En plena efervescencia electoral argentina, llegó Doble discurso al catálogo de Prime Video. La película, mezcla de romance con lucha de poderes, está escrita y dirigida por Hernán Guerschuny (Casi feliz y próximamente Nahir, sobre el caso policial de Nahir Galarza), y protagonizada por un elenco de lujo: Diego Peretti, Julieta Cardinali, Rafael Ferro y Víctor Laplace, entre otros.
Peretti encarna al Griego, un reconocido asesor de imagen de políticos de la vieja escuela y especialista en persuasión, pero poco atractivo a los ojos de la belleza hegemónica reinante. Ricardo Prat (Ferro) es un inexperto candidato a presidente, exdeportista de élite pero intelectualmente limitado. El equipo de Ricardo contrata al Griego cuando Camila Hewell (Cardinali), una periodista recta y combativa, expone su pasado misógino y turbios negocios familiares. Con la ayuda del Griego, Prat cambiará su imagen con un discurso modernizado y progresista, conquistando no sólo al electorado sino también a la propia Camila.
Doble discurso navega con comodidad entre la comedia romántica y la sátira política. Vale la cita de Cyrano de Bergerack, de Edmond Rostand, “Tu belleza y mi ingenio serán tu espuela. Los dos formaremos un héroe de novela”: el lindo y el inteligente unen fuerzas para conquistas tanto románticas como electorales, con los consiguientes enredos.
Por otra parte, Doble discurso dice algo sobre los nuevos políticos que parecen ir ganando terreno gracias a esa especie de laboratorio de líderes carismáticos. Específicamente, ahonda con humor en el ambiente de los outsiders que aparecen repentinamente, sin historia pero con una arenga lo suficientemente convincente como para seducir a un electorado decepcionado.
La peligrosa tendencia de ver a los políticos más como un producto marketinero vendible y consumible que como portadores de ideas marca y atraviesa la historia romántica de fondo. Las dotes para la comedia del trío protagónico son innegables y aquí suman una buena y sólida química. Peretti vuelve a demostrar su capacidad de mantener prácticamente solo sus personajes y parece ser, desde su icónico Ravenna en Los simuladores, un especialista en montar realidades.
Doble discurso. En Prime Video. 113 minutos.