Anthony Hopkins solamente necesitó 16 minutos para que el mundo entero lo identificara para siempre como Hannibal Lecter, el asesino caníbal de la película de Jonathan Demme El silencio de los inocentes (The Silence of the Lambs), estrenada en 1991. Al año siguiente el film arrasaría con las cuatro categorías más importantes de los premios de la Academia (incluyendo mejor película, director y actriz) y Hopkins levantaría la estatuilla como mejor actor protagónico.
Este es solamente uno de los ejemplos que dejan bien claro que cuando hablamos del hecho artístico la calidad es más importante que la cantidad. Eso lo sabemos (Sir) Anthony Hopkins y yo, que hemos realizado actuaciones profundas y movilizantes con muy poquitos segundos en pantalla. En ningún momento intentaría compararme con él, aunque si lo hiciera resultaría en ventaja: necesité menos tiempo para dejar una huella.
Voy a jugar a que ustedes no tienen idea de lo que estoy hablando, más allá de que mi papel haya merecido menciones y análisis en la prensa internacional. Recordemos juntos, entonces, la película uruguaya de 2009 Gigante, dirigida por Adrián Biniez y protagonizada por Horacio Camandulle y Leonor Svarcas. Y por mí, pero no nos adelantemos. El primero interpreta a Jara, el tímido coloso del título, mientras que la segunda es Julia, la muchacha que llama (poderosamente, como indica el cliché) su atención.
Jara trabaja como guardia de seguridad en un supermercado, revisando las cámaras de seguridad mientras completa revistas de crucigramas. En medio de simpáticas viñetas sobre el mundo laboral y la especie humana, empieza a seguir en el circuito cerrado de vigilancia a la mencionada Julia. La timidez galopante del hombre hará imposible cualquier posibilidad de interacción, así que tomará el camino elegido por miles de creeps en toda la historia de la humanidad y comenzará a seguirla por la calle y en sus diferentes actividades.
A través de los ojos de Jara sabremos que Julia practica karate y que le gustan las películas de mutantes. También descubriremos que, a la hora de conocer gente para tener una cita, utiliza herramientas ya presentes en el lejano 2009, como las páginas de internet. Y (atención, porque aquí viene lo más importante) para acceder a esas páginas asiste a un cibercafé (o cyber) atendido por un personaje que los créditos solamente identifican como “Empleado Cyber”.
Vieron que en Hollywood existen los llamados “actores de método”, que antes de interpretar al empleado de una refinería en el medio de Texas deciden mezclarse con los verdaderos trabajadores y pasarse unos meses cumpliendo el mismo horario. En aquellos tiempos no tuve la oportunidad de internarme en un cibercafé, así que tomé mis conocimientos de atención al público y algunas interacciones en comercios similares para construir a ese personaje que es capaz de decir muchísimo con solamente unas pocas palabras.
¿Qué cosas apasionan a Empleado Cyber? ¿Está ahí por vocación? ¿Es pariente del dueño? Tiene una remera con el logo de la empresa, así que no parece ser una suplencia de pocas horas. Hay un montón de puertas que abre ese personaje con esos pocos segundos de aparición, y que hasta ahora seguramente han servido para la especulación en blogs de internet y algunos papers de sociología. Sin embargo, en esta nueva era de las plataformas y el despilfarro de dinero en pos de llenar las aplicaciones de (tengan miedo) “contenido”, no es descabellado pensar en un spin-off de mi personaje.
Que hayan pasado 15 años desde la historia original no es excusa. Pasaron 36 años entre el estreno de Top Gun y Top Gun: Maverick, y parecía que Tom Cruise hubiese quedado guardado dentro de un freezer durante todo ese tiempo. No estoy tan bien conservado como Tom (lo que él come de placentas yo lo como de hamburguesas de carrito), pero estaría más que dispuesto a volver a ponerme la remera del local, o una un talle más grande, y descubrir en qué está la vida de aquel joven que le indicaba a Jara que la computadora 30 estaba libre.
¿En qué clase de comercio estará trabajando? ¿Una cafetería? ¿Un courier de esos que te traen las compras de Amazon? ¿Venderá NFT de Jara y Julia? ¿Estará por sacar su propia criptomoneda? Hay una sola manera de averiguarlo.
Mientras tanto, pueden disfrutar de la primera parte de mis aventuras en la sala Félix Oliver de +Cinemateca. Con el paso de los años la actitud del empleado de seguridad se ha revisado tanto como la canción “Every Breath You Take”, pero al menos sabemos que Jara es un tipo bueno. Si hubiera sido en Estados Unidos, el personaje se hubiera revelado como asesino serial que mantiene a sus víctimas en un sótano. ¿Y quién hubiera sido el héroe que, al no ver a Julia en el cyber durante varios días, investiga y consigue rescatarla? Exacto.
Más de Biniez
Además de Gigante, en el rincón de películas uruguayas de la plataforma de Cinemateca también están disponibles otras obras de Biniez. El 5 de Talleres (2014) sigue al capitán de un club de fútbol de la Primera C de Argentina que ve cómo su carrera deportiva llega a su fin y se apoya en su mujer para encontrar un nuevo rumbo. Las olas (2017), mientras tanto, tiene como protagonista a un hombre que se mete al mar y emerge en diferentes lugares y momentos que experimentó a lo largo de su vida. En carácter de estreno, con un costo adicional, también está Todos quieren dominar el mundo (2024), una disparatada comedia coral realizada como proyecto de cierre de generación del colectivo La Escena.
Beneficio estival
Durante los enero y febrero, el catálogo de la plataforma virtual del cine uruguayo +Cinemateca Félix Oliver está disponible de forma gratuita para los suscriptores de la diaria. Incluye algunas de las más recientes producciones nacionales, así como películas icónicas de la filmografía uruguaya. Las instrucciones para acceder al beneficio están en https://beneficios.ladiaria.com.uy/el-cine-uruguayo-gratis-para-suscriptores-de-la-diaria/.
.