿Cuán fácil lo tendrá Miss Eliza Scarlet? Muy poco, qué duda cabe.
La señorita que resuelve crímenes
Eliza Scarlet es la hija única de Henry Scarlet, un afamado expolicía demasiado dado a beber luego de la temprana muerte de su esposa. Esa crianza en solitario a cargo de su padre ha hecho de Miss Scarlet una dama particular para su época, acaso más interesada en misterios, pistas y evidencia que en maridos y tardes de té.
Entonces, cuando su padre muere repentinamente, Miss Scarlet asume la atención de su oficina y trata de establecerse como detective, para gran disgusto de William Wellington (Stuart Martin), amigo de toda la vida, antiguo protegido de su padre y uno de los mejores efectivos de Scotland Yard. Es él quien es conocido como “El Duque” (y quien da la otra mitad al título de la serie).
Caso a caso –esta primera temporada se compone de seis episodios–, irá perfilando más y más a Eliza Scarlet como una brillante detective, aunque tenga que superar, además de los escollos tradicionales de cualquier investigación policial, los prejuicios de la sociedad que se opone a la idea de que una mujer trabaje (o vote o haga cualquier cosa que se le ocurra), máxime cuando se trata de un trabajo de corte investigativo criminal.
El gran hallazgo de la serie creada por Rachael New es el balance de todo aquello que propone. Los personajes están maravillosamente construidos y el elenco responde a la altura, con particular destaque para su protagonista Kate Phillips, conocida hasta ahora por un secundario bastante incómodo en Peaky Blinders, del que aquí propone una luminosa contracara.
Por otro lado, el estilo de la serie –que oscila entre el policial de misterio y la mejor comedia romántica– está muy bien logrado, por lo que genera verdadero interés en cada uno de los casos que Miss Scarlet (y, a desgano, también El Duque) investiga, así como cierta trama general que cobra mucha fuerza sobre su díptico de cierre.
Con una segunda temporada ya confirmada, Miss Scarlet and The Duke es otra de esas producciones tal vez pase desapercibida. Es una lástima, porque es una serie que vale la pena buscar y ver para disfrutar del encanto de Phillips y Martin, así como de su estupenda puesta en escena en esta Londres victoriana llena de misterios y secretos.
Miss Scarlet and The Duke, creada por Rachael New. En DirectTV On Demand.