Marcada con un “1” se lee “PAGA DIOS” en la lista de canciones pegada con cinta en el escenario de madera de Medio y Medio. La distancia entre el público ubicado contra la valla de madera y el escenario es de menos de un metro, así que es fácil leer la lista. “PAGA DIOS”, la canción del dúo que conforman Ca7riel y Paco Amoroso, fue también el nombre que llevaba la gira de regreso que hicieron los argentinos hace pocos meses y que tuvo su parada montevideana en La Trastienda.

Sin embargo, ahora el contexto es otro. El show se enmarca en el festival que se hace todos los veranos desde 1995 en Medio y Medio, el club de jazz y restaurante ubicado en el corazón de Punta Ballena, a 100 metros de la playa de Portezuelo. El festival no sigue el formato habitual que tienen, por ejemplo, Cosquín Rock o el Lollapalooza, donde en dos o tres días tocan 30 bandas o más por día. Medio y Medio, en cambio, tiene una duración de 60 días con 30 o 40 shows.

Leandro Quiroga, productor musical y director artístico de Medio y Medio, explica que la idea del festival es que “tenga una lógica artística y que tenga variedad de géneros, estilos, timbres y formaciones”. También destaca el hecho de que esté dividido, una característica que considera “fundamental”. “Acá la gracia es que todos los artistas tienen 100% de mi atención y la de mi equipo”, expresa. “Si recibiera 30 bandas en tres días, con suerte tengo cinco minutos de charla con cada banda, y estas tendrían pruebas de sonido y shows muy breves”, dice al argumentar en favor de una modalidad que contrastando con otro tipo de festivales, en los que es más “difícil” tener libertad artística debido al tiempo acotado de show y de prueba.

El escenario donde se presentaron Ca7riel y Paco Amoroso se llama Parque y tiene capacidad para 300 personas. Si bien los toques se hacen desde 1995, por entonces no existía este escenario ni tampoco el escenario Fattoruso, que homenajea a los hermanos Hugo y Osvaldo y se inauguró en 2000. Este último “es un escenario tipo club de jazz, espectacular, con un piano de cola y con capacidad para 90 personas”, explica Quiroga. “Ahí tocaron Fito Páez, Charly García, Jaime Roos, Ruben Rada”, recuerda.

En 2007 se montó el escenario Parque, donde tocan la mayoría de los artistas que se presentan en el festival. Lo estrenó Luis Alberto Spinetta. “Es un gran tesoro que voy a tener toda la vida, Luis vino varias veces al festival y fue parte importante de nuestra construcción y prestigio”, dice Quiroga. Que un artista como Spinetta haya elegido el festival es algo que los músicos que pasan por ahí tienen en cuenta, ya que “prestigia la sala y el escenario”, destaca.

“Los lugares de este tipo viven de su mística, y la mística la construimos entre todos y sobre todo la construyen los artistas”. Por el escenario de Medio y Medio han pasado León Gieco, Julieta Venegas, Skay Beilinson, David Lebón y Fabiana Cantilo, entre otros. Volviendo a Ca7riel y Paco Amoroso, el organizador dice que al llegar a Medio y Medio “saben que vienen a un escenario donde todos sus maestros ya tocaron”.

Según Quiroga, la mística también se compone de la intimidad que generan los escenarios del establecimiento. “En la sala de adentro ponías el pie y tocabas el piso del músico si estabas en primera fila, en el escenario de afuera, si estirás las manos le tocás el pie al músico”. La proximidad entre el escenario y la gente fue planificada, ya que impulsa a los artistas a ser “más comprometidos y más libres en los conciertos”, dice el organizador, y agrega que esa intimidad “es motor de una mejor calidad de conciertos del artista”.

Otro ambiente

Para Quiroga, tanto en el show de Ca7riel y Paco Amoroso como en el de Dante Spinetta, que estuvo el jueves 19, los artistas hacen shows distintos de los que vienen presentando habitualmente. En este caso, Paco Amoroso dijo que luego de hacer tres canciones de sus discos, “Polvo” y “Bad Bitch”, de Ca7riel, y “Pistola desnuda”, de Paco, tenían dudas en interpretar dos que nunca hacen, pero la intimidad del escenario Parque de Medio y Medio propició que las incluyeran. Una de esas canciones fue “Mi deseo”, un single que Paco lanzó a mediados de 2020, con un tono más tranquilo y melódico y que es una pieza más íntima, diferente de todo lo que venían haciendo con Ca7riel. La otra fue “Shipea2”, de El disko, en la que el cantante tomó la guitarra para tocar su tema.

