La comedia dramática Las semanas mágicas narra las historias de tres parejas que hacen lo imposible para sacar a flote sus relaciones mientras enfrentan los avatares de la crianza moderna. Basada en la novela homónima de Frank Plooij y Hetty van de Rijt, la película de Países Bajos está dirigida por dos especialistas es comedias románticas, Appie Boudellah y Aram van de Rest (A la mierda el amor... otra vez, 2022).
No es frecuente que el cine aborde sin edulcorante temas como la maternidad y el embarazo. En cambio, Las semanas mágicas nos muestra el lado B: vínculos que se destruyen y se reconstruyen con la llegada de un bebé.
En ese rompecabezas está Anne (Sallie Harmsen), una exitosa abogada que, tras tener a su hija, debe volver a su trabajo mientras transita una gran crisis con su marido Barry (Soy Kroon); está Kim (Katja Schuurman), quien está casada con Roos (Sarah Chronis) y ambas crían a sus hijos que concibieron con la ayuda de un donante de esperma, su amigo Kaj (Louis Talpa); y, por último, están Ilse (Yolanthe Cabau) y su esposo Sabri (Ilias Ojja), una pareja interracial a la que le cuesta llegar a un acuerdo en cómo criar a su hijo.
Kim es la fundadora de Mamás para Mamás, un club cuyos miembros se ayudan mutuamente a lidiar con las presiones de la maternidad: el posparto, la lactancia, el exceso de información sobre el desarrollo de los bebés, la difícil compaginación de la vida laboral y familiar, la culpa por el deseo de la realización personal más allá de los hijos, la sexualidad y la división de tareas de crianza dentro de la pareja.
Es genuino el abordaje de asuntos como la destrucción de viejos vínculos y el abrir paso a nuevas formas de relacionamiento que implica la llegada de los hijos. También se trata con honestidad la tensión a la que son sometidas las parejas con un recién nacido como foco central de sus vidas. La desaparición de la pasión, olvidarse uno del otro, dinámicas cotidianas complejas y ritmos de vida que atentan contra el ideal tradicional de crianza son mostrados de forma que se contrapone al estereotipado concepto de vida familiar casi que trágica.
The Wonder Weeks es una comedia soft lo suficientemente entretenida como para sentir conexión con sus personajes (especialmente con Anne, la más “imperfecta” de todas) y para encontrar sintonía con la mayoría de las situaciones. Y ese es quizá el mayor acierto de esta película: llegarnos desde el lugar de las emociones y la empatía y acercarnos a la maternidad (y paternidad) con una perspectiva un poco más alegre y liviana que la que estamos acostumbrados.
Las semanas mágicas. 110 minutos. En Netflix.