En menos de diez años, la Universidad Tecnológica (UTEC) logró posicionarse en la región centro-sur del país como un generador de conocimiento e innovación en el territorio y apuesta por la captación de talento para potenciar la investigación en las nuevas generaciones del interior uruguayo.

Así lo explicó a la diaria Álvaro Pena, consejero de la UTEC, quien recalcó que el trabajo realizado al cabo de estos años apuesta por mirar el interior del país desde otro lugar, “ya no como un espacio donde las novedades llegan más tarde en el tiempo, sino como un sitio donde, con forma innovadora y pionera en nuestro país, empiezan a suceder las cosas por primera vez”.

En este contexto, Pena destacó que la universidad busca potenciar las investigaciones en materia de hidrógeno verde, robótica, inteligencia artificial (IA), aeroespacial y agua. El consejero resaltó que se está impulsando un laboratorio de hidrógeno verde que “no tiene precedentes” y que acompañará la “estrategia del país” en materia de transición energética.

“En este momento estamos instalando en Durazno la primera planta experimental para estudiar producción de hidrógeno verde. Esta planta nos va a permitir estudiar los distintos procesos de producción y generación de hidrógeno verde y sus usos. La planta va a estar asociada también a un área de estudio de electromovilidad. En Durazno también tenemos grupos que trabajan en investigación en energía eólica y solar”, explicó.

En referencia a la IA y la robótica, Pena sostuvo que uno de los objetivos es ver cómo la IA dialoga con otras áreas, como la energía y su vínculo con la robótica. “Tenemos un grupo de investigación que trabaja en robótica e IA. De hecho, tenemos una carrera de posgrado, el PRIA (Posgrado en Robótica e Inteligencia Artificial), que es una carrera trinacional: la ofrecemos con instituciones de Brasil y de Argentina. Este grupo trabaja en distintos usos o aplicaciones de robots tanto en ámbitos industriales como en servicios. Se estudia, por ejemplo, la interacción entre humanos y robots”, explicó.

Asimismo, se investiga la IA vinculada a los datos, la neurociencia, los cultivos y la predicción de inundaciones.

Por último, destacó que el país es “muy fuerte” en materia de estudios sobre agua y su uso tanto productivo como para el consumo humano. “Apuntamos a constituirnos en un hub del agua no sólo para nuestro país, sino para toda la región, en la cual podamos aportar conocimiento en un tema que sabemos que es central para Uruguay y para el mundo”, concluyó.

¿Cuál es la visión que la UTEC define en su plan estratégico hacia 2030 y cómo se traduce en los proyectos que la universidad está desarrollando?

Somos una universidad con una historia bastante reciente. Es decir, la universidad como tal comenzó a operar en 2014: llevamos 11 años. En algunos territorios, como en la región centro-sur, que tiene la sede central en Durazno, comenzó su historia en 2016.

En menos de diez años la UTEC logró posicionarse en la región centro-sur como un gran centro generador de conocimiento y de innovación en el territorio. Eso no es menor por la ventana temporal. Estamos hablando de que primero empiezan a funcionar las carreras; el foco inicial estuvo sobre todo en contar con un buen núcleo de docentes que pudiera acompañar toda la trayectoria educativa, pero al mismo tiempo en que ese grupo de profesores pudiera trabajar en proyectos, que tuviera cierta experticia académica también para enfrentar los desafíos complejos del territorio.

Si uno analiza el conjunto de publicaciones que ocurren en la región del centro-sur del país, el principal generador de conocimiento hoy en día es la UTEC. Eso no quiere decir que seamos mejores que otros, sino que somos un actor activo y sobre todo en la región centro-sur se nos destaca porque allí tenemos concentradas una serie de carreras que buscan contribuir al desarrollo sostenible de Uruguay.

¿Cómo se muestran los resultados a la sociedad?

Están las carreras de agua, ingeniería agroambiental, energías renovables, tecnologías de la información. Con ellas demostramos que es posible una universidad con perfil tecnológico con presencia territorial distribuida con foco en el interior del país, que genere conocimiento, aporte valor a las cadenas productivas y produzca investigación y desarrollo.

Lo segundo que está establecido en el plan estratégico es impulsar la investigación en red, que concibe que el conocimiento no sólo existe dentro de los límites de la universidad, sino que también se encuentra fuera. Trabajamos, por ejemplo, con productores rurales que saben muchísimo de la producción, de los desafíos que viven día a día, con quienes gestionan los recursos hídricos de nuestro país, con OSE. Son personas que en el día a día tienen mucho conocimiento y mucha experticia, aunque no se enmarque en la palabra ciencia o conocimiento tecnológico.

Lo que hacemos es trabajar siempre de cerca con los actores del territorio para que ese conocimiento que tenemos y el que ellos tienen se pueda transformar realmente en soluciones concretas, tangibles, para la sociedad y para el territorio. Esa es una dimensión importante que me gustaría remarcar.

¿Cuáles son los objetivos que se plantearon?

