Las argentinas Julieta Dorronsoro y Mery Vanborder son Las Magdalenas. Con María Elena Walsh, Magdalena Fleitas y Luis Pescetti como sus principales referencias, vienen para presentar su espectáculo Semilla, “un encuentro de canciones donde se ponen en juego melodías y poética propias, juegos corporales, trabalenguas, emociones hechas canción, canciones que les cantan a las infancias y a nuestro privilegio de acompañarlas con amor y respeto”. La cita es en la sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional Adela Reta el sábado y 5 el domingo 6 a las 15.30 y las entradas están a la venta por Tickantel; hay 2x1 para Comunidad la diaria.

En 2015, ya con un largo recorrido –Dorronsoro con una fuerte influencia de la música latinoamericana y Vanborder de la música clásica–, se juntaron para formar Las Magdalenas y ese mismo año presentaron su primer espectáculo, Canciones para crecer jugando, como llamarían también a su primer disco. En sus nueve años de camino a dúo, trabajaron junto con artistas como Dúo Karma, Pim Pau y Vuelta Canela. El año pasado publicaron su segundo disco, Canciones chiquitas y visitaron Uruguay en el Encuentro de la Canción Infantil Latinoamericana y Caribeña. “En esa oportunidad estuvimos en Ciudad de la Costa. Este año realizamos por primera vez una gira en este país, llevando nuestro espectáculo Semilla y talleres para familias y docentes”, cuentan.

Su versión de la bellísima “Canción para bañar la luna”, del disco Canciones para mí de María Elena Walsh, de 1963, es una buena carta de presentación: despojada, con ukelele y bombo, encuentra la potencia en las voces del dúo, cristalinas y sin estridencias, vehículo transparente de la poesía del texto. Sobre esta influencia comentan: “María Elena Walsh es nuestra autora de referencia. Tiene que ver con nuestras propias infancias y con cómo hoy pensamos y creamos para ellas. Sostenemos que la propuesta tiene que ser amorosa y atravesada por una poética. La ternura es nuestra revolución y desde allí es que nos disponemos a crear canciones, juegos, momentos sensibles para compartir, dejándonos llevar por los diferentes géneros musicales, convencidas de que lo que es para las infancias no tiene por qué ser infantilizado”.

Cantan con Susana Bosch

En las funciones de este fin de semana, Las Magdalenas tendrán la visita de Susana Bosch, referente indiscutida de la música para la infancia, integrante del legendario Canciones para no dormir la siesta y que sostuvo en las últimas décadas una trayectoria en ese ámbito, junto con el de la docencia y la comunicación: durante 15 años (de 2005 a 2020) condujo el programa Para escucharte mejor, que se emitía en Emisora del Sur, un espacio que, además de divulgar música para la infancia diversa y de calidad, propiciaba un delicioso diálogo con los pequeños oyentes que se extraña en el dial.

Sobre este encuentro en el escenario, las integrantes de Las Magdalenas cuentan: “Gracias a [la productora] Celia Abramavicius llegamos a ella. Sabemos que es una referente muy importante para la música infantil en Uruguay y, además, que ha tenido mucha injerencia en acompañar y sostener musicalmente a las familias durante la dictadura y en la vuelta a la democracia. En este sentido creemos que hay un fuerte vínculo con nuestra cantautora de referencia. ¡Que forme parte de nuestro espectáculo nos da mucha alegría!”.

Bosch, por su parte, comenta: “A Las Magdalenas las conozco a través de su música y del Movimiento de la Canción Infantil Latinoamericana y Caribeña, al que pertenezco. Sus canciones han estado presentes en mi programa de radio Para escucharte mejor”. Bosch desarrolló una carrera solista que dejó discos imprescindibles, como Hacemos de cuenta, Canciones chiquitas y el bellísimo Las canciones de Mateo, en el que rinde tributo al singular músico Eduardo Mateo. Sobre su vínculo con el público, dice que “siempre ha sido maravilloso, desde la época de Canciones para no dormir la siesta”. “Hoy me encuentro en distintos ámbitos con los hijos y nietos de aquellos espectadores. El trabajar en forma paralela con la música en la educación hace que siempre esté actualizada con la infancia. Los niños y niñas siguen siendo los de siempre, lo que ha cambiado es el entorno, las circunstancias. El mundo ha cambiado, pero la esencia infantil sigue siendo la misma”, agrega.

Consultada sobre la música para las infancias en la actualidad comenta: “El panorama de la cultura y la música, en particular, sigue siendo difícil en nuestro país, donde no se recepciona la gran herramienta de transformación que esto significa. Se habla y se insiste con ‘el entretenimiento’, pero la cultura en general es mucho más abarcativa. Llevar a un niño o niña al teatro no es sólo para entretenerlo en vacaciones de julio, es la adquisición de un lenguaje universal, el despertar de emociones, sentimientos, pensamientos. Esto me lo transmite desde hace cinco décadas el público que nos ha acompañado. Sin embargo, la música dirigida a los niños es vista como un género menor y, como consecuencia de esto, los grandes exponentes actuales de este género en nuestro país siguen remando contra la corriente; a ellos, mi apoyo incondicional desde siempre. Y a quienes se atreven a cruzar el charco para brindar lo que hacen, como Las Magdalenas en esta oportunidad, allí estaremos”.


Únicamente criaturas

Un montón de anécdotas. La magia de narrar. En la performance que presentan este domingo a las 15.30 en la sala Camacuá, el escritor argentino Hernán Casciari –director de la revista Orsai, publicó en la editorial homónima diversos títulos, entre ellos, en colaboración con el ilustrador Gustavo Sala, Papelitos (un libro infantil para entender la crisis financiera), que inaugura su serie para niños– y Sala combinan narración, humor e ilustración.

La propuesta se dirige a todas las edades y se ofrece como una experiencia divertida para compartir en familia y con amigos. Mientras Casciari comparte con el público una colección de historias de su infancia, Sala les da vida con sus ilustraciones, que se proyectan en pantalla gigante. Con el humor como eje y con un montón de historias “llenas de momentos memorables de travesuras infantiles, vergüenza y descubrimiento”, seguramente sea una oportunidad de nostalgiar la infancia y de reírse con ganas.

Morosoli en sala Lazaroff

Este domingo a las 17.00, la Ovidio Titers Band presentará El viaje de Morosoli en la sala Lazaroff (Intercambiador Belloni, primer piso). La obra, recomendada para niños a partir de seis años, es una recorrida sensorial y lúdica por los relatos de Perico, de manera participativa y dinámica. Títeres, música, audiovisual, narración, fotografía y exposición de ediciones antiguas conforman la propuesta que se propone, dar a conocer la obra del autor criollista.