Quizás algo de Tuleque, el protagonista de El Chevrolé (Leonardo Ricagni, 1999), la película de fin de siglo que ubicaba a Jorge Esmoris en un ensoñado viaje por Montevideo, tirando de un vehículo imposible, vuelva en Recuerdos de Niza, el último espectáculo que el irrefrenable intérprete trae a la Sala Vaz Ferreira. Sus cómplices son esta vez Jorge Temponi y Néstor Guzzini, quienes componen a Américo, Ferrón y Lucién, que construyen un carro alegórico en un lugar enigmático.

Si un rasgo pandémico, un manotón de superviviente, es rescatarse en un universo personal, estos tres se llevan las cocardas de la época, porque se aferran a un entorno alucinado, fuera del tiempo, libre. En esas coordenadas propias es que hacen memoria, o la deshacen.

Es un espectáculo “en clave de humor, que toma el carnaval como contexto”, advierten, y quien conozca la vena popular de Esmoris no esperará menos que una lectura absurda de una realidad trastocada (o viceversa).

Recuerdos de Niza, de Jorge Esmoris y Federico Silva, va hoy a las 21.00 y mañana a las 20.00 en la Sala Vaz Ferreira. Entradas por Tickantel.