Es abril de 1963 en Francia. El aborto es ilegal y aún falta una década para que se introduzca la Ley Veil en 1975, que lo despenaliza. Por tanto, cualquier mujer que vaya al hospital después de haberse practicado un aborto, si es que sobrevive, puede ser juzgada y encarcelada. Anne (Anamaria Vartolomei) tiene varias semanas de atraso cuando se entera de la noticia: es una excelente estudiante, una mujer fuerte y segura que no desea continuar con ese embarazo; quiere graduarse y ser escritora. Cada vez más desesperada y demasiado asustada como para confiarle el problema a su familia, la protagonista de El acontecimiento se mantiene firme en su decisión de no querer ser madre en ese momento y luchará contra un sistema machista dispuesto a arrasar con su identidad como mujer.
Esta desgarradora historia real, dirigida por Audrey Diwan, mereció el León de Oro a mejor película en el Festival de Venecia 2021 y es una adaptación de la novela homónima y autobiográfica de la ganadora del premio Nobel de literatura 2022, Annie Ernaux. Gran parte de las novelas de Ernaux tienen un fuerte componente de confesiones personales, en las que la autora exorciza su propia vida. Muchas son también una denuncia social a los cuestionamientos morales a los que las mujeres se han enfrentado por sus decisiones sobre su cuerpo, su sexualidad y su libertad reproductiva.
La intimista y autorreferencial narración de Ernaux se construye en un contexto histórico en el que no sólo era difícil abortar, sino que las mujeres no podían hablar de sexo; el sexo era para las irresponsables. Si lo habían hecho, no podían admitirlo y si les había gustado, tampoco. Anne se enfrenta a una norma perversa que la lleva a ponerse en peligro por no poder abortar y a atentar contra su cuerpo como medida extrema (un aborto autoadministrado, inyecciones recetadas por un médico que le miente acerca del fármaco y, finalmente, con una proveedora de abortos clandestinos), sino además a sanciones legales para ella y todos lo que intenten asistirla, incluidos médicos, jugando el miedo un papel determinante.
En el laberinto que atraviesa Anne todo se vuelve oscuro: sus amigas cargadas de prejuicios le dan la espalda, su confidente varón la juzga e intenta tener sexo pensando que por su estado ella accederá, otras mujeres la ven como “promiscua” y la rechazan, y sus calificaciones van en declive. Las semanas avanzan y no hay solución a su desesperante estado; la angustia en el rostro de Vartolomei, quien nos entrega una emocionante actuación, progresa a través de una tensión acertadamente instalada.
Una de las mayores virtudes de la directora es saber plasmar la atmósfera de absoluta desesperanza y la triste sensación de que Anne deberá resignarse a continuar con un embarazo no deseado y truncar sus ideas de futuro. Su lucha refleja un pasado no tan lejano, cuando abortar era delito y las mujeres no tenían independencia sexual. Una realidad lo suficientemente incómoda como para sentir que esta película es en definitiva una declaración política de derechos.
El acontecimiento es puro realismo social, una historia de valentía y autodeterminación de una mujer que luchó incansablemente por ser dueña de su cuerpo en medio de la más abrumadora soledad y soportó presiones sociales y miradas acusadoras. También es un thriller de escalofriante honestidad que se transforma, sin sentimentalismos, en un conmovedor retrato de la solidaridad femenina.
El acontecimiento. 100 minutos. En HBO.