Cuando terminó “Shipea2”, Ca7riel amagó con dejar la guitarra para continuar con el show, pero Paco le habló desde el otro lado del escenario: “¿Adónde vas con esa guitarra? Quedate ahí”. Lo que siguió fue una versión instrumental de la Bizarrap Session de Paco, que salió en 2019. “Sigo comiendo de esa sesión, así que gracias, Biza”, dijo en una entrevista.

Las ocho canciones que siguieron fueron lanzadas en 2019 cuando despegaron como músicos y se consolidaron como artistas; la única excepción fue “Para afuera”, que es posterior, de 2022. El sonido electrónico con pequeños tintes de hip hop, rap y rock de estos músicos marcó un antes y un después en la escena de Argentina, ya que lo que estaban creando no se parecía a nada de lo que hacían los demás.

“Van a trascender para toda la vida porque tienen una calidad artística muy importante y una formación muy poderosa”, asegura Quiroga, quien opina que “no hay dudas de que Ca7riel y Paco van a ser artistas para muchas generaciones: recién están empezando”. “Imagino que la sensación que tuve durante el show habrá sido muy similar a la que tuvo quien haya producido los primeros shows de Fito Páez y Charly García”, comenta.

“Esta gente está formada por los grandes maestros: Jaime, Rada, Spinetta, Charly. Si no, no serían los músicos que son”, opina Quiroga. Recuerda el momento en el que se bajaron del escenario y hubo una fiesta postshow, en la que estuvieron hasta las cinco de la mañana con la banda cantando y bailando. “Dentro de la sala con el piano de la cola los chicos del grupo estaban cantando canciones de Rada y de Jaime, se saben todo el repertorio”. “Las fronteras dentro del mundo de la música se están disolviendo”, sostiene.

Para ejemplificarlo Quiroga hace referencia a los shows que ha dado todos los martes de enero el también argentino Fabián Zorrito von Quintiero. Quiroga dice que el ciclo de Zorrito –este ya es su séptimo año– muestra que las generaciones más jóvenes están reconectando con los grandes maestros. “Están volviendo a escuchar a Charly, a Fito, La Vela, Spinetta, Buitres, quien sea”, y en esa reconexión hay un regreso al rock. “El ciclo de Zorrito es un ciclo que tiene muchos años y antes costaba llenar la sala de 90. Después rebalsamos la sala de 90, lo pasamos afuera, y de las 350 localidades se vendían 150 que ya era el doble de adentro”. Quiroga cuenta que este año se llenó todos los martes con más de 300 personas. El show de Zorrito consiste en una banda que toca clásicos de rock con invitados sorpresa. “La gente viene a buscar eso, de todas las edades. El ciclo de Zorrito es una muestra muy clara”, insiste.

El leitmotiv del festival es que “el tipo más experimental del jazz se encuentre con el tipo más cerrado del rock”, algo que, afirma el organizador, es lo que los motiva a hacer el festival cada año. Por eso, dice, incluir a las generaciones más jóvenes en esta nueva edición es “fundamental” para Medio y Medio.

Festival Medio y Medio. En Av. del Parador Viejo y Brisas del Mar, Portezuelo, Punta Ballena, Maldonado. Este sábado a las 22.30 toca Miranda!, la banda argentina de pop liderada por Alejandro Sergio y Juliana Gattas. Entradas generales a $ 1.760 en venta en Redtickets.

Fechas

28 de enero: Miranda!
2 de febrero: Hugo Fattoruso & Yahiro Tomohiro
3 de febrero: Martín Buscaglia & Los Bochamakers
4 de febrero: El Cuarteto de Nos
9 de febrero: Fernando Cabrera + Rossana Taddei
10 de febrero: Lisandro Aristimuño
11 de febrero: Paulinho Moska & Mart´nalía
17 de febrero: Pedro Aznar
18 de febrero: Gustavo Cordera
19 y 20 de febrero: Os Paralamas do Sucesso
24 de febrero: Laura Canoura
25 de febrero: La Triple Nelson + Sergio Dani