Hay que agradecer que existen todavía series de consumo fácil, que no por ello son indistinguibles entre sí. Por cada Reacher, Terminal List o Bosch que aparece tenemos un The Night Agent (de inexplicable éxito para algo tan mediocre), la interminable The Blacklist o la penosamente fallida The Old Man. Es decir, las hay mejores y peores. Se puede asegurar que El novato se encuentra entre las primeras.

Aunque tiene el mismo nombre (en su original en inglés) y gran parte del mismo concepto que The Recruit (2003, Roger Donaldson), que también contaba la historia de un joven agente de la CIA, El novato es una idea original. Se nos presenta a Owen Hendricks (Noah Centineo), un flamante abogado que pasa a formar parte del departamento legal de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense. Pero lo que el joven imagina como una labor fundamentalmente burocrática pronto se complica al encarar su primera tarea.

Entre las innumerables llamadas a las líneas telefónicas de la agencia con todo tipo de denuncias, Owen registra una que suena peligrosamente verosímil: una mujer ucraniana encarcelada en Arizona amenaza con revelar todo lo que sabe si no la sacan de prisión. Y parece saber demasiado.

Por tanto, Owen se traslada para conocerla y así comienzan sus desventuras en el alto mundo del espionaje, la traición, la desconfianza. El joven no está preparado para proteger la seguridad internacional, pero sí, inconscientemente, muy bien predispuesto.

El novato resulta ser una gran sorpresa, puesto que empieza como una serie descartable, pero sus giros impredecibles, la tensión del mejor thriller de espionaje y unos estupendos golpes de humor muy bien metidos la destacan rápidamente por encima de la media.

Mucho se debe al gran protagónico que compone Centineo, con mucho timing para la comedia y una gama de reacciones y gestos a la orden de la trama. Visto recientemente en un rol por demás secundario en Black Adam, el actor demuestra tener mucha pasta, llevando sobre sus espaldas el relato y jugando a varias bandas en todas las interacciones, tanto con la ucraniana Max como con su lacónico jefe (Vondie Curtis-Hall) o sus amigos por fuera de la agencia (Fivel Stewart y Daniel Quincy Annoh).

El novato es entonces un thriller moderno pero que abreva directamente del viejo relato de espías con mucho viaje, escenas de acción y situaciones límite, como hemos sabido disfrutar siempre. Cierto es que sobre el final se abusa de los secundarios cuando ya no vienen a cuento de nada, y cierra en tremendo cliffhanger pensado para continuar en una segunda temporada (ya confirmada), pero se lo perdonamos porque llegamos hasta ahí muy entretenidos.

El novato. Ocho episodios de 60 minutos. En Netflix.