Conformada en 2008, la compañía multidisciplinaria argentina Urraka tiene una extensa trayectoria con su propuesta escénica que ensambla música, teatro, danza y lutería en la elaboración de sus instrumentos con objetos reciclados. En esta segunda semana de vacaciones de invierno va a presentar en la sala Zitarrosa (18 de Julio 1012) su flamante espectáculo Ta chapita. “Urraka te invita a ver el mundo con otros ojos y a recordar que lo cotidiano también puede ser extraordinario”, proponen.

“En el universo de Ta chapita los objetos cobran vida. En él, seis personajes torpes y entrañables nos introducen a un aparente caos donde cada movimiento, mirada, gesto y golpe está cuidadosamente orquestado. Entre alianzas, ritmos y absurdos, los personajes descubren el valor escondido en las cosas simples”, resumen. Estará desde el martes 8 al viernes 11 de julio a las 17.30, las entradas salen $ 600, están a la venta por Tickantel y hay 2x1 con la diaria Beneficios.

“Siempre nos cuesta explicar qué es Urraka. A mí me gusta decir que es una compañía multidisciplinaria porque es una palabra que abarca distintas ramas artísticas: ves danza, teatro, música, y todo eso junto”, define Emmanuel Calderón, director escénico de la compañía, en diálogo con la diaria. Sobre el espectáculo que van a presentar en la sala Zitarrosa dice: “Estamos re contentos, lo estrenamos el 29 de junio en el teatro Metropolitan en Buenos Aires. Fue un estreno muy lindo. Hace dos años que venimos trabajando en el espectáculo y ha sido un proceso creativo súper intenso. Si bien en Urraka somos seis integrantes, hay un equipo grande trabajando, creemos un montón en la construcción comunitaria: eso hace que Ta chapita sea el espectáculo que es, una amalgama de distintos enfoques. Hemos trabajado bastante con respecto a lo narrativo, a la construcción de una historia: hay una líder que está sometiendo al resto y una grupalidad que intenta buscar la vuelta para que eso se modifique. En estos tiempos que estamos viviendo, muy complicados a nivel comunitario, en particular en Argentina, nos parece importante”.

Humor e instrumentos con objetos reciclados

Calderón cuenta que la compañía surgió hace 17 años en el marco de un centro cultural que tenían en San Fernando, en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. La integración de la compañía ha ido cambiando, pero el foco en el humor y la creación de instrumentos con objetos reciclados han sido una constante desde los inicios. Dice además que si bien no piensan sus espectáculos específicamente para niñas y niños, sino para toda la familia, ocurre que “pegan mucho en las infancias y eso genera una particularidad: la pasa bien el niño, la pasa bien el adulto, la pasa bien el anciano”, y pone el acento en tratar al público infantil como sujetos, sin infantilizarlo: “Queremos hacer algo en lo que ellos sientan que los estás tratando de igual a igual”.

Una de las características de la propuesta escénica de Urraka es que prescinde de la palabra. “Nosotros tenemos una raíz que viene del teatro físico, tiene cosas del cine mudo, algo de Buster Keaton, de Chaplin. Siempre decimos que musicalizamos escenas con instrumentos fabricados por nosotros. Hay algo de ponerle movimiento al sonido. Tratar de, en vez de hacerlo con la palabra, que lo exprese el cuerpo. Eso le da un parámetro muy amplio porque es muy subjetivo lo que la persona pueda entender. No es lo mismo contar desde la narrativa que expresar con el cuerpo. Ponemos en juego mucho el clown porque trabajamos desde el humor, que nos parece una herramienta súper poderosa”, dice Calderón.

Sobre el humor como herramienta expresiva, desarrolla: “Todos los espectáculos los encaramos desde el humor. Nosotros pensamos que el humor es una herramienta transformadora, no quiere decir que sea banal, al contrario, generar ese tipo de emoción es difícil y a través de la comedia podemos hablar de cosas importantes. Hoy en día hacer reír al público no me parece menor. Si bien todos los espectáculos han tenido esa base de humor, Ta chapita tiene algo argento en eso de reírnos de nosotros mismos, de cómo nos la creemos los argentinos”.

Otro de los pilares de la compañía es que hace música con instrumentos creados por ellos mismos con elementos reciclados, una lutería no convencional que reconoce una raíz muy rica en Argentina –“desde Hugo Varela hasta Les Luthiers”, menciona Calderón–. “Por un lado, no teníamos mucha plata para comprar instrumentos y había varios músicos en el elenco. Nos empezamos a meter en el mundo de la lutería, en el que encontramos un recurso infinito, que tiene algo de resignificar los objetos. Nos gustan los objetos viejos y muchas veces el objeto mismo se propone, porque ya trae un sonido que es particular y único, entonces los valoramos mucho”. “Siempre fue muy artesanal ese proceso y desde hace algunos años estamos trabajando con un realizador, Augusto Selmo, que desarrolló toda la puesta. Fue increíble poder trabajar con él porque les dedicó mucho tiempo a nuestras locuras y siempre les buscó la vuelta para que funcionaran”, agrega. Al respecto, reflexiona: “Hay un mensaje por detrás que me gusta mucho y que tiene que ver con eso. Muchas veces hay una solemnidad en torno a la música y al instrumento, entendemos la música desde un saber, que está bárbaro, pero también está bueno romper la barrera y decir ‘si tengo curiosidad y ganas de hacerlo, puedo hacerlo con lo que tengo a mano’. Esto hace que todo el mundo se pueda acercar”.

Ta chapita, de Urraka. Sala Zitarrosa, del 8 al 11 de julio. Entradas a $ 600 por Tickantel (2x1 con la diaria Beneficios).