Los Ratones Paranoicos tienen varias compilaciones de grandes éxitos, discos en vivo y grabaciones encontradas. Esta es una mirada desde el gusto personal y se puede escuchar en Spotify. Puede funcionar como previa para el recital de este sábado en el Velódromo.

» “Enlace”. Cuando Juanse dice que los primeros Ratones tenían mucho de los Pistols, seguro está pensando en este tema. Las versiones en vivo, como la del show en Cemento en 1989, que se puede ver entera en YouTube, lo atestiguan. La letra es una maravilla: condensa en pocos versos una historia de espías (o traficantes) que ya querrían los aventureros de Duran Duran, y su protagonista destila resentimiento social (“muchas risas por aquí / pero ninguna es para mí”, “no me gusta este lugar / personas y perfumes sin estilo”, “sube la espuma sobre el cristal / yo cambio de forma para atacar”). (Los chicos quieren rock, 1988)

» “Sucia estrella”. Tiene una frase capaz de destruir a congresos enteros de lógico-matemáticos (“todas las chicas no quieren bailar”) y una bronca antiestablishment que pelea contra el ritmo frenado de la banda, casi a lo Devo. Pura contención. (Ratones Paranoicos, 1986)

» “Ya morí”. Otra canción contra el universo paralelo de la industria musical (“la gente dice que soy un bolchevique / que tomo sólo vino del peor”), y un momento alto de la interacción guitarrera entre Juanse y Sarcófago, que sostiene el tema de principio a fin. (Fieras lunáticas, 1991)

» “Vicio”. Sólo algunos raperos superan a los Ratones en las menciones a su propia actividad. Es decir, los Ratones cantan mucho sobre el rock and roll, y seguramente por eso Juanse mereció el Pomelo con que lo parodió Capusotto. El amor por la música, sin embargo, es más grande, y los Ratones nunca dejan de cantarle. Claro que el rock and roll es un vicio, pero aparte, no hay que olvidar que “dos policías miran / con ganas de pelear”. (Hecho en Memphis, 1993)

» “La avispa”. Enorme melodía y una grabación casi completamente acústica, con magistral abuso de ausencias y silencios. (Fieras lunáticas, 1991)

» “Carol”. “Carolina”, para los amigos, es una de las primeras grabaciones ambiciosas de la banda, aunque al final el piano y el saxo le devuelven el protagonismo a un gran arreglo de guitarras. (Los chicos quieren rock, 1988)

» “Caballos en la noche”. El tema abre diciendo “Soy de un barrio pobre / donde todo es metal”, y uno queda pensando en los cinco posibles sentidos de “metal”. Juanse atento a la poesía periférica y al estallido social. (Fieras lunáticas, 1991)

» “Sigue girando”. Que después de décadas de carrera un músico encuentre un riff tan infeccioso como este es todo un logro. Que monte toda una historia bailable encima de él es una hazaña. (Girando, 2004)

» “Descerebrado”. No es común que los Ratones toquen en vivo esta canción de desorientación adolescente. Tiene una tranquilidad perturbadora que es difícil de reproducir con mucha gente alrededor. (Ratones Paranoicos, 1986)

» “Colocado voy”. Los Ratones llenaron cuadernos enteros con referencias a su consumo de sustancias. Acá invierten la consigna: lo que nos da vuelta, lo que nos entusiasma al máximo es la música que adoramos, y sólo pensar en que vamos a escucharla nos alegra la vida. (Planeta paranoico, 1996)

» “Para siempre”. Escrita a medias entre Juanse y Andrés Calamaro, es una pequeña biblia de frases idiosincráticas. Quizás por eso tuvo una versión dedicada a Diego Armando Maradona. (Vivo paranoico, 2000)

» “Sacrificio japonés”. La más sofisticada colaboración de los Ratones. En cierto sentido, Luis Alberto Spinetta está en las antípodas de Juanse y los suyos, pero acá encuentran terreno común. Un pico del rock argentino. (Ratones Paranoicos 09, 2010).