¿Existen cosas como el destino o las almas gemelas? ¿O simplemente estamos esperando que aparezca alguien lo suficientemente compatible como para compartir nuestra vida? Con inteligencia, eso es lo que cuestiona la última comedia romántica italiana de Netflix 4 mitades (Quattro meta o Four to Dinner), dirigida por Alessio Maria Federici, el mismo director de la entrañable serie Generación 56k.

Esta cálida historia comienza cuando Luca (Flavio Furno) y Sara (Marta Gastini), un matrimonio súper armonioso, se junta a comer con una pareja amiga y revela algo que pasó hace dos años: quisieron, a modo de experimento social, confirmar o refutar la teoría de que todos tenemos a nuestra otra mitad por ahí suelta. Para esto, invitaron a cenar a cuatro amigos solteros para ver quién se enamoraba de quién: Chiara (Ilenia Pastorelli), Matteo (Matteo Martari), Giulia (Matilde Gioli) y Dario (Giuseppe Maggio). En su relato, Sara y Luca harán combinaciones de parejas, generando cierta intriga y de algún modo deshaciendo la teoría de que uno sólo tiene un alma gemela en el mundo. La película expone paralelamente dos posibilidades de relacionarse –por un lado lleva a Giulia/Dario y Chiara/Matteo, y por otro a Giulia/Matteo y Chiara/Dario– para demostrar que la compatibilidad no se da, específicamente, en personas parecidas o completamente diferentes, sino que en las relaciones de pareja pareciera valer todo.

A medida que la narración y las historias avanzan, se nos presenta un interesante análisis de las relaciones humanas modernas: ¿hay alguien destinado esperando por nosotros que realmente nos completa, o poder compatibilizar con alguien es algo que se hace de a poco y que sólo se logra con paciencia y tiempo? El chispazo versus la construcción. La película va saltando constantemente en líneas temporales, yendo del pasado al presente y entrelazando sus historias. Algo muy atractivo es que las escenas cambian de un emparejamiento a otro y viceversa, pasando felizmente entre las diferentes formaciones de parejas paralelas sin previo aviso, lo que vuelve al relato vertiginoso y muy entretenido.

Otra constante que se plantea es la cuestión de la casualidad o el destino: con qué poco, con una simple decisión cotidiana, podemos llegar a cruzarnos con alguien y también con qué poco podemos llegar a no conocer nunca a esa persona. Sobrevuela la duda sobre si el destino está trazado desde antes o si todos somos producto de una concatenación de casualidades.

A medida que las historias se desarrollan, vamos teniendo más empatía con una pareja u otra y sus intercambios, deseando que sea esa la que en definitiva prospere.

Citas buscadas, citas por pura casualidad, sexo con y sin amor, embarazos sorpresa y embarazos deseados, lo laboral por encima o no de lo personal, amigos con y sin derecho a roce, infidelidades, celos, ser padres, perdonar por amor, sufrir por amor, casamiento: una montaña rusa de emociones tratadas con tacto y sensibilidad en tan sólo hora y media hace de esta ingeniosa comedia romántica no sólo una linda reivindicación del género sino una película increíblemente disfrutable.

4 mitades, de Alessio Maria Federici. 90 minutos. En Netflix.