Pocos días antes del estreno mundial de Alien: Romulus, el director Fede Álvarez y el coguionista Rodo Sayagués estuvieron en Montevideo, donde presentaron un adelanto exclusivo de la película. En charla con la diaria, Álvarez habló de la posibilidad de dejar su sello, de cómo seguir asustando y de la experiencia única de ver su obra en una sala de cine.

Más allá de que trabajás con personajes originales, ¿cuál es la fórmula para jugar con juguetes ajenos y a la vez que tenga tu sello personal?

No hay fórmula. Ojalá la hubiera. Lo que uno más quiere que le digan al principio de esto es: “Mirá, Fede, tomá. Acá está la fórmula”, y seguirla. Pero no la hay, y lo único que puede hacer uno es simplemente involucrarse con esto sólo si lo ama. Y yo adoro esta franquicia, adoro estas películas, nunca la pasé mal mirando una Alien, en el buen sentido. Siempre tuve una aventura viéndola. Algunas me gustaron más, menos, siempre me fascinó. Entonces, cuando entrás a hacerlo y a usar ideas de otras películas y a reinterpretarlas y a crear nuevas, sabiendo que te gusta y sabiendo que lo respetás, entonces vas tranquilo y confiado en que probablemente el resultado sea bueno. Si realmente te gusta, es muy difícil que quede terrible. Es muy difícil que salga mal si realmente lo amás.

Pero en el sentido de que digan “es una película de Fede Álvarez”. Apropiártela hasta algún punto.

Sí, pero eso es porque Alien es una franquicia de directores. Hay muchas franquicias que nadie se entera de quién las hace. En muchas el protagonista es la marca o el actor principal, el personaje principal, y uno va a asistir a toda una máquina que está ahí para filmarla. Nunca me interesaron esas cosas. Y esta en particular es una donde sí importa quién la dirige. Siempre ha sido lo que ha definido cada una de las películas, la era y el director. Por eso tenía tanto sentido y era algo que valía la pena entregarse.

Después de haberlos visto en un montón de películas, cómics, novelas, los xenomorfos ya son bien conocidos. ¿Cómo hacés para que esas criaturas sigan asustando como el primer día?

En este caso no debería ser como en la primera película. En la primera película lo que funciona es que no sabés lo que es. Está basada 100% en eso y la historia es muy sencilla; no hay realmente una historia que trascienda el ciclo de vida del alien. Es lo que dicta el cuento. Acá ya no podemos hacer eso, porque la gente no puede estar dos horas esperando para revelar qué es esta criatura que ya conocen. Entonces, tiene que pasar por otro lado. Eso sí, igual hay un mundo de gente que va al cine que no tiene ni idea de lo que es. Nos pasó con Evil Dead, que todo el mundo estaba preocupado por la responsabilidad con el clásico, pero el 70% de la audiencia que fue y que hizo que esa película fuera un hit era gente que pensaba que era nueva. Como muchas de las películas que vimos nosotros en los 80 y los 90, que pensábamos que eran nuevas y ya había una versión anterior en los años 50. Suena como “uuuh”, pero era casi la misma diferencia, o menos, de lo que hay ahora con las Alien originales. Hay toda una audiencia nueva que no sabe qué es, y a ellos también hay que darles la sorpresa de a poco e ir revelándolo en su tiempo y forma. Yo creo que el miedo no pasa tanto por un diseño de la criatura, sino por una historia y tu miedo de que alguien no logre lo que quiere lograr o alguien muera, alguien que te cae muy bien o un personaje que respetás, que deseás que la fábula diga que esa persona merece vivir en la historia. Acá había que construir una buena historia para que diera miedo la criatura.

La explosión del pecho, que fue sorpresa la primera vez, ahora tiene condimentos de body horror y detalles que parecen de recién nacido. Imagino que buscás que siga sorprendiendo a quien vio la original.

Decime vos si lo logramos, pero creo que esa era la cuestión: que cuando lo ves se sienta como que “Ah, así es como sale en el mundo real un chestburster [etapa en que el xenomorfo sale del pecho de su huésped]”. Que la película sea la versión de las películas clásicas y que esto es como sucede en el mundo real.

Algunas entregas de la saga las viste por primera vez en VHS. Hoy hay películas que se saltean las salas de cine. ¿Qué sigue teniendo de única la experiencia cinematográfica?

Ya nomás con la imagen y el sonido y todo eso, no hay tele en tu casa que te lo dé. El tamaño y esa brutalidad del cine, y sobre todo el acompañarse con un montón de gente en una sala, extraños también, hace que esa relación comunal con la gente y la pantalla sea imbatible. Muchas de mis películas favoritas las vi en VHS en casa y funcionó también. Hoy en día creo que para ciertas películas prefiero, si tengo la opción, verlas en el cine. Porque todas esas que amé en VHS, si hubiera podido verlas en el cine, lo hubiera preferido. Pero no se daba porque no estaban. La verdad es que va por la preferencia de cada uno; yo creo que el cine y la comunidad de todos juntos viendo una película son imbatibles.

¿Qué experiencia querés que la persona que vaya a ver Alien: Romulus se lleve al salir del cine?

Espero que sientas que lo que estás viendo no lo ves todos los días, que te conectes con algo que te haga olvidarte del mundo por ese rato. Que te haga sentir cosas que las películas no te hacen sentir normalmente, y, sobre todo, que después de que la terminaste de ver y pasaron unos días, se quede contigo. Hay muchos temas en la película, hay muchas cosas que significan mucho para mí, que está bueno que hagan una mella, y que la veas y se queden contigo. Eso es lo más importante.