¿Quieres ser John Malkovich? (Spike Jonze, 1999) fue el primer guion de Charlie Kaufman que logró materializarse y le valió una nominación a los Oscar en la categoría de Mejor guion original. De pronto se volvió una figura codiciada y empezaron a concretarse otros proyectos suyos, como Naturaleza humana (Michel Gondry, 2001).
En 2002 repetiría equipo con Jonze para transformar en película su historia sobre la lucha contra el bloqueo del escritor a la hora de adaptar el libro El ladrón de orquídeas, de Susan Orlean, una investigación periodística sobre un delincuente floral. La historia se conocería como Adaptation, pero por aquí se conoció como El ladrón de orquídeas (pudo ser peor).
La adaptación de Kaufman estaba protagonizada por Nicolas Cage en el doble papel de Charlie Kaufman y su ficticio hermano gemelo Donald. Este Charlie tenía los mismos problemas para convertir en guion el libro de Orlean y se resistía a seguir los lineamientos de Hollywood, como introducir escenas de acción, mientras que la película final (la de Jonze) hacía precisamente eso. Fue nuevamente nominado al Oscar, en la categoría de Mejor guion adaptado.
De todo esto me acordé mientras miraba Anaconda, la comedia recién estrenada que busca ser una especie de continuación, reinicio y metacomentario del film homónimo de 1997, que se convirtió en éxito inesperado y dio luz a cuatro secuelas. Esta también es la historia de cómo convertir la historia de una creación en película, con varios paralelismos entre lo que les ocurre a los personajes dentro y fuera de la filmación, aunque el resultado final es un entretenimiento sencillo y pasatista.
Podía esperarse más de la dupla protagónica, ya que Paul Rudd y Jack Black tienen experiencia suficiente en hacer reír con dos palitos. Sin embargo, y es el principal problema de la nueva Anaconda, el guion no tiene suficientes palitos y faltan momentos de carcajada. Hay risas, hay muchas sonrisas, pero no parece suficiente con semejante pedigrí.
Griff (Rudd) y Doug (Black) son dos amigos de la infancia cuyos presentes están lejos de ser los que habrían deseado. Esto queda claro porque los dos primeros chistes de la película son idénticos: parece que Doug está pitcheando un blockbuster y es el video de una boda; parece que Griff tiene un gran papel y es un bolo minúsculo. Junto a dos amigos, Claire (Thandiwe Newton) y Kenny (Steve Zahn), llegaron a filmar una película en la adolescencia, pero los sueños de triunfar en el cine jamás se concretaron.
La casualidad hace que terminen haciéndose de los derechos de Anaconda y el cuarteto vuelva a unirse para viajar al Amazonas y filmar una nueva versión, al estilo más guerrillero, porque si algo no tienen es plata. Al equipo se suma el entrenador de serpientes Santiago (Selton Mello) y la escurridiza Ana (Daniela Melchior), para darle un poco más de densidad a la aventura encabezada por cincuentones que se nota que lo están disfrutando.
Gran parte de los 99 minutos se lo lleva la filmación (y la filmación del detrás de la filmación), en la que los actores tienen que hacer de malos actores y lo hacen bien, pero sin ningún momento memorable. A esto se suma que, más allá de las tomas que muestran al barco que los lleva por el Amazonas, la fotografía de Nigel Buck se acerca justamente a la de una película muy pequeña, con tomas cerradas y resoluciones fuera de pantalla. La anaconda del título casi siempre está sugerida y parece que fuera por un tema de presupuesto.
Tendremos un giro en la trama revelado en el tráiler (que parece de los años 90, cuando te contaban media película), y aumentan la acción y el peligro. Aquí es donde recordé cómo el guion de Kaufman abrazaba las convenciones de la industria en los minutos finales. De nuevo, no hay grandes hallazgos más allá de la escena de la orina, la del jabalí (está casi toda en el tráiler) y el uso de la música de Dawson’s Creek. Hay un gran parlamento que refiere a un director de cine de terror, pero sería muy tonto que les quemara el instante que me hizo reír en voz alta.
El director Tom Gormican venía de transformar a Nicolas Cage (casualmente) en héroe de acción en El peso del talento (2022), donde Pedro Pascal era un multimillonario que contrataba a Cage para asistir a su cumpleaños y este terminaba envuelto en una intriga internacional. Pese a contar con figuras de probado desempeño, el coqueteo con el metalenguaje queda a mitad de camino, las sorpresas finales no son suficientes y el resultado recuerda a segmentos de Saturday Night Live.
Anaconda, de Tom Gormican. 99 minutos. En cines.