Me convencieron con una frase. “Del nivel de Noche de juegos”. Por si no lo saben o no lo recuerdan, Noche de juegos (Game Night) es una comedia maravillosa de 2018 en la que Jason Bateman y Rachel McAdams terminan envueltos en una trama criminal creyendo que era parte de un juego de roles detectivesco. En su momento no pasó mucho con la película, pero rápidamente logró un estatus de culto y cada día hay alguien que la descubre.

Que alguien (una persona anónima de lo que yo seguiré llamando Twitter) comparara un lanzamiento reciente con esa comedia fue suficiente para que le diera una oportunidad. Y así, en medio de síntomas gripales que me impidieron dedicar todo el torso a la generación de carcajadas, vi, disfruté y me reí mucho (por dentro) con Acto encubierto (Deep Cover), disponible en Prime Video.

La comparación con Game Night también es temática. Esta es otra comedia sobre personajes que terminan metidos en asuntos del hampa, aunque los tres protagonistas de Deep Cover sabían exactamente lo que estaban haciendo. Todo comenzó como un juego, sí, pero decidieron formar parte de ese juego para poder ganarse unos pesos. Técnicamente, unas libras.

Tenemos a tres perdedores: Hugh (Nick Mohammed), un oficinista apocado que no forma parte de ningún grupo, Marlon (Orlando Bloom), un actor mediocre con dificultades para conseguir empleo, y Kat (Bryce Dallas Howard), la profesora de improvisación teatral que reunirá a los otros dos bajo el mismo techo.

Sí, el universo y el humor que se desarrollan en esta película giran alrededor del teatro de improvisación, pero esto no debería espantar ni siquiera a quienes rechacen este género de entretenimiento (en lo personal, me pone muy nervioso, pero también me pone nervioso pensar que los actores de teatro puedan olvidarse de la letra).

Un policía veterano (Sean Bean) reclutará a los tres protagonistas para formar parte de pequeñísimos golpes al crimen... pero la filosofía del “impro” de ir siempre a más hará que a los pocos minutos queden envueltos en peripecias violentas, con mafiosos de la talla de Paddy Considine o el mismísimo Ian McShane. Para salir de los diferentes obstáculos que enfrentarán durante los ágiles 100 minutos de metraje, deberán utilizar lo que la propia Kat les estuvo enseñando.

No hay nada realmente novedoso en la trama, excepto el lugar destacado de la improvisación, que en otras ocasiones han utilizado tantos héroes accidentales. Pero hay humor por todas partes en el guion basado en una idea de Colin Trevorow y Dereck Connolly (Mundo Jurásico) y desarrollado por los comediantes Ben Ashenden y Alexander Owen (quienes aparecen como dos policías incluso más tontos que el resto del elenco).

Toda la magia se pone de manifiesto en la primerísima misión, en la que Kat actúa como la voz de la cordura, pero sufre de los delirios dramáticos de Marlon, en una de las mejores actuaciones de comedia de Orlando Bloom, que es por lejos lo más gracioso de la película. Hugh, en el fondo, colabora con el caos.

Como habrán notado si prestaron suficiente atención, el elenco está plagado de estrellas. Los tres protagonistas son conocidos (Mohammed se hizo conocido en todo el mundo menos en Uruguay por Ted Lasso), Paddy fue el gran protagonista de la primera temporada de La Casa del Dragón y Sean Bean de la primera temporada de Juego de Tronos. Ian McShane se ha cansado de comerse la pantalla, del tamaño que sea, en décadas de grandes papeles. Por ahí también anda Sonoya Mizuno, casi irreconocible para quienes la seguimos en la recomendable Devs.

La trama tendrá alguna vuelta de tuerca, pero nada que complique el disfrute, incluso si se mira la película con la mínima atención necesaria. Y para el final sabremos que hay otra de esas comedias para recomendar cuando ya te cansaste de recomendar Noche de juegos.

Acto encubierto. 100 minutos. En Prime Video.