En una mano, todo lo bueno. Sigue sacando canciones tan buenas y pegadizas como “I wanna be a girl” y resulta inevitable ponerse a bailar con su fórmula de marca registrada: colchones de teclados con eco, letras de sentido maleable sentido, base de bajo y batería al servicio de la elegancia, y su voz filtrada y adolescente. Sube con constancia a su página de Substack toneladas de melodías propias, en la forma de conciertos, demos y tracks inéditos, junto a imágenes consonantes y originales de arquitectura, naturaleza o con retratos bizarros de su cara. Sus dos últimos álbumes, The Key of Joy is Disobedience (2022) y Never Made A Demo, Ever (2023) son tan buenos como los dos primeros. Además, el concierto que dio el martes en Buenos Aires salió mucho mejor de lo previsto.
En la otra mano, lo otro. “Bochornoso regreso de Ariel Pink a Chile: show por cumplir, pifias del público y amago de pelea”, tituló Biobiochile a propósito de la más reciente presentación del músico californiano en territorio andino para confirmar una vez más su barranca abajo personal. La caída desde lo más alto del estatus indie podría haber comenzado un día de enero de 2021, cuando se le ocurrió participar en las manifestaciones a favor del saliente mandatario Donald Trump, que luego derivaron en un asalto al Capitolio de Estados Unidos.
Escrachado y cancelado por sus fieles y otros progresistas, y sin contrato discográfico, volvió a la marginalidad y la autogestión que alguna vez le habían dado buenos réditos. “Tengo experiencia en eso. Quiero decir, antes y ahora siempre empecé de nuevo. Sobre todo, luego de lanzar un disco. Ya no es tan complicado porque, pese a todo, pude continuar. Aunque en algunos lugares sigo estando cancelado y eso es quizá lo que más me preocupa”, declaró en una entrevista con el diario argentino Página 12, sobre el reinicio de su carrera musical.
Es célebre la imagen de sus progresos artísticos desde el encierro, cuando grababa sus primeras canciones en un cuarto de la casa de sus padres, con una computadora, aferrado a un pop low-fi que abandonó en contadas y olvidables ocasiones. Pasados más de 20 años, The Doldrums (2000), su segundo disco –firmado como Ariel Pink’s Haunted Graffiti–, sigue siendo el que mejor lo representa: una deforme versión de The Beatles y The Beach Boys que parece grabada por una orquesta folclórica alemana.
Los interesados no deberían pasar por alto Before Today (2010), una de las placas que ocuparon más espacio en su primera presentación uruguaya y que incluye la accesible y bella “Round and round”, como tampoco Thrash and Burn (2006) y Pom Pom (2014), dos de los preferidos del uruguayo Federico Cáceres, de Incluso Si Es Susurro Soviético, banda telonera de los shows de este fin de semana del artista nacido en Los Ángeles.
Ariel Pink llega a Montevideo acompañado por el bajista Shane Chamberlain, el guitarrista y tecladista David Stagno y el baterista Alan Connor. A esta hora ya agotó las entradas de su fecha del sábado y quedan muy pocas para quienes estén pensando en asistir a su presentación dominguera.
Sobre los recuerdos de su anterior visita a Montevideo, Ariel Marcus Rosenberg comentó a la diaria: “Estuvo divertido, no mucho más para contar”.
Ariel Pink en Montevideo. Domingo a las 20.00 en Bluzz Bar (Canelones 760). Entradas a $ 1.600 en Redtickets.
Fiesta mostrosa
La música de Los Mostros, la banda anfitriona de la noche, es rock stoner en la mejor tradición de Corrosion of Conformity y Kyuss, con un toque clásico de los uruguayos Días de Blues y el argentino Pappo. La velada también contará con las actuaciones de D.S.M, Exstinctio y Neosurgir. Sábado a las 19.00 en Plaza Guayabo (La Cumbre de Neptunia, Canelones). Entrada libre.
Montevideo Hardcore 3
La organización de la sociedad civil Under Punk Uy organiza e invita a concurrir a su fecha más importante del año. En esta cumbre hardcore participarán los brasileños Aster y las bandas uruguayas Pelagato (Maldonado), The Melodicks, Atropello, Sick Joker y Confusión Masiva (Santa Lucía). Este sábado a las 19.00 en Cold Music Bar (Soriano 1263). Entradas a $ 100, más un alimento.
A beneficio de Daniel Jacques
Amigos y colegas del músico uruguayo Daniel Jacques –bajista de Traidores y Alberto Wolf y Los Terapeutas, entre otros proyectos– organizan este evento benéfico para ayudar al artista, que atraviesa una afección de su salud. La cita es este sábado a las 19.00 en la sede de la Asociación de Funcionarios Postales del Uruguay (Magallanes 1962, esquina Lima) con shows de Chole y La Vecindad, La Margarita, Ladrones de Gallinas, Clo y Fede, Cascaru2 y Alimaña. Bono colaboración: $ 100. Colectivo Abitab: 139258.
Luciano Supervielle en el Solís
En el marco de las actividades organizadas por la organización Más Acá de los Mundos en mayo, el pianista y compositor presenta Poesía y memoria, “un recital poético para invocar la memoria, traer el pasado, pensar el presente y resignificar el futuro, en otro otoño más donde continuamos la búsqueda de verdad y justicia por las personas desaparecidas bajo el terrorismo de Estado”. Este domingo a las 19.00 en la sala Delmira Agustini del teatro Solís (Reconquista s/n esq. Bartolomé Mitre). Entradas a $ 300 en Tickantel y boletería.