La Sala Zitarrosa será el lugar donde este sábado la cantautora sanducera de raíz folclórica Catherine Vergnes dará el espectáculo de cierre de una gira que empezó el 2 de junio de 2023, en el que repasará canciones de sus tres discos y habrá un segmento de repertorio de folclore latinoamericano.

La artista subraya que fue una gira muy larga, en la que no paró y que la llevó a recorrer todo el interior del país y también Argentina y Brasil. “Ha sido maravilloso. A nivel personal, porque siento una satisfacción enorme con el equipo que tengo armado y con todo el funcionamiento de nuestros espectáculos, con cómo hicimos la propuesta para la gente. Y a nivel de público superé la expectativa de lo que pensaba, porque en cada lugar agotamos y se llenó de gente, en el horario que sea”, cuenta.

Vergnes piensa que la buena recepción de su propuesta artística está relacionada a que despertó “el gusto por nuestra música folclórica”, y destaca que el verbo que utiliza es despertar porque hay mucha gente que se le arrima para comentarle: “Yo nunca escuché folclore, pero empecé a escucharlo por vos”. Agrega que así es que hay gente que empezó a acercarse a las tradiciones e ir a los festivales del interior, que la hacen relacionarse “con las vivencias más camperas”.

La cantante cuenta con tres discos de estudio publicados, Cautivante (2015), Soy campera (2020) y Refugio (2023), y ya desde su debut discográfico se palpaba su estilo guitarrero que bebe de las aguas de la música folclórica uruguaya. Vergnes subraya que, desde su primer disco, que lo grabó a los 19 años, estaba en su cabeza que, si se hacía conocida, quería hacerlo con sus canciones, las letras que salen “de su alma”, las cosas que quiere decir y el estilo que a ella le gusta. “Si se me acerca la gente, que sea por lo que me nace a mí, mi autenticidad, y la verdad que ha sido el mejor camino. Obviamente, capaz que es el más lento, pero es el más perdurable también. Eso está en mi mente desde que era muy chica. También mis maestros y mi contexto familiar me lo han hecho saber”, subraya.

Vergnes dice que, por ejemplo, hay quienes se basan en las reproducciones y en la estadística de las plataformas digitales, pero “lo que importa acá es que vaya creciendo de a poquito, pero seguro, y que la gente esté ahí por tu autenticidad”. “Y ese ha sido el resultado máximo y es también una de las respuestas de por qué pasa que hoy en día nuestros espectáculos se colman de gente”, dice.

La cantautora cuenta que empezó a aprender guitarra cuando tenía siete años y recuerda que en las reuniones familiares siempre andaba con el instrumento. Eso le dio experiencia, aunque confiesa que cuando era niña “lo que menos quería era tocar en las reuniones familiares” y bromea con que casi la obligaban a hacerlo.

“Porque yo era una niña muy introvertida: me encantaba tocar la guitarra, pero en mi cuarto sola, y ya que hubiera gente me ponía muy nerviosa. Yo me enteraba de que había una fiesta familiar el fin de semana y me ponía nerviosa desde el lunes, porque ya sabía que tenía que tocar la guitarra ahí”, dice, entre risas, y subraya que esas experiencias de toques familiares le hicieron ir sacándose de encima todos los miedos de tocar en público. “Hoy en día no se nota, parece que soy otra persona, pero antes pasaron todas esas cosas en mí”, acota.

La cantautora dice que empezó a hacer el quiebre de decidir dedicarse a la música cuando arrancó la Facultad de Psicología. Hizo la carrera y la terminó, “por gusto personal”, porque creía que iba a ser psicóloga, pero subraya que, en el camino, le fueron pasando muchas cosas con la música, desde giras internacionales –tocó en Hungría, Serbia, Italia y Brasil, por ejemplo–, ya desde muy joven, con aquel primer disco, y también empezó a grabar videoclips.

“Entonces, de a poquito dije: ‘¿Y por qué no?’. ‘¿Por qué no dedicarme a la música?’. Entonces, cuando me recibí dije: ‘Voy a dedicarme de lleno a la música y vamos a ver qué pasa’”, recuerda, y subraya que ya venía recorriendo un camino, por lo tanto, “era como un volcán que estaba a punto de explotar”. “Mucha gente me conoce desde hace poco y cree que la cosa apareció hace poco. Es la típica: uno consigue el éxito o la popularidad, pero en realidad por detrás, en mi caso, había mucha historia antes”, subraya.

Además de historia y presente, también hay futuro, dado que la cantautora está pensando en un nuevo disco, y destaca que no se puede “quedar quieta”. “Está en pañales, están las ideas, pero cuando hay ideas es porque se viene algo”, finaliza.

Catherine Vergnes, cierre de gira. Sábado a las 21.30 en la Sala Zitarrosa. Entradas por Tickantel a $ 600. 2x1 la diaria Beneficios.


Cuatro Pesos y Francisco el Hombre

La banda uruguaya Cuatro Pesos de Propina se presentará junto con el grupo brasileño Francisco el Hombre este sábado desde las 20.00 en la Sala del Museo del Carnaval (rambla 25 de agosto y Maciel). Las entradas se venden por RedTickets a $ 770 y hay 2x1 para suscriptores de la diaria.

Pau O´bianchi.

Pau O´bianchi.

Foto: Ernesto Ryan

Alucinaciones en Familia

La banda Alucinaciones en Familia, con su particular estilo que fusiona rock, pop y psicodelia, acaba de editar su tercer disco, Alucinaciones en familia III, y tocará este sábado a las 19.00 en la Sala Zitarrosa, en el marco del evento Mercado de Música. También se presentarán la rapera Clipper y el cantante y productor Agustín Casulo. La entrada es libre.

Attacca Quartet

Attacca Quartet es un cuarteto de cuerdas de Nueva York integrado por Amy Schroeder (violín), Domenic Salerni (violín), Nathan Schram (viola) y Andrew Yee (violonchelo) que se presentará este domingo a las 19.30 en el teatro Solís. El repertorio estará integrado por obras de Joseph Haydn, Philip Glass, Caroline Shaw y Ludwig van Beethoven. Las entradas se consiguen por Tickantel y van desde $ 1.000 a $ 4.500.