En mayo del año pasado, medios de prensa, radios y canales de televisión anunciaron su despedida definitiva de los escenarios, algo que estuvo a punto de concretarse con ocho funciones de La última grabación de Krapp, la obra maestra de Samuel Beckett que había elegido como calzado ideal para las evocaciones de su larga trayectoria actoral. Ahora, sin embargo, Pepe Vázquez avisa: “Mientras respire y tenga gasolina, no hay pausa”. El actor está de vuelta en las tablas.

En El caballo de mi padre el célebre actor redescubre con ingenio las virtudes y las raíces de una poesía uruguaya no del todo conocida. “Este homenaje tiene una zona de la llama, o brasa, o chisporroteo, que mis padres y hermanas encendieron”, explica. “Mi padre me leía en voz alta el Martín Fierro, y mi madre a Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou. Pasaron los años y un día me encontré armando un espectáculo en homenaje a Imilce”, dice en referencia a su pareja, la actriz Imilce Viñas, fallecida en 2009. “Pensando en un título posible y en los ojos verdes que tuvo, apareció Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, de Cesare Pavese. En aquel momento, la crítica Rosario Peyrou me ayudó mucho en la búsqueda, y a través de ella comenzó mi admiración por Elder”.

El actor habla del poeta, periodista, docente y gestor cultural de origen salteño Elder Silva (1955-2019), quien fue, además, un histórico director del Centro Cultural Florencio Sánchez de la Villa del Cerro, lugar donde transcurre este espectáculo de homenaje, con la lectura de una selección de sus poesías, a cargo de Pepe Vázquez, y con el acompañamiento musical del guitarrista Carlos Gómez.

La obra avanza con sonoridades de tangos y folclore de tierra adentro. A Gómez esta actuación lo transporta a pasados conectados: “En los 80 me tocó participar en una experiencia similar en una presentación que hizo el recordado Alberto Candeau. Yo era muy joven y esa tarea fue un bautismo, un aprendizaje en el que intenté confiar en mi intuición. Con Pepe tuvimos una primera presentación compartida, hace muchos años, en un espectáculo de lectura de poemas de varios autores, en el teatro Odeón”, recuerda el músico, que define a Silva como “un escritor admirable que logró expresar emociones profundas conservando el encanto y la frescura de la espontaneidad”.

“El caballo de mi padre ramillea entre ortigales / elige en el jugo de la gramilla / tras las retamas que explotan entre carquejas / el caballo de mi padre / se alimenta de poesía”, reza el poema que más inspiró al actor.

El caballo de mi padre, con Pepe Vázquez y Carlos Gómez. Este sábado y domingo en el teatro Florencio Sánchez (Grecia 3281, esquina Norteamérica). Entrada libre y gratuita. Reservas al 1950 8921 o por orden de llegada.