Los exitosos guionistas y directores Mariano Cohn y Gastón Duprat, creadores de productos como El encargado (2022), Mi obra maestra (2018) y El ciudadano ilustre (2016), se ponen al hombro la difícil tarea de juntar a dos enormes actores en una misma serie: Luis Brandoni como protagonista y el icónico Robert de Niro con una participación especial (fundamental para el desenlace de la historia) y voz en off. Nada, la nueva miniserie argentina de Star+, tiene además otros actores de lujo: Silvia Kutika, Majo Cabrera, Enrique Piñeyro, Gastón Cocchiarale, Guillermo Francella, Daniel Araoz, Cecilia Dopazo y María Rosa Fugazot.
La cálida comedia narra los días de Manuel Tamayo Prats (Brandoni), un sofisticado dandy amante del arte y crítico gastronómico, tan temido como admirado por sus mordaces reseñas en restaurantes que nunca parecen estar a su altura. A Tamayo se le derrumba el mundo cuando sorpresivamente fallece su eterna asistente Celsa (Fugazot), quien le ha resuelto la vida en los últimos 40 años. Angustiado y desorientado, se da cuenta de que no sabe hacer absolutamente nada y decide contratar a la novata e ingenua Antonia Noguera (Cabrera, una increíble revelación), una simpática paraguaya que claramente sabe tan poco como él pero a la cual Manuel, quizá por desesperación, decide darle una oportunidad.
El entrañable vínculo entre ellos será el eje emocional de esta historia, que muestra un interesante choque cultural y generacional. La transformación de Manuel, quien siempre alardeó de su experiencia como crítico gourmet disfrutando de ser ridículamente exigente e infinitamente irritante y mañoso, reimpulsará su carrera y su vida pero desde el lugar de la sencillez. Para presentar su demorado libro le pedirá ayuda a su amigo neoyorquino, el reconocido escritor y periodista Vincent Parisi (De Niro).
El sarcasmo, siempre presente en las historias de Cohn y Duprat y brillantemente ejecutado por un Brandoni más sagaz que nunca, es el hilo conductor de este inteligente relato sobre la redención de un hombre ácido y pedante que aprenderá, gracias a la simpleza de una joven mujer, sobre el cariño y empatía. El filoso guion es una ingeniosa crítica a las costumbres que parecen más aparentar que ser, al esnobismo y a la pose foodie; muestra con ironía y justa amargura a los híbridos de la cocina moderna y aboga por la necesidad de volver a lo genuino de la comida sencilla conectada a las emociones.
La estética es típicamente porteña: la comida, locaciones, personajes y dichos lo marcan, así como la particular obsesión de los argentinos por averiguar cómo son vistos desde afuera. En este sentido, es un lujo tener al fascinante Robert de Niro explicando la diferencia entre “boludo” y “pelotudo” y recomendando el bife a caballo.
Nada. Cinco capítulos de 30 minutos. En Star +.