Que una película no entre con comodidad en alguna de las etiquetas clásicas de género (bélica, romántica, dramática) no es garantía de que estemos frente a una obra rupturista. Lo que ocurre con El menú, dirigida por Mark Mylod y recién estrenada en las salas uruguayas, es que esa incomodidad es funcional a la historia, que tiene toques de comedia negra y de horror, pero que nos mantiene en vilo con su indefinición. Como si existiera un uncanny valley de las narrativas cinematográficas.
No quiero que se lleven la impresión errónea: esta es una película entretenida, que tiene un par de actuaciones destacables, pero dudo de que se cuele en los resúmenes del año o las temporadas de premios. Y comienza presentando a un elenco extenso, como tantas historias en las que existe el riesgo constante de que alguno de los personajes deje de contar el cuento.
En esta era de restaurantes exclusivos, con tipos como Salt Bae, que es más popular incluso que sus platillos, un grupo de personas de buen poder adquisitivo se embarcan rumbo a una isla, en la que disfrutarán de una cena de lujo comandada por uno de los chefs más respetados del mundo. Entre los clientes hay yuppies, una crítica culinaria, un actor venido a menos y una pareja en la que ella será nuestro punto de vista.
Ella es Margot (Anya Taylor-Joy), convidada de piedra entre tantos conocedores, incluyendo su pareja Tyler (Nicholas Hoult), quien desde un primer momento se gana el odio de los espectadores con su foodsplaining. Mientras él está embobado ante la posibilidad de conocer al misterioso chef, ella se sorprende por el precio del ticket, por las inquietantes instalaciones de la isla y por las excentricidades de todo el personal. Ella nos representa y Taylor-Joy compone muy bien ese papel.
Sin embargo, quien se roba todas las miradas (dentro y fuera de la pantalla) es Julian Slowik, el maestro de ceremonias, interpretado en gran forma por Ralph Fiennes. Este actor sabe de villanos clásicos, por haber sido Lord Voldemort (maldición, no debí decir su nombre) en la saga de Harry Potter, así como el complejo Francis Dolarhyde en Red Dragon, de la saga de Hannibal Lecter. Por sus traumas y la impresión permanente de que está a punto de explotar, su Slowik se parece más a este último.
El guion de Seth Reiss y Will Tracy se toma su tiempo hasta la aparición del chef. Antes de eso, los comensales (que incluyen caras conocidas como John Leguizamo, Janet McTeer, Reed Birney, Arturo Castro, Rob Yang y Paul Adelstein) descubren que la experiencia no solamente es cara, sino estricta. Elsa (Hong Chau), la mano derecha del chef, muestra a los recién llegados el origen de cada uno de sus ingredientes, y les advierte que todos deberán seguir las reglas. Recién después de la recorrida es que podrán sentarse a la mesa. O a las mesitas individuales.
Era todo risas, como dice la frase popular, hasta que comienza a llegar la comida. Mark Mylod aprovecha para divertirse un poco, presentando en la pantalla cada uno de los platos que Slowik y su séquito de empleados barra seguidores. Aparecen en pantalla, con los ingredientes sobreimpresos, como si estuviéramos viendo un concurso gastronómico. Dicho sea de paso, la fotografía de El menú no destaca particularmente las piezas culinarias; el único platillo que da hambre llega sobre el final de la cinta y no será espoileado. Nada tienen que hacer estas imágenes con aquellas de la serie televisiva. (Es la segunda referencia a un personaje conocido por su canibalismo; espero que sea una casualidad de mi inconsciente).
A lo largo de sus 106 minutos, que transcurren a buen ritmo, se sucederán varias sorpresas. Algunas funcionarán mejor que otras, pero todas cumplirán con el objetivo de que sigamos involucrados en las acciones. Al pasar raya no resulta ser una película tan violenta o tan sangrienta, más allá de que contenga momentos que podrían molestar a aquellos que rechazan esta clase de impactos visuales y sonoros.
El menú tiene elementos en común con parte del nuevo cine de terror, en particular el de Jordan Peele, autor de películas como ¡Huye! o Nosotros. Sin embargo, lo que lo separa del ganador del Oscar a Mejor guion original es que las pretensiones de crítica social son menores. Si bien todo gira alrededor de gente con dinero, en algún caso malhabido, acá la cuenta bancaria no es requisito para ser castigado.
El menú, de Mark Mylod. Estados Unidos, 2022. Con Anna Taylor-Joy y Ralph Fiennes. En cines.