Hay al menos una palabra en japonés que los espectadores de la última película de Wim Wenders, Días perfectos, retienen: komorebi, que designa la luz que se filtra a través de las hojas de los árboles. Se pueden rastrear muchos vocablos de ese origen y especificidad en Del otro lado del mundo, el segundo espectáculo que los actores Emanuel Sobré y Camila Diamant tramaron juntos desde cero. Lo escribieron pensando en César Troncoso como coprotagonista de Diamant, y se atrevieron a proponerle el papel cuando lo tenían apenas delineado.
Algo del vínculo desparejo, imprevisto, que se gesta entre Luz y Ernesto, los personajes de ambos, trae destellos de otro film ajaponesado: Perdidos en Tokio (Sofía Coppola, 2003), como Sobré reconoció en alguna entrevista. El asunto de encontrar un lenguaje propio –para el caso, recopilando un diccionario de expresiones intraducibles– forja la relación de esta pieza, que narra el intercambio entre generaciones y entornos distantes –una moza de bar y un profesor universitario–, que comparten un desvelo pertinaz, aunque por razones bien distintas.
En su fin de semana de reposición, y con apenas cuatro funciones previstas, agotó localidades en la sala China Zorrilla, de la Alianza Uruguay Estados Unidos. Eso hizo reprogramar la obra dirigida por Emanuel Sobré también para mayo. Seguirán entonces Troncoso y Diamant afinando su química escénica hasta el domingo 12.
Del otro lado del mundo. Sábados a las 21.00 y los domingos a las 19.30. Teatro Alianza (Paraguay 1217 y Canelones). Entradas $ 650.