Como parte del ciclo El Galpón Internacional, este sábado y domingo, la compañía austríaco-uruguaya Die Kurbel presentará Miniaturas, una obra de Fabricio Ferrari, actor y titiritero uruguayo egresado de la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático (EMAD), quien desde hace 20 años reside en Austria y desde 2020 forma parte del conjunto de títeres de la Ópera Popular de Viena. Aunque la define como una obra para todas las edades, sin restricciones, es un espectáculo muy disfrutable también para niñas, niños y adolescentes. “Miniaturas es lento, es poético, tiene un humor muy delicado. No intenta saturar con mensajes, sino que es para estar tranquilos, para tomarnos un tiempo, el público de un lado y yo del otro, para hacer esto juntos”, define.
Miniaturas es una serie de minidramas en imágenes y sonidos representados con viejos objetos cotidianos. Los objetos en manos del manipulador cobrarán vida y contarán una historia tras otra, siempre presentadas por Klara, un títere creado a la vista del público con apenas un par de nudos en una cuerda. “Cada pieza es una pequeña obra en sí misma y están enrabadas con un hilo conductor que es Klara: ella va conduciéndote a lo largo de estas miniaturas y, al final, quizás sea en definitiva su historia”, cuenta Ferrari a la diaria. “Tiene dos canales: los objetos en sí mismos son muy lindos estéticamente y, por otro lado, el juego de animación por el que empiezan a representar estos caracteres que se pelean, que discuten entre ellos. Es sin texto, con música en escena. Son pequeños conflictos muy fáciles de leer”, agrega.
El actor detalla que Miniaturas surgió del trabajo con la violinista Gunde Jäch. “Con Gunde trabajamos desde hace muchos años juntos, en busca de un lenguaje en el que la música y la imagen estén al mismo nivel y no uno al servicio del otro. Improvisando surgieron algunas de las escenas que hoy son parte de la obra, que luego se desprendió de la música de violín, y dejaron de ser escenas sueltas. Con Gunde sigo trabajando hoy en día: nuestro último proyecto, un concierto para violín y objetos, se llama dOiNG!”, cuenta.
Objetos animados
El teatro de objetos y el teatro de títeres son disciplinas cercanas, con puntos en común. “El teatro de objetos es primo hermano del teatro de títeres. La palabra clave es animar, dar vida: agarro un objeto inerte y a través de mi acción le doy vida, empieza a representar algo que es un animal o una persona, entonces empezás a hacer asociaciones y a través de ese camino te armás tu historia en la cabeza. Tengo una historia, pero se termina de armar entre los espectadores y yo: lo que te muestro es un borrador”, explica Ferrari.
Se trata de disciplinas con una larga tradición y que se llevan muy bien con el público infantil, entre otras cosas, porque el mecanismo es el mismo de algo que los niños y las niñas acostumbran hacer: el juego. “Es exactamente lo que hacen los niños cuando juegan. Son especialistas en esto de animar objetos inanimados, y esa es una de las razones de que entiendan muy bien este lenguaje y lo disfruten mucho. Siempre les quedan las ganas y la idea de ‘ahora puedo jugar yo con esto’”, afirma Ferrari.
En Miniaturas, Ferrari trabaja con objetos viejos y usados, comprados en mercadillos y ferias o que le regalaron. “Para mí el objeto que ya fue usado por otras personas carga una historia, tiene una esencia que está ahí. Cuando lo traigo a escena le doy una segunda oportunidad, porque para la función que fue creado ya está obsoleto, pero ahora tiene una nueva, que es la de contarnos una historia. Elijo cada objeto por su estética y porque tiene una historia detrás que la veo: no la sé, no la conozco, pero cuando agarro un objeto viejo me cuenta una historia que está escondida”, asegura.
De Montevideo a Viena
Ferrari se formó en la EMAD entre 1998 y 2002, pero antes de eso ya tenía un recorrido en la escena montevideana y abrazaba el propósito de investigar en el teatro de objetos. Esa semilla ya estaba en él por su historia personal: su madre, Clara da Silva, fue titiritera formada en El Galpón con Nicolás Cholo Loureiro. Cuenta, además, que una temporada de trabajo en Punta del Este, cuando iniciaba sus estudios en la EMAD, fue determinante: “Hace muchos años trabajé en un proyecto de recreación en Punta del Este y había unos titiriteros argentinos. Uno de ellos un día nos invitó a una obra de teatro de objetos que se llamaba H2O. Resultó que este señor era Carlos Almeida, un titiritero de gran nivel, pero yo no lo sabía. Esa obra me voló la cabeza. Después fuimos a Argentina, visitamos a Almeida y a Tito Lorefice, que trabajaban en el teatro San Martín, eran unos monstruos, y nos invitaron a ver el Periférico de Objetos, vi La máquina Hamlet y me quedó eso. Yo hice toda la EMAD soñando con el teatro de objetos, que era lo que quería hacer. Mi formación es clásica, pero eso estaba latente. Cuando me fui a vivir a Austria, hace 20 años, y fui a Alemania, eso estaba mucho más presente, era más fácil formarse, entonces me especialicé”.
En los orígenes del trabajo de Ferrari está el teatro callejero, una vocación que ha persistido a lo largo de su carrera. “Tenía una compañía que se llamaba Sólo por Hoy, con Daniel Chestak y Alejandra Escobar, con la que hacíamos obras para niñas y niños en el Jardín Botánico. Después a la dirección le llamó la atención y nos abrieron las puertas, y trabajamos también en el Museo Torres García. A mí me gustaba el teatro al aire libre, en la calle, iba siempre en verano a actuar en La Paloma y en las playas del sur de Brasil. Me divertía mucho y era una cosa que me gustaba, eso lo hice muchos años hasta que me fui a Europa. El teatro callejero tiene algo que me gusta mucho: agarrás a las espectadoras y los espectadores en su lugar cotidiano, actuás para esos niños y esas niñas donde están jugando y el parque o la plaza se convierte en un teatro”, asegura.
Miniaturas, de la compañía Die Kurbel. Sábado 16 y domingo 17 a las 16.00 en la sala Cero de El Galpón (18 de Julio 1618). Entradas por Redtickets, **2x1 para Comunidad la diaria.
Vera Navratil (archivo).
Foto: Federico Gutiérrez
Varios por el Día de la Niñez
Este sábado Ludosóficos, el espacio que lidera Vera Navratil, en Maldonado 1760, abre sus puertas para un festejo con narración de cuentos. La invitación es abierta para todos los niños y niñas que quieran compartir un rato de historias y mucho disfrute. La entrada es libre y gratuita, los cupos se completarán por orden de llegada y la narración comienza (puntual) a las 15.00, pero la casa estará abierta desde las 10.00.
Por otra parte, el Anfiteatro Canario Luna, vecino del Antel Arena, por la avenida Dámaso Antonio Larrañaga, será la sede en la que la Asociación Civil Barrio y Cultura de Villa Española celebrará el Día de la Niñez. Para eso contará con un invitado de lujo: Ruperto Rocanrol irá con su espectáculo El circo eléctrico. La cita es el domingo a las 15.30 y la entrada es libre.
Además, Gato Renato visitará este sábado a las 11.00 la librería Germina (Carlos Roxlo 1370 bis), donde presentará sus canciones y compartirá las historias y los personajes de sus libros.
En Espacio Modelo (Cádiz 3280), en el marco de MVD Pop Up, el grupo de música y teatro para niñas y niños Encanto al Alma se presentará el domingo a las 18.00, con entrada libre.