Todd Haynes, uno de los máximos exponentes del cine new queer de los 90, ha abordado de forma creativa temas como la homosexualidad, el abuso y los escándalos, con base en sólidos guiones y elencos notables. Uno de sus mayores éxitos de taquilla y crítica, el thriller legal El precio de la verdad, narra el caso basado en la investigación publicada por The New York Times, “The Lawyer Who Became DuPont’s Worst Nightmare”, que denuncia la contaminación del gigante químico DuPont.
El año pasado, Haynes regresó para analizar una vez más la obsesión de la sociedad de Estados Unidos por el sensacionalismo amarillista con la brillante Secretos de un escándalo, nominada al Oscar 2024 en la categoría mejor guion original. En Uruguay la película tuvo un discreto estreno que coincidió con la Semana de Turismo, y ahora puede verse en Netflix.
Este provocador drama está basado en la historia real de Mary Kay Letourneau, una profesora de escuela de Seattle de 34 años, casada y madre de cuatro hijos, quien en 1997 saltó a la fama por mantener relaciones sexuales con uno de sus alumnos, Vili Fualaau, de 12 años. Antes de que Fualaau cumpliera 15 años tuvieron dos hijos, uno de los cuales nació cuando ella cumplía condena por violar la orden judicial de mantenerse alejada de él. Luego de su liberación, Vili y Mary Kay estuvieron 14 años casados.
Secretos de un escándalo se inspira en esta espinosa historia para dar pie a un duelo interpretativo que enfrenta a dos de las mejores actrices de su generación: Julianne Moore y Natalie Portman. Moore encarna a Gracie Athertoon-Yoo, quien junto a Joe Yoo (Charles Melton) viven una tranquila vida con sus hijos y cuya relación dista mucho de los escabrosos comienzos ocurridos casi dos décadas atrás, cuando él era menor. En medio de esta aparente calma aparece Elizabeth (Portman), una actriz que interpretará a Gracie en una película basada en la pareja, que llega al pueblo para investigar más sobre la figura que deberá representar en la pantalla. La irrupción de Elizabeth desentierra, indefectiblemente, un convulsionado pasado y remueve las raíces de la opinión ajena: el consentimiento, la negación y la explotación.
La historia se desarrolla con pausa y bajo una narrativa meticulosa que desmenuza personajes complejos e intensos. Se examina en profundidad la cultura del abuso y plantea varios cuestionamientos. ¿Cuánto más escandaloso podría haber sido si el adulto hubiera sido un hombre? ¿Hubo más morbo por ser una mujer la protagonista? ¿El escarnio público fue más severo por ser mujer, ya que es una práctica tristemente más común en varones? Se aborda la onda expansiva del abuso sexual en cualquiera de sus formas, del narcisismo y la incapacidad de afrontar la responsabilidad de nuestros actos, escudados en el objetivo de lograr la felicidad, y se confronta la idea de si por amor todo vale, frente a la hipocresía de una sociedad que todo lo juzga.
La construcción e interpretación de los personajes centrales tiene sinergia perfecta: la inestable Gracie de Moore vive en un mundo ideal en el que finge que todos la perdonaron por su pasado, mientras que la Elizabeth de Portman hace lo que está a su alcance para conocer la verdad, aun sabiendo que afectará vidas ajenas. Son dos caras de una misma moneda; dos mujeres amigables pero a la vez amenazantes y egoístas, que poco reparan en las consecuencias de sus acciones.
Secretos de un escándalo es un agudo drama a fuego lento acerca de los traumas, la manipulación, el engaño y la ambigüedad moral, un potente análisis sobre el autoengaño y la vida doméstica disfuncional.
Secretos de un escándalo. 117 minutos. En Netflix.