La escritora y guionista Nicole Holofcener (Amigos con dinero), además de ser alumna del enorme Martin Scorsese, es una directora inteligente. Plantea, con una sarcástica efervescencia como firma registrada, la franqueza en los vínculos y los incómodos límites en las relaciones como temas dignos de ser analizados. ¿Cuán sinceros debemos ser con quienes nos importan si sabemos que nuestras respuestas los lastimarán? ¿Mentir para proteger los sentimientos de otro es una señal de amor o todo lo contrario? Holofcener toma estas preguntas como disparador de su última comedia dramática, la encantadora Me heriste, para describir el choque entre la novelista Beth (Julia Louis-Dreyfus) y el terapeuta Don (Tobias Menzies), un feliz matrimonio afectado por una mentira descubierta.

Ambientada en una magnética Nueva York al mejor estilo Woody Allen o Nora Ephron, tenemos a una escritora y profesora que trabaja en su complicado segundo libro y está felizmente casada con un psiquiatra algo agotado con quien tiene un hijo de 23 años, Eliot (Owen Teague). Beth es muy unida a su hermana Sarah (Michaela Watkins) y a su cuñado Mark (Arian Moayed), y todos se apoyan incondicionalmente unos a otros. Esto es lo que Holofcener, quien no busca profundas revelaciones sobre la naturaleza de las relaciones pero es una aguda observadora de ellas, utiliza como herramienta: no duda ni cuestiona el amor entre ellos, pero sí el desajuste emocional que se desata cuando Beth se entera, accidentalmente, de que Don le mintió cuando dijo que adoraba su último libro.

Beth está herida y se siente traicionada casi como si Don le estuviera siendo infiel. Escribir es su esencia y saber que su esposo le mintió sobre su libro la lastima más que el hecho de que no le haya gustado. A través de un humor de situación perfecto interpretado por Louis-Dreyfus, la genia absoluta de la comedia, la película explora, con una cálida y genuina complejidad, las formas en que incluso una buena relación de pareja puede tener problemas cuando aparecen secretos y mentiras. La necesidad de aprobación y validación ajena, las inseguridades, desilusiones y deslealtades son abordadas con una aparente liviandad que desnuda algo más profundo: saber que la verdad puede tener el potencial de lastimar pero que nos resulta mucho más doloroso descubrir una mentira.

Con ritmo pausado, tono íntimo y una construcción de personajes de carne y hueso que batallan contra contradicciones y limitaciones, Me heriste aborda el dolor emocional y la humana necesidad de curarse, pero también muestra las concesiones y pactos que hacemos a diario para hacer feliz a otros y así ser nosotros algo más felices. Con un reparto a la altura y una Louis-Dreyfus tan graciosa como capaz de transmitir vulnerabilidad, la película naturaliza a través de la comedia el “ser malos” para algo, quita importancia al tan deseado éxito y muestra cómo las mentiras piadosas pueden ayudar o dañar nuestras conexiones.

Me heriste. 93 minutos. En Max.