Las adaptaciones audiovisuales de DC Comics no atraviesan su mejor momento. La fusión de las empresas Warner Bros. y Discovery llegó a que las nuevas autoridades recurrieran a la famosa política de “todo lo que se hizo antes está mal” y cancelaran proyectos que se encontraban en diferentes etapas de producción, incluyendo una película de Batichica que estaba terminada de filmar y que probablemente nunca se exhiba de forma legal. Con esto se ganaron el odio de las masas, pero se ahorraron unos pesitos de impuestos.

Entre las producciones que parecen intocables para los nuevos jefes se encuentran aquellas en las que está involucrado Dwayne The Rock Johnson, una de las estrellas más taquilleras del planeta. Este luchador profesional devenido actor luchó durante años para concretar una película sobre el antihéroe (o antivillano) Black Adam, eterno antagonista de Shazam, que se estrenará en octubre. Pero antes produjo y protagonizó, voz mediante, una cinta animada poblada de personajes de la mencionada editorial de historietas.

El más importante de estos personajes estuvo durante años desaparecido del Universo DC. ¿Por qué? Porque en 1986, después de un “borrón y cuenta nueva” llamado Crisis en tierras infinitas, Superman se convirtió en forma retroactiva en el único sobreviviente de la explosión del planeta Kriptón. Esto significa que otros seres que compartían su origen, como Superchica, Beppo el Supermono (no pregunten) y Kripto el Superperro, fueron borrados de un plumazo de la continuidad.

Con el tiempo, la mayoría de ellos regresaron a las historietas, incluyendo a Kripto, que hoy en día protagoniza Liga de Supermascotas, película dirigida por Jared Stern que comienza con el labrador blanco muy feliz por ser el mejor amigo de Superman, con quien juega en el parque, pasea por el espacio y también pelea en tándem contra supervillanos. Pero todo héroe tiene su kriptonita, y en este caso (además de la kriptonita) es una joven e intrépida reportera llamada Lois Lane.

Como en la mayoría de los mundos en que hay un Superman, su corazón pertenece a la colega del Daily Planet. Así que el perro, un poco malcriado por su dueño, se verá desplazado del lugar de privilegio por primera vez en su vida y deberá compartir la atención de su dueño. Pero no es el único inconveniente, porque en la mayoría de los mundos en que hay un Superman, también hay un Lex Luthor. El villano capilarmente impedido llegará con su más reciente plan de dominación mundial, que será rápidamente desactivado por la Liga de la Justicia (que además de Superman incluye a Batman, Wonder Woman, Aquaman, Linterna Verde y Flash).

Todos estos humanos (o humanoides) quedarán en un segundo plano cuando los animales controlen la narrativa. Es que una cobaya escapada del laboratorio de Lex Luthor adquirirá poderes e intentará seguir los pasos de su ídolo. Por suerte para el resto de nosotros, también habrá poderes para un grupo de mascotas de un refugio, quienes se unirán a Kripto con el fin de crear su propia liga que derrote a la malvada villana. Siempre y cuando el perro aprenda a trabajar en equipo.

La película, que obviamente está pensada en primer lugar para el público menudo, contiene decenas (y decenas) de guiños que harán las delicias de los fanáticos veteranos de DC Comics, incluyendo toda clase de cartelería que juega con personajes menores y hasta comercios recurrentes en las historietas. El humor también trabaja en diferentes niveles, pero el énfasis siempre estará puesto en la aventura familiar.

Un aspecto muy destacable, mucho más en este momento en el que se discute la dificultad que representa llevar a Superman a la gran pantalla, es el diseño de Metrópolis. Los espectadores del cine estamos acostumbrados a ver cómo Ciudad Gótica es presentada por diferentes directores como un lugar con muchísima personalidad, desde la decadencia de Todd Phillips o Matt Reeves hasta la exageración de Tim Burton o Joel Schumacher. Sin embargo, el sitio en el que Superman eligió vivir no suele distinguirse estéticamente de otras... metrópolis. Aquí sí, con reminiscencias de los dibujos animados de los hermanos Fleischer y de cuando a comienzos de este siglo en las historietas Metrópolis fue transformada en una ciudad futurista.

Hablando de películas de Superman, no faltan las referencias al film de 1978 dirigido por Richard Donner y protagonizado por Christopher Reeve. Desde el diseño de Kriptón en la escena inicial (que puede humedecer algún globo ocular) hasta el uso de la banda de sonido de John Williams. Sin embargo, si de momentos lacrimógenos se trata, el nudo en la garganta que seguramente les deje el “origen secreto” de Ace el Batisabueso es comparable al de algunas escenas recordadas de la factoría Pixar.

La versión que llegó a los cines está hablada en español, pero con un trabajo de doblaje muy cuidado excepto en un único personaje que aparece poco y que está menos cuidado que el resto. Cuando llegue al streaming podremos disfrutar de figuras como el mencionado Johnson, Kevin Hart, Kate McKinnon, John Krasinsky, Natasha Lyonne, Diego Luna, Olivia Wilde, Jemaine Clement, Keanu Reeves o Marc Maron. Entre muchos otros.

Con una edición veloz, mucho colorido, escenas de acción y una historia sencilla pero no por ello tonta, DC Liga de Supermascotas es un entretenimiento recomendable en especial para aquellos que quieran acercar en forma disimulada a los más pequeños de la familia a la narrativa superheroica. En especial a la de ese universo plagado de superamigos y que incluso tiene a un mono con superpoderes llamado Beppo.

DC Liga de Supermascotas (Estados Unidos, 2022). Dirigida por Jared Stern, con las voces originales de Dwayne Johnson y Kevin Hart. 105 minutos. En cines.