“Para mí, es el teatro más lindo que hay acá, obviamente. Les da una escenografía a los shows que pocos teatros tienen, y a nivel acústico suena increíble, no sólo para el público, sino también para los músicos. Entonces, están todas las condiciones dadas para hacer un show buenísimo”, dice la cantante Maia Castro sobre el concierto que brindará este sábado en el teatro Solís. Será la segunda vez que tocará en el legendario recinto capitalino, ya que también presentó allí Quinto (2018), su último disco de estudio.

En esta oportunidad, la cantante trae un nuevo espectáculo, que une “pasado, presente y futuro”, ya que, además de repasar su camino musical, que empezó con el disco que lleva su nombre y apellido como título, de 2007, también tocará con el cuarteto de guitarras que la empezará a acompañar de aquí en más, conformado por Santiago Peraza, Jacinta Bervejillo y Diego Oyhantcabal en guitarras, y Mauro Hernández en guitarrón.

Con este formato interpretará un repertorio de Alfredo Zitarrosa y Amalia de la Vega. La cantante subraya que quizás De la Vega no es tan conocida, sobre todo para su generación –Castro nació en 1980– y la gente más joven, entonces su idea es volver a poner en escena su música. Pero también volver a poner arriba del escenario a un cuarteto de guitarras acompañando a la intérprete, “algo que está un poco olvidado y perdido”, porque hay cuartetos instrumentales, pero el formato clásico, con cantante, no tanto.

Castro resalta que los cuatro guitarristas que la acompañarán fueron alumnos de Eduardo Toto Méndez, pope de las seis cuerdas uruguayas, que falleció recientemente –en setiembre de 2022– y que supo arropar con su sonido la voz de Zitarrosa, luego de que el cantautor volvió del exilio, en 1984.

La cantante subraya que el sonido de las cuatro guitarras es “impresionante” y recuerda que en la pandemia estuvo trabajando con un dúo de seis cuerdas –porque tocar con banda era casi imposible, dadas las restricciones–, y ya en esos momentos empezó a barajar la idea de armar un cuarteto. “Cuando ensayamos por primera vez, en casa, en febrero de este año, y escuché que empezaron a sonar las guitarras, me reí sola de la emoción, más que nada, de escuchar esa sonoridad, que es alucinante”, recalca.

Además, subraya que la música de Zitarrosa la acompaña desde toda su vida, primero por sus padres y luego por elección personal; de hecho, ya en su primer disco grabó una versión de él, “Zamba por vos”. “A Zitarrosa lo escucho y me eriza la piel, y no es una frase hecha, es real”, acota. En el caso de Amalia de la Vega fue diferente, porque hasta hace diez años “no tenía idea” de quién era. Pero varias personas le comentaron que su forma de cantar les hacía acordar a la de la fallecida cantante, y entonces empezó a investigarla y “cuál era el vínculo misterioso” que tenía con una persona que creía que nunca había escuchado.

“Entonces me volqué a escuchar bastante de su obra y también surgió una necesidad de traer sus músicas. Si bien fue compositora, la gran mayoría de las canciones que grabó fue como intérprete, y me parece que, así como me pasó a mí, hay mucha gente que tampoco tiene idea de quién es y no conoce la riqueza de su música”, subraya.

Castro dice que su plan es grabar canciones con el cuarteto de guitarras, del repertorio de Zitarrosa y del de De la Vega. Porque a la hora de pensar en un posible disco no se obliga a componer, hace canciones cuando así lo siente. “No tengo la necesidad de decir ‘voy a hacer un disco que sea 100% de composiciones mías’. Me gusta interpretar, y eso de ponerme en un personaje, de vestir otra piel. Me divierte mucho y me parece un desafío reinteresante”, agrega.

Yendo al presente, en una sección del espectáculo del sábado habrá un quinteto de cuerdas, para traer al escenario parte del trabajo que hizo con distintas orquestas, como la Filarmónica y la Banda Sinfónica de Montevideo. “Es algo que tampoco había hecho nunca: trabajar con un quinteto de cuerdas y traer este mundo más sinfónico. Participé en shows de orquestas pero no había incorporado esa sonoridad en un show mío. Va a ser algo súper especial y puntual para esta ocasión”, subraya.

Por último, en cuanto al pasado, Castro se presentará con su banda de siempre, integrada por Horacio Di Yorio (piano, acordeón y arreglos), Santiago Peraza (guitarra), Matías Craciun (violín), Juan Pablo Szilagyi (contrabajo eléctrico) y Federico Blois (batería y percusión). Con su grupo, la cantante recorrerá las canciones de sus cinco discos de estudio.

Maia Castro sábado a las 21.00 en el teatro Solís. Entradas por Tickantel, desde $ 500 a $ 1.000. Hay 2x1 para suscriptores de la diaria.


La Tabaré en La Experimental de Malvín

La banda comandada por Tabaré Rivero anda a pleno, adelantando canciones de lo que será su próximo disco, Urutopías. Hace un mes se publicó el primer corte de difusión, “¡A renacer!”, y la semana pasada vio la luz –en plataformas digitales– el segundo adelanto, “La euforia”, un rock & roll enfurecido –mitad rockabilly, mitad punk–, rebelde e irreverente, una oda a la anarquía que recuerda a La Tabaré más clásica, de los primeros dos discos: Sigue siendo rocanrol (1987) y Rocanrol del arrabal (1989).

Ambas nuevas canciones seguro sonarán este sábado en La Experimental de Malvín (Decroly y Michigan), desde las 21.00, donde La Tabaré se presentará en vivo, en el marco de su gira “barrial y misteriosa”. Quedan pocas entradas, por Tickantel, a $ 500.

Gato Eduardo y compañía

Este sábado a las 22.00 en el bar Mitre (Bartolomé Mitre y 25 de Mayo) habrá una cita de rock y blues de barrio, comandada por Gato Eduardo, rememorando el recinto de los 80, el Templo del Gato, junto con Carlos Bognano (bajo), Carlos Tipoldi y Numa Rey en guitarras. Además, también se presentará el cantautor Hugo Trova. La entrada es un “bono de arte”, no obligatorio, a $ 150.

Cuatro Pesos de Propina

La banda de rock y ska se presentará este sábado a las 21.00 en la Sala del Museo (Rambla 25 de Agosto y Maciel). Las entradas se consiguen por RedTickets a $ 670.