En 1993 Bill Murray despertó en una habitación de hotel de Punxsutawney, Pensilvania, con la canción de Sonny y Cher “I Got You Babe”. Luego de una monótona jornada de trabajo, se fue a dormir y al otro día despertó con la misma música. Tardó en darse cuenta de que no era un nuevo día, sino que estaba viviendo el anterior de nuevo. Una, y otra, y otra vez.

De eso se trataba la deliciosa comedia Groundhog Day, aquí presentada como Hechizo del tiempoo El día de la marmota. El papel de Murray, un desagradable meteorólogo televisivo llamado Phil Connors, permitió a los espectadores descubrir qué haría una persona que tuviera infinitas oportunidades de hacer las mismas cosas. Pese a que la historia tenía momentos de cierta profundidad, como una sucesión de suicidios de Phil ante la imposibilidad de seguir adelante, no ahondaba tanto en el concepto de virtual inmortalidad que le confería la repetición del día.

Entre las diferentes películas y series que recogieron el guante de Hechizo del tiempo en eso de repetir el mismo día una y otra vez, hubo una que se animó a reflexionar sobre cómo se comportaría un ser inmortal, sin dejar de lado las risas que se esperan de una comedia protagonizada por Andy Samberg. Se trata de Palm Springs, dirigida por Max Barbakow, estrenada en Estados Unidos en 2020 pero agregada recientemente al catálogo de Star+.

La acción no comienza en la fría Pensilvania sino en la acalorada localidad de California que da nombre a la película. Allí se celebra una boda a la que acude Nyles (Samberg) junto a su pareja. Sin embargo, en plena ceremonia lo vemos coquetear con Sarah (Cristin Milioti), hermana de la mujer que se está casando. Después de un encuentro con una especie de guerrillero delirante (JK Simmons), Sarah termina siendo absorbida por un extraño vórtice que la hace despertar de nuevo el día del casamiento.

Rápidamente descubriremos que lo que Phil Connors era sobre el final de su película, Nyles lo es al principio de la suya: ya vivió ese día tantas veces, que conoce las reacciones de todos. La principal diferencia, la que movilizará la trama, es que ahora hay una segunda persona atrapada en ese loop. Bueno, la tercera, porque la aparición del guerrillero delirante no fue casualidad.

Y si el meteorólogo había pasado de ser un egoísta cínico a un tipo amable y comprometido con los demás, nuestro protagonista hizo el camino opuesto. Después de miles y miles de iteraciones de ese día, y consciente de ser inmortal, todo ha dejado de tener sentido. Más que las cinco etapas del duelo que se atravesaron en Hechizo del tiempo, aquí se atraviesan quinientas. Y perdón si la constante comparación con una de las mejores comedias hace que Palm Springs salga disminuida. Si bien no se convertirá en clásico, es una película muy divertida que plantea preguntas bastante interesantes.

Dos personajes atravesando la eternidad permiten que seamos testigos de sus conversaciones sobre el sentido de la vida (si es que tiene) mientras el primero le cuenta a la segunda cómo estuvo aprovechando, desaprovechando, desperdiciando y dejando pasar el tiempo en los incontables días que lleva vividos. Tantos, que ha perdido los recuerdos de muchas cosas ocurridas antes de ello.

Samberg, que demostró con creces su capacidad para el humor en series como Brooklyn Nine-Nine, sabe bajar el histrionismo si una escena se lo merece, mientras que a Milioti (recordada por su papel en How I Met Your Mother) le toca el rol de la novata que todavía tiene la capacidad de perder la paciencia y los estribos. Su compañero ya lo ha perdido casi todo.

Con ingredientes de comedia romántica, momentos de acción y revelaciones sobre los involucrados en la boda, Palm Springs logra tener una identidad bien propia, incluso por la forma en que uno de los personajes transforma su crisis en oportunidad (como dijo Albert Einstein o algún chino) e intenta zafar de una vez por todas de la constante repetición.

En definitiva, si utilizamos el puente con Hechizo del tiempo como excusa para ver la película y no como punto de comparación eterna (guiño), estaremos frente a una comedia muy recomendable, con buenas actuaciones y que realmente le saca el jugo a eso de despertarse una y otra vez para hacer siempre lo mismo. Como todos nosotros, bah.

Palm Springs. 90 minutos. En Star+.