La rica historia del movimiento feminista, muy poco difundida a nivel curricular, incluye a la enorme Lidia Poët; reconocida como la primera mujer abogada de Italia, su ambición de ejercer su profesión provocó un debate nacional sobre si las mujeres podían ocupar cargos públicos y desempeñarse en el campo de las leyes. La fascinante vida y carrera de Poët, firme defensora de los derechos de las mujeres, los niños y otras minorías en pleno siglo XIX, ha sido una gran inspiración para el feminismo y la lucha por la igualdad, ya que, pese a haberse graduado con honores en derecho, una sentencia del tribunal de apelaciones de Turín declaró ilegítima su admisión en el colegio de abogados.
La nueva serie italiana de Netflix, La ley de Lidia Poët, toma a esta figura histórica para ofrecer una atrapante narración de suspenso y construir casos de misterio a su alrededor mientras pelea, en medio de la opresión y hostilidad hacia las mujeres, para que la tomen en serio en su profesión. Esta miniserie de época está dirigida por la reconocida cineasta Letizia Lamartire (Roberto Baggio, la Divina Coleta, 2021) y protagonizada por la encantadora Matilda De Angelis (The Undoing, 2020), quien se pone en la piel de esta audaz mujer que intentará revocar la decisión de prohibirle ejercer la abogacía y se enfrentará con firmeza a un sistema judicial injusto y patriarcal.
La serie refleja a la perfección cómo Lidia fue rechazada por el solo hecho de ser mujer, menospreciada y humillada en su profesión y, aun así, siguió adelante con furia y determinación. Es un personaje deslumbrante: es inteligente, sarcástica, ingeniosa, irreverente y no acepta un no como respuesta. Al igual que la argentina Cecilia Grierson en la medicina o la uruguaya Clotilde Luisi también en la abogacía, Poët fue una mujer que se hizo camino en la profesión que le apasionaba sin importarle el qué dirán o los mandatos del momento y sus precursoras ideas fueron la apertura para una sociedad más justa en Italia, con la consagración, por ejemplo, del derecho al voto femenino.
Si bien la batalla de Lidia por sus derechos es lo más interesante y el gancho principal, es también una brillante serie policial muy sherlockiana en su formato y excelentemente ambientada a finales del siglo XIX. Para la joven Poët, el fin justifica los medios y al no poder ejercer la abogacía inteligentemente se apoya en la ayuda de su hermano Enrico (Pierluigi Pasino), a quien le ofrece ser su asistente, y en el semideconstruido periodista Jacopo (Eduardo Scarpetta) para resolver nuevos misterios en cada capítulo. Nos da así una trama enriquecida con el giro de que su personaje principal intenta romper la repugnante misoginia del sistema legal y ser habilitada para ejercer su título.
La combinación de la historia real de Lidia con la intriga de los casos policiales, distintos en cada capítulo pero que avanzan en una línea temporal, dan como resultado una serie adictiva con una espectacular recreación de época que se acopla a la perfección con una moderna banda sonora. Es sencillamente atractiva y una pequeña joya de vestuario, locaciones y actuaciones.
Con una justa dosis de humor negro y tensión sexual, y llena diálogos inteligentes sostenidos por un sólido guion, La ley de Lidia Poët es un apasionante drama procesal y una hermosa narración de una mujer adelantada a los tiempos, pionera y figura imprescindible del feminismo.
La ley de Lidia Poët. Seis episodios de entre 40 y 52 minutos. En Netflix.