La cineasta y productora Fabiana Tiscornia, con una trayectoria de más de tres décadas como asistente de dirección de varios de los directores argentinos más destacados de los últimos años (Lucrecia Martel, Pablo Trapero y Juan José Campanella, entre otros), ha sabido construir una firme carrera como directora luego de su debut con la buenísima La reina del miedo, codirigida junto a Valeria Bertucelli, también protagonista de la película. Explora ahora el género comedia con Las hermanas fantásticas, una clásica historia de humor argentino de enredos varios, sencilla pero de ritmo rápido y buenos gags.
La protagonizan Leticia Siciliani (El hilo rojo, Casi feliz) y Sofía Morandi (Porno y helado), dos jóvenes actrices que desde hace ya varios años muestran sus muy buenas habilidades para hacer reír.
Jesica (Morandi) y Ángela (Siciliani) son mujeres muy diferentes. Ángela, de 25 años, es maestra jardinera y Jesi, de 20, trabaja en una cadena de comida rápida. A pesar de que son hermanas, no se conocen hasta que se enteran de que su padre biológico, al que han visto muy poco, murió; un papá metido en negocios turbios a quien le habían abierto una causa judicial y cuya única herencia es un lujoso apartamento en el barrio porteño de Puerto Madero.
Las hermanas, que padecen varias carencias materiales y afectivas, empiezan a navegar en la incertidumbre de construir su vínculo desde cero, y descubren que se convirtieron en millonarias tras encontrar en el apartamento una pared falsa que esconde tres millones de euros.
A la par que las hermanas intentan ir formando su nueva relación, con las crisis personales que en cada una provoca haber tenido un padre ausente y removiendo un pasado repleto de vacíos emocionales, la película avanza como una comedia de líos que en su mayoría son resueltos desde el humor. Tiene buenos remates, es ágil, simple y la química entre las dos mujeres es genuina y fluida. Mientras tratan de escabullirse del submundo de la mafia, incluyendo vínculos con la corrupción política, ambas, por diferentes razones, ven en esa herencia una salvación. Ellas saben que sus vidas están bastante alejadas de las que hubiesen deseado, y ese dinero, por impuro y dudoso que sea, es la oportunidad de salir de esos lugares y fugarse de sus propias vidas.
Las hermanas fantásticas es una comedia dramática acerca de los lazos familiares, el pasado y las infancias, pero también de la tan humana necesidad de virar nuestra vida cuando se nos presenta la (a veces extraña) oportunidad. Si bien no cuenta una historia trascendental, se vuelve entrañable por la sutileza y naturalidad de su narrativa a través de actuaciones que se sienten realmente orgánicas y nada forzadas ni artificiales.
Con un justo medio entre la comedia liviana y la carga emocional más profunda, Las hermanas fantásticas resulta una historia cálida y sencilla llevada adelante por dos actrices carismáticas que interpretan personajes con los que es fácil identificarse y que aborda la desigualdad social, las relaciones que trascienden lo sanguíneo y la cuestión ética del dinero. El buen guion de Mariano Vera (Hoy se arregla el mundo, La casa) transforma a esta historia en un viaje casi sentimental de dos mujeres comunes atrapadas en circunstancias extraordinarias.
Las hermanas fantásticas. 83 minutos. En Netflix.