En una entrevista con la diaria en 2016, Cecilia Pisos citaba a un académico que definía a la poesía para niños como la Cenicienta de la Cenicienta, una especie de colmo de la falta de atención. Sin embargo, la autora argentina ha insistido con ese género a lo largo de su carrera, y sigue insistiendo.

También los seres que habitan los cuentos tradicionales son una constante en su literatura, que abreva de lo pequeño, de la observación atenta y precisa. El primer libro para niños que publicó, en 2002, fue Las hadas sueltas, a las que seguirían las brujas, y después los ogros y los dragones. Pisos transita con comodidad y placer en esos bosques de los cuentos habitados por seres maravillosos, al tiempo que se mueve como pez en el agua en el terreno de la rima y el ritmo, en ese “ojo miope” que le permite una mirada que se detiene en aquello a lo que no suele prestársele atención.

En Una bandada de brujas sobre una pila de ogros no sólo revisita a estos personajes en una galería variada y amplia de unas y otros, talismanes y chistes, sino también de diversas formas métricas y búsquedas estilísticas que ponen en juego toda una tradición literaria y una imaginería en la que la autora investiga a fondo.

El mecanismo es la acumulación: de formas, de versos, de juegos de palabras, de embrujos, de tipos de brujas y de ogros; el conjunto es coherente y permite ir construyendo un concepto de brujas y ogros desde sus múltiples facetas y posibilidades. De esta forma Pisos da forma a un universo sombrío –hermosamente ilustrado en riguroso negro sobre blanco por Huemula– y abigarrado, habitado por numerosas criaturas, desde pequeños animalitos –infaltables, por supuesto, los gatos– a ogros gigantes, rico en detalles, en el que las sombras y los matices son centrales.

El libro tiene dos comienzos, desde la portada y desde la contraportada, que proponen caminos diferentes en los que la autora presenta exhaustivamente a brujas y ogros. En el medio, en la intersección en algún punto de ese bosque, un cuento en el que ambos bandos se mezclan en una batalla que se dirime mediante el juego.

Irreverente y detallista, Pisos no deja nada librado al azar, en un texto que transparenta un amplio conocimiento sobre el universo literario en el que trabaja y al que invita a zambullirse, al tiempo que una gozosa fascinación por estos personajes terribles y queribles. Hay humor –mucho–, delicadeza en la poética, con un trabajo en torno a las palabras que se disfruta en su sonoridad y en toda la potencia del significado y la sugerencia, y hay una mirada cómplice que no escatima en recursos, ubicándose en todo momento cercana y atenta a los ojos de la infancia.

Una bandada de brujas sobre una pila de ogros, de Cecilia Pisos y Huemula. Alfaguara, 2022. 96 páginas. $ 450.