Es imposible imaginar contenido protagonizado por el ratón Mickey, viejo o nuevo, en el catálogo de una plataforma de streaming que no sea Disney+. Es que Disney, empresa líder en entretenimiento de masas, mantiene un férreo control sobre sus propiedades intelectuales (este párrafo está repleto de vocablos industriales, pero es adrede).
A Warner Bros no le va tan bien en materia económica y en los últimos tiempos ha tomado medidas polémicas para hacer caja, como cancelar películas terminadas de filmar, para así descontar unos impuestillos. O permitir que antiguas series y películas protagonizadas por los superhéroes de DC, que le pertenecen, estén disponibles en Amazon.
Con Batman en particular ocurre algo aún más notable. Dos productos originales protagonizados por el hombre murciélago firmaron su debut mundial en Prime Video, la plataforma de streaming de Amazon. Uno es una nueva serie animada que hereda el espíritu (y alguno de los creadores) de la impresionante Batman: la serie animada, que sacudió las pantallas televisivas en la década del 90. Pero para eso todavía falta. Lo que sí ya puede verse en Prime es Un pequeño Batman navideño.
La producción de esta película animada comenzó bajo la égida de Warner Bros, así que no hay que agradecerle a su actual hogar las decisiones creativas que la convierten en un divertimento delicioso para toda la familia. En realidad hay que agradecerle al director Mike Roth y al ejecutivo que le encargó un largometraje inspirado en la obra del ilustrador inglés Ronald Searle.
Para buscar referencias un poco más populares, Merry Little Batman (tal es su título original) tiene toques de ilustradores amantes del humor negro como Charles Addams o Edward Gorey. Con líneas que no se mantienen quietas y un diseño de personajes, vehículos y locaciones que juega con la belleza de lo feo, la obra final parece levantada de un libro álbum para chicos y termina siendo muy original y muy entretenida. ¿Mencioné lo entretenida que es?
El protagonista de la aventura es Damian Wayne, y si ustedes no son extremadamente comiqueros es posible que no sepan quién es. En 2006 (muy poquito tiempo para un personaje creado en 1939), Batman descubrió que tenía un hijo preadolescente, fruto de su relación con Talia al Ghul, hija a su vez de Ra's al Ghul, supervillano que consideraba a Bruce Wayne como el yerno perfecto.
Este jovencito salido de la mente de Grant Morrison y Andy Kubert (quienes tomaron como referencia una historieta de 1987) había sido entrenado por la Liga de Asesinos que controla su familia materna, así que sus primeras apariciones en las viñetas de DC fueron con una personalidad volátil y creyéndose mejor que todos. No en vano su padre es un poquito agrandado en ese sentido.
El Damian de Un pequeño Batman navideño tiene ocho años y es bastante más tranquilo. Vive en la mansión Wayne junto a su padre y a Alfred, el mayordomo más paciente del mundo. No tienen mayores conflictos hasta que el chiquillo quiere acompañar a Batman a su primera misión en mucho tiempo (la historia comienza con Gotham City completamente liberada del crimen).
Luego de una serie de sucesos graciosos, Damian termina solo en la mansión, que es copada por un par de bandidos tontos. Si esto les recuerda a la trama de Mi pobre angelito no es casualidad; un buen tramo de la película tiene al niño defendiendo su hogar de los invasores, haciéndolos sufrir un dolor físico similar al que sufrían los bandidos mojados por parte de Kevin McCallister.
Podría haber sido un cortometraje que empezara y terminara en esa escena, pero aquí hay bastante más, porque los villanos más recordados de la ciudad (seguro los conocen por haber aparecido en una o más películas con actores) están preparando el regreso perfecto, y las acciones de un Damian que salta primero y piensa después se convierten en ingrediente imprescindible para arruinar la Navidad gótica.
Por supuesto que todo saldrá bien, que Batipadre y batihijo aprenderán la lección, que los malos recibirán su merecido y que ningún habitante de la ciudad más castigada de las historietas se quedará sin su regalo. Pero para llegar a ello atravesaremos escenas cargadas de humor, de acción bien coreografiada y hasta de música que combina ritmos modernos con temas orquestados que recuerdan a los del cine.
Simpáticas reflexiones sobre la confianza y la paternidad enmarcan una aventura que puede ser disfrutada por padres e hijos, o combinaciones de personas de la edad que sea. Diversión superheroica a todo color, ambientada en la celebración de estos días. No se me ocurre un plan mejor para el fin de semana.
Un pequeño Batman navideño, de Mike Roth. Con las voces originales de Yonas Kibreab, Luke Wilson y James Cromwell. 92 minutos. En Prime Video.