Con apenas unos pocos minutos en la trilogía original de Star Wars y unas escasas líneas de diálogo en total (por no hablar de su salida de escena de una manera particularmente absurda) parece mentira que Boba Fett haya pasado a la historia cómo uno de los más míticos y reconocidos personajes de la saga.

Esto puede explicarse por un gran diseño de presentación y por lo escaso de sus apariciones, que transmitían una gran sensación de misterio. Ante un contexto post El regreso del Jedi cada vez más ansioso por saber más y más de la historia y los diferentes personajes que la habían protagonizado, la historia de Boba Fett caracoleó entre historietas, especiales televisivos y mucha mitología generada incluso por los propios fans.

En cierto modo, esto es lo que justifica su peregrina reaparición en la segunda trilogía (ubicada temporalmente antes de la original… sí, sólo se va a poner más complicado de explicar) y que se desarrollara más su origen: Boba era el único clon inalterado de Jango Fett, un cazarrecompensas que había alquilado su ADN para generar el famoso ejército de clones. Tampoco Jango tendría particular suerte en este relato, pero allí quedaba el joven Boba, presto a recorrer series animadas como Las Guerras Clon e ir creciendo y generando todo el lore que le daba finalmente su honroso lugar en Star Wars.

Pero nunca antes había sido el protagonista de su propia historia, algo de lo que Jon Favreau y Robert Rodriguez pasan a encargarse en la nueva serie de acción real de Disney: El Libro de Boba Fett.

Presentado su regreso sobre los episodios de cierre de El Mandaloriano, faltaba saber cómo Boba Fett llegó a ser el lord criminal en la ciudad de Mos Espa, en Tatooine. Al tiempo que vemos cómo nuestro protagonista –y su mano derecha, la sicaria Fennec Shand– se va acomodando, vemos también en una extensa serie de flashbacks todo lo que pasó entre que Boba cayó de cabeza en la boca del Sarlacc (allá por El regreso del Jedi) y su reaparición.

Así, presenciamos un cambio profundo en el otrora mercenario impasible, una conversión acaso hacia otro tipo de personaje: el de pseudo villano que busca redención. El tiempo que pasa Boba entre los Tusken (los tuaregs de Star Wars) le permite entender que no hay futuro en su camino y busca entonces ser y hacer otra cosa. Que lo consiga o no, ya se verá en el desarrollo de su serie.

La estructura que plantea Favreau –quien cuenta con Rodríguez como showrunner– es algo extraña, dado que sigue y orquesta a su ritmo el relato de Boba Fett (cómo arma un batallón de aliados en su guerra por el poder local) durante cuatro episodios, para abandonarlo prácticamente por completo durante los dos siguientes y dedicarse a seguir los destinos de varios personajes ilustres de este universo, en una suerte de “relatos del mundo de Star Wars” o “que pasaba con fulanito mientras en otro lado…”. No diremos aquí quiénes aparecen (por la sensibilidad natural del fan ante el spoiler) pero sí que poco y nada tienen que ver en su gran mayoría con aquello que se venía contando. Luego, sí, para el final las cosas vuelven a su cauce y tenemos esa batalla que tanto veníamos esperando, en el que probablemente sea el mejor episodio de toda la serie.

No deja de llamar la atención la fría recepción que muchos fans de la saga han otorgado al regreso de uno de sus más queridos personajes. Quizá esta reinvención del personaje (o invención a secas, dado que, como decíamos en un principio poco se había desarrollado antes) no los colmó, viéndolo cómo alguien todavía dubitativo, fallido, hasta por momentos sobrepasado por la misión que ha emprendido. Acaso, como suele pasar con los fans, no coincide con la idea que ellos mismos se habían forjado.

Es lo que tiene el fanatismo por grandes franquicias: deja poco lugar al disfrute sin prejuicios. Es bastante más preocupante que esto genere relatos tan endogámicos como termina resultando –divertido y todo– El libro de Boba Fett, mucho más preocupado en incluir tal o cual personaje para dejar a su cuota de fans contentos que en apostar a realmente contar la historia que nos ocupa.

La conclusión es que no importa que la serie se llame “El pasado del menos importante de los Stormtroopers”, siempre va a terminar siendo sobre lo mismo: los Skywalkers. Ya lo hemos visto mil veces en esta galaxia lejana pero que parece tener las dimensiones de un edificio capitalino, donde te cruzás siempre con los mismos vecinos.

The Book of Boba Fett, escrita por Jon Favreau. Siete episodios de 20 minutos. En Disney+.