Desde la profunda necesidad de reconstruir una parte de su historia, la joven directora argentina María Zanetti presentó su ópera prima, Alemania, un cálido drama acerca de la iniciación a la edad adulta, atravesado por la complejidad de las relaciones familiares y los trastornos de salud mental, que resulta una historia muy personal pero a la vez universal.

La película se estrenó en el Festival de San Sebastián en setiembre y tuvo un importante recorrido: fue premiada en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en el Festival Iberoamericano de Cinema (Ceará) y tuvo una mención especial del jurado en el Festival Internacional de Cine de Punta del Este.

Zanetti es también la guionista de esta historia, que está basada en lo que ella misma atravesó en la vida real a partir del trastorno bipolar de su hermano Mariano, fallecido en 2019, y fue el impulso para la realización del film.

Situada en la década de 1990 –antes de que la tecnología gobernara abiertamente nuestras vidas–, la película retrata la contradictoria época de la adolescencia y narra con abrumadora sencillez las dudas y conflictos de Lola, una argentina de 16 años de clase media encarnada por la debutante Maite Aguilar.

Lola va a la secundaria y debe salvar las materias que tiene pendientes, pero todo cambia cuando le llega la oportunidad de ir a estudiar a Alemania. Desea ir, pero a su familia, absorbida por el trastorno de salud mental de su hermana mayor, Julieta (Miranda de la Serna), no le parece conveniente. El desgaste en la relación familiar hace que Lola persista en su deseo y salga a buscar otras vivencias, lo que le da una nueva mirada sobre sí misma, en el comienzo de un intenso proceso de autodescubrimiento.

La historia se centra en el pasaje a la adultez de Lola, pero también en su relación con Julieta y en contar ese trastorno bipolar a través de los ojos de una hermana menor que intenta descifrar qué le pasa a su hermana al mismo tiempo que se está descifrando a sí misma. Además, todo ocurre en la adolescencia, la etapa más revolucionada de la vida, atravesada por muchas incertidumbres y descubrimientos.

Salud mental, independencia y crecimiento adolescente son abordados con la sensibilidad propia de la autorreferencialidad de la directora (ella misma lo define como una etapa de “largo duelo”). Zanetti nos cuenta el día a día de Lola, la hermana mediana de una familia en crisis en una época en crisis, con unos padres gobernados por las preocupaciones y una hermana con comportamientos erráticos y violentos. A la vez, preserva la típica impronta adolescente e ilusionada por ese posible viaje de intercambio.

La trama avanza de forma conmovedora y pausada, transmitiendo el conflicto interno de Lola entre sus propios deseos de realización personal en medio de las adversidades y las responsabilidades familiares que la frenan. El guion logra capturar magistralmente la tensión, melancolía y vulnerabilidad de Lola, que oscila entre sus anhelos de libertad cuasi adulta y la empatía con su familia fracturada. Lola aprende a construir su intimidad fuera del hogar disfuncional; encuentra calma y refugio en la casa de su abuela y en la de su mejor amiga, Tati, en un retrato brillante de ese continuo estado adolescente de querer irse de donde se está.

De apariencia austera, Alemania resulta una película entrañable, colmada de largos silencios y reflexiones, mientras explora con profundidad el complejo entramado de las relaciones familiares y relata los trastornos mentales y su onda expansiva con realismo y sensibilidad. Derriba tabúes acerca de la salud mental y muestra cómo aún ocurre lo de sentir vergüenza y querer esconder a la persona afectada. Alemania es una historia pequeña contada de una manera emotiva, sin golpes bajos, que relata cómo, a pesar de los tropiezos, las oportunidades, la risa, la ilusión y la vida siguen.

Alemania 87 minutos. En Max.