“Mapa circular” es una canción que venía acechando el repertorio de Elena Ciavaglia desde hace tiempo, hasta que la grabó y le dio el nombre a su tercer disco, que salió hace pocas semanas y está disponible en plataformas digitales. La cantautora empezó su recorrido musical hace casi una década con el álbum Tardes al sol (2013), grabado junto con Federico Araújo y editado por el sello Perro Andaluz, que tenía al piano como protagonista. Varios años después vino Ruta del aire (2020), donde también hay piano pero ya las guitarras fueron ganando terreno. Ahora, en las ocho canciones de Mapa circular, nos topamos con el disco más guitarrero de la cantautora.
Ciavaglia cuenta que para este álbum contó con el músico Diego Cotelo, que toca la guitarra en varias de las canciones y la ayudó un poco con la producción. A su vez, ella “se tiró” a tocar la guitarra en dos canciones (“Décimas” y “Pausa”, las dos del disco que son sólo a voz y seis cuerdas; la última, destacable por sus arreglos destellantes). “Yo me animé a tocar la guitarra, porque me gusta, aunque generalmente me siento más pianista, pero hay temas en que toco y decidí plasmar esa versión. Toco la guitarra pero todavía no tengo un manejo para generar las texturas o los sonidos que me gustarían. La guitarra eléctrica tiene miles de posibilidades, y a nivel de sonido creo que me falta un montón”, dice.
La cantante señala que decidió llamar Mapa circular al disco porque a esa canción nunca le encontraba la vuelta en cuanto a cómo tocarla y la trabajó bastante para que saliera. Además, porque tiene relación con el concepto del álbum: los sentimientos que son de “ir y volver, dando vueltas, y habla mucho de diferentes lugares de Montevideo”.
En el disco hay una versión de “El viento en la cara”, del primer y homónimo disco de Fernando Cabrera, de 1984, una oda al ciclismo amateur. Ciavaglia cuenta que es una canción que le gusta desde niña, y como es de Lezica siempre le pegó el verso “los boliches de Garzón”. Además, subraya que es una canción no “tan popular” en el mundo Cabrera; había hecho una versión para un ciclo de videos durante la pandemia, que al final no entró en un disco colectivo, y por eso la incluyó en este álbum.
En la música de Ciavaglia las raíces puras de los géneros están insinuadas y rara vez son explícitas; es la palabra sutileza la que mejor define ese rasgo estético. En su nuevo álbum esto sigue siendo así. Por ejemplo, la canción que abre, “Vuelo de otoño”, tiene un groove, una llevada con aire abrasilerado; la cantante subraya que “es una canción medio candombera que tampoco termina de ser candombera”. “Yo también soy una mezcla de un montón de cosas, entonces puede que haya algo medio brasileño ahí”, acota.
Ciavaglia presentará su nuevo disco este sábado temprano en Club Cultural Charco, en formato íntimo, junto con Diego Cotelo (guitarra) y Juan Manuel Cayota (batería). Para el año que viene la cantautora planea seguir tocando lo máximo posible. “Tampoco está tan fácil tocar, hay que estar en la autogestión permanente. Pero estoy con pila de energía para salir a mostrar las canciones”, adelanta.
Elena Ciavaglia sábado a las 19.30 en Club Cultural Charco (Maldonado y Barrios Amorín). Las entradas se consiguen por las redes sociales de Charco o al 099 405 069.