HBO Max estrenó la primera temporada de Nuestra bandera es de muerte, una comedia ambientada en el mundo de los piratas que toma como punto de partida un personaje muy real como fue el Caballero Pirata. De esta serie conversaron, sin batirse a duelo, Long John Rodolfo Santullo e Ignacio Barbacanosa Alcuri.
Rodolfo Santullo: Aunque se podría asegurar, sin temor a equivocarse, que las ficciones de piratas están totalmente pasadas de moda, sigue siendo un género que cada tanto asoma la nariz en la televisión. No hace tanto tiempo estaba ahí Black Sails para combinar piratas reales con personajes escapados de La isla del tesoro, y ahora podríamos decir que tenemos una versión humorística de la misma historia (dado que incluso repiten algunos personajes) en esta Our Flag Means Death. Su protagonista es un increíble personaje real: Stede Bonnet, un caballero británico del 1700 que un buen día largó todo, empresa, tierras y familia, para hacerse a la mar como pirata. Y por ridículo que sea lo que muestre esta adaptación de HBO de esa misma historia, no está para nada alejado de la realidad: Bonnet pasó a ser conocido como el Caballero Pirata, hizo una sorprendente amistad con Barbanegra, llegaron a compartir barco y durante el breve lapso en que estuvo en acción fue un personaje muy reconocido.
Ignacio Alcuri: Bien, en esta reseña a cuatro manos acabás de quedar como el piratólogo designado. Por supuesto que me encantan ciertas aventuras ambientadas en el mar Caribe con barcos gigantescos disparándose y abordándose sin piedad. Crecí jugando a las aventuras gráficas de Monkey Island (¡vuelven este año!) y leyendo las historietas de El viejo Nick, hoy inconseguibles. Y por supuesto vi la saga de Piratas del Caribe, en la que cada película era un poquito inferior que la anterior, salvo la última. Pero nunca pensé mucho en la mitología, y el único nombre “real” que conozco es el de Barbanegra. Así que te voy a hacer una pregunta desde tu nuevo rol: ¿es una serie para conocedores de la historia de los piratas, o las libertades de sus creadores podrían distraer demasiado?
Santullo: Es, antes que nada, una comedia. Creo que si uno conoce a los personajes reales y su historia, gana más, porque es muy divertido ver cómo muchos incidentes registrados en su historia (el combate con un buque español y que Stede salga herido) son incluidos en el relato de manera orgánica. Pero lo cierto es que eso sería nada más que un plus. La serie creada por David Jenkins no necesita de nada para valerse, lo hace muy bien por sí sola.
Alcuri: ¿Ves? Ya me voy enterando de qué elementos están inspirados en hechos reales. Obviamente es sólo un punto de partida, porque como mencionabas estamos ante una versión humorística de ese mundo cuyo verosímil fue construido principalmente por la literatura y el cine. En lo personal, no me costó creer en este aspirante a pirata, este caballero que un día se embarca hacia la aventura sin perder algunos de sus modales, como el hecho de pagarles un salario a los integrantes de su tripulación. La serie gira alrededor de la actuación de Rhys Darby (hilarante en Flight of the Conchords como el agregado neozelandés que pasa lista antes de cada reunión). Sin embargo, y aunque en el primer par de episodios carretea por la necesidad de construir su mundo, rápidamente descubrimos que es una serie de elenco.
Santullo: La mención de Flight... no me parece menor. Creo que entre Darby y Taika Waititi (tremendo como Barbanegra) están aquí entregando otra muestra de lo que podríamos llamar comedia neozelandesa, porque ya es casi en sí misma una corriente: entre los Conchords, What We Do in The Shadows, Wellington Paranormal, esta de hoy... Y como pasa en todos estos ejemplos, apoyando a los protagónicos, hay un elenco secundario muy fuerte. Tanto que aquí, en Nuestra bandera es de muerte (qué feo que suena esa traducción), es difícil incluso elegir con quién quedarse. Si el timonel demente de Ewen Bremer, el encargado de la bitácora Lucius de Nathan Foad, el peligroso/a Jim de Vico Ortiz, etcétera. Es imposible.
