En 2014, las compañías circenses francesas Bazar Forain y La Minie Compagnie se unieron a la montevideana El Picadero y formaron Circo Tranzat, un espacio de cooperación e intercambio artístico fermental basado en la fortaleza del trabajo conjunto y la amistad. Surgidas en el país que se conoce como la cuna del circo contemporáneo, en virtud del apoyo que se le ha dado a la disciplina, estas dos compañías francesas tomaron como emblema el espíritu itinerante del circo, que no conoce fronteras. Con respecto a la etiqueta “circo contemporáneo”, Iván Corral, productor ejecutivo de la compañía, decía a la diaria hace un tiempo, a propósito de otro estreno, en Montevideo: “Es una modalidad que se diferencia de la corriente de circo tradicional principalmente en cuanto a criterios estéticos, y también porque el código escénico que maneja es mucho más teatral: los números de circo están al servicio de la obra y el virtuosismo no es un fin es sí mismo sino parte de una construcción más compleja”.

Foto: Patricia Rijo

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Foto: Difusión

Esa fue la semilla inicial de esta iniciativa que trajo a las dos compañías a Uruguay, las puso en contacto con los cirqueros locales y, ya con el proyecto del Tranzat en marcha, llevó a los artistas a una gira por numerosos pueblos y ciudades, en la que recorrieron Uruguay pero también cruzaron fronteras e incluso el océano Atlántico, habiendo participado en 12 festivales y llegado, por supuesto, a Francia.

El propósito inicial del proyecto Tranzatlántico era bien concreto: cruzar desde Francia a Uruguay una carpa para que funcionara como sala itinerante. Poco después, en febrero de 2015, comenzaron a instalar su carpa junto al castillo de Piria, en la ruta 37, en Piriápolis, a donde llevaron funciones de circo, cada noche, durante la temporada estival. “Con un bondi del 77, materiales desechados y mucho ingenio y creatividad se armó ese año el primer espectáculo de Circo Tranzat”, comentaban posteriormente.

Espectáculo Letoh. Foto: Patricia Rijo

Espectáculo Letoh. Foto: Patricia Rijo

Foto: Difusión

En los alrededores del enigmático castillo se reunirá este año una vez más este grupo de malabaristas, acróbatas, músicos, contorsionistas, equilibristas y tiradores de cuchillos que, entre sus destrezas y acrobacias, habilitarán un espacio enmarcado por el asombro y la risa, dos elementos centrales en las disciplinas circenses. Este año estrenan un nuevo espectáculo llamado Letoh, además de ofrecer varietés. Se trata, en todos los casos, de espectáculos de calidad en los que, con más de 15 artistas de primera línea en escena, la troupe sorprende al público con una performance intensa y variada que incluye circo, danza, teatro físico y malabares. A todo esto suman la Circoteca, un espacio de juegos para toda la familia.

“El circo es portar, ser portado, confiar, hacer reír, sudar trabajo en equipo, mucho trabajo”, definen los integrantes de Tranzat. Ese trabajo se ha traducido en estos años en distintas propuestas tanto en Piriápolis, donde ya son una referencia de la temporada estival, como en otros puntos del país el resto del año: cabe destacar que, cultores de la itinerancia, sólo un pequeño porcentaje de sus puestas son en la capital del país. Desde 2014 han acumulado 143.706 espectadores y siguen sumando cada noche. Hay funciones en cada jornada de la temporada veraniega a las 21.30, con entrada a la gorra y por orden de llegada. Los lunes y martes ofrecen varieté con artistas invitados, los miércoles y jueves, varieté Tranzat, a cargo de los integrantes de la compañía, y de viernes a domingos se puede disfrutar de Letoh.

Foto: Patricia Rijo

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