Alcuri: Como sucede en esta clase de casos, cuando las papas se van ordenando en el camión quedan algunos personajes liderando, otros se establecen como secundarios y un puñado se limita a tener su “momento de gracia” (o su afición por el canibalismo) mientras se desarrolla la acción. Pero nombraste a Taika Waititi, nuestro Barbanegra, y está claro que la historia da un vuelco cuando aparece. Antes de eso, parece que la trama de la temporada será la de una infiltrada secreta, pero Barbanegra un poquito se adueña de la serie, aunque entiendo que sea parte de la gracia. No sé si te pareció lo mismo.
Santullo: Claro, con la aparición de Barbanegra se da todo el juego de comedia romántica, porque es para ese lado que gira la serie. La relación que se genera entre Stede y Barbanegra y cómo eso va cambiando el statu quo. Y funciona perfecto, en gran parte por la química recontra probada que tienen entre ellos Darby y Waititi, y por otro por lo bien escrita que está la serie. Hay un desarrollo natural en la interacción muy bien presentado. De hecho, sólo cuando la serie opta por dejar puntas abiertas (sus últimos dos episodios, pensando en la segunda temporada) es que pierde, creo yo, efectividad. O se dispersa. Mientras se mantiene en el barco o alguna isla, y en la interacción entre los dos protagónicos, es que mejor funciona.
Alcuri: Dijiste comedia romántica y me parece muy importante destacar la sensibilidad de los guionistas para retratar el amor entre piratas. Hombres que pasaban buena parte de sus vidas encerrados con otros hombres desarrollan sentimientos genuinos entre ellos, y la serie presenta más de una relación sin patinar, dado que se encuentra en un contexto humorístico. Mientras tanto, el resto: las visitas a diferentes centros poblados y varios barcos ajenos, algunos que parecen más grandes que el Titanic, por la cantidad de habitaciones y su tamaño. Y entre aliados, venganzas y el eterno conflicto entre el ser y el deber ser, transcurre la aventura.
Santullo: Bien balanceado todo, antes que nada. Porque tampoco olvida nunca que primero es una comedia. Entonces, aunque haya temas importantes (y actuales, incluso bastante lejanos al contexto histórico) no ocupan nunca la primera plana. La primera plana está puesta en la risa, y eso se consigue siempre, sea por lo delirante de tal o cual episodio (en uno asisten a una cena de la alta sociedad en un barco, por ejemplo, y los piratas arman una estafa piramidal), o por la participación puntual de alguno de sus secundarios, en especial los villanos, ya que hay unos adversarios memorables como Izzy Hands o la temible Spanish Jackie.
Alcuri: Podríamos pasarnos un rato enumerando los momentos hilarantes, como cuando el protagonista aprende dónde deben herirlo para no morirse. Pero supongo que es mejor que las personas interesadas lo comprueben de primera mano. Una serie que, de nuevo, quizás necesita un par de episodios de changüí y que cambia de rumbo como uno de sus barcos en medio de la tormenta, pero que construye un universo al que, si todo sale bien, volveremos en una nueva temporada que estaremos esperando con la bandera pirata ondeando en el palo mayor.
Piratas de verdad
» Stede Bonnet. Un aristócrata que dejó una esposa y tres hijos para embarcarse hacia la aventura. No necesitó robar un barco, sino que lo compró con su propio dinero. Y no terminó de la mejor manera.
» Edward Teach (Barbanegra). Uno de los piratas más famosos de la historia; alcanzaba con ver su bandera para despertar el terror en sus enemigos. Disfrutó de la compañía de Bonnet y le enseñó lo que sabía. Tampoco terminó de la mejor manera.
» Israel Izzy Hands. Mano derecha de Barbanegra, es de los pocos que logró zafar de las muertes violentas de la profesión.
» John Rackham (Calicó Jack). Casado con una pirata y con otra como amante, la historia no registra interacciones con Barbanegra, pero en esta serie se toman libertades.
» Jacquotte Delahaye (Spanish Jackie). No está comprobado que haya existido de verdad, pero sí se cuentan historias sobre ella desde hace siglos.
Nuestra bandera es de muerte, de David Jenkins. Con Rhys Darby y Taika Waititi. Diez episodios de media hora en HBO Max y cables con paquete HBO como NS Now o similar.