Siempre nos gusta hablar de una investigación por misión, es decir, con una mirada clara de hacia dónde queremos ir. Esa misión no se genera desde un escritorio, sino que apuntamos a las Agendas Territoriales de Investigación, Desarrollo e Innovación, que de hecho son la base por la que nos está acompañando el Ministerio de Industria, Energía y Minería junto con Uruguay Innova para encarar en conjunto esa estrategia. Empezó en dos regiones del país; una vinculada a la agenda forestal, con foco sobre todo en la región centro, sur y norte, en las cadenas productivas; y la segunda vinculada al sector lácteo, a los alimentos, ubicada en el suroeste y el litoral oeste.

En esas agendas territoriales nos ponemos al mismo nivel con integrantes del sector productivo, el gobierno, la academia y la sociedad civil. Estas agendas fueron también dinamizadas con el apoyo de la Dirección de Ciencia y Tecnología.

¿Cómo se encara el trabajo entre las distintas carreras de la universidad?

Si bien los docentes que hacen investigación están vinculados a distintas carreras de la universidad, cuando se define en las agendas territoriales que hay un desafío en determinado territorio, tenemos grupos interdisciplinarios que trabajan para abordar ese reto desde distintas perspectivas.

Para que esto ocurra genuinamente en forma distribuida en el territorio del país, necesitamos, por un lado, retener el talento que tenemos. Por otro lado, generar las condiciones para que surjan nuevos talentos radicados en el interior. Y eso significa apostar por las nuevas generaciones que acceden a esta formación universitaria, que en su inmensa mayoría están trabajando en algo directamente relacionado con lo que estudiaron. También apostamos por aquellos que tengan una vocación más relacionada con la investigación y la innovación.

¿La captación de talento incluye a extranjeros?

La captación de talento tiene que ver tanto con la movilidad interna, es decir, dentro de nuestro propio país, como en el extranjero. De hecho, casi 3 de cada 10 de nuestros docentes en la UTEC en el interior, en áreas de conocimiento como robótica, IA, ingeniería agroambiental, energías renovables, ingeniería biomédica, son extranjeros que no tenían precedentes de haber vivido en Uruguay. Es decir, apostaron por nuestro país, por el interior, por la UTEC y están siendo grandes generadores de conocimiento en conjunto con los propios docentes que habitaban ya en estos espacios.

¿A qué atribuyen los logros que están alcanzando?

A veces no es tan sencillo de transmitir por qué la UTEC está logrando estos resultados. Es producto de todas estas estrategias de las que hablamos. Nosotros estamos trabajando para maximizar todos los esfuerzos que hacemos en el día a día de la universidad. Los investigadores que nosotros tenemos trabajan en proyectos vinculados a la comunidad, en investigaciones de alta complejidad y, al mismo tiempo, dan clases. Todo eso enriquece y construye un círculo virtuoso y posiciona a las distintas sedes del interior del país desde otro lugar, ya no desde un espacio donde las novedades llegan más tarde en el tiempo, sino desde un sitio donde, con forma innovadora y pionera en nuestro país, empiezan a suceder las cosas por primera vez.

¿Cuáles son los proyectos más importantes que están impulsando?

Hay varios y es difícil elegir entre todos, pero te voy a decir los que me parecen centrales. Por un lado, está el laboratorio de hidrógeno verde, que se va a realizar en conjunto con la Udelar y no tiene precedentes en el país. Ese me parece un aspecto relevante porque va a acompañar la estrategia del país en materia de transición energética, por lo que nos posiciona en un aspecto súper interesante también para los próximos cinco años.

En este momento estamos instalando en Durazno la primera planta experimental para estudiar la producción de hidrógeno verde. Esta planta nos va a permitir estudiar los distintos procesos de producción y generación de hidrógeno verde y sus usos. La planta va a estar asociada también a un área de estudio de electromovilidad. En Durazno también tenemos grupos que trabajan en investigación en energía eólica y solar.

Por otro lado, impulsamos la parte de datos geoespaciales y satelitales, es decir, cómo se toman decisiones estratégicas en la política pública o en el sector productivo con base en datos satelitales o de drones. Todo lo que tiene que ver también con lo aeroespacial. Es un tema súper relevante para todos.

Otra área abarca la dimensión de IA, que quizás es una obviedad, pero uno de los desafíos que tenemos es la generación de capacidades para ver cómo la IA dialoga con otras áreas. Por ejemplo, con las energías. La toma de decisiones energéticas basadas en datos e información con IA es un tema relevante, así como su vínculo con la robótica. Nosotros apuntamos a potenciar todo lo que es IA y experimentación en ese tema.

¿Cómo definiría las propuestas sobre agua?

Somos muy fuertes en esa temática. De hecho, tenemos una alianza con el Instituto Delft de Holanda, que es uno de los más prestigiosos en el mundo. Apuntamos a constituirnos como un hub del agua no sólo para nuestro país, sino para toda la región, en la cual podamos aportar conocimiento en un tema que sabemos que es central para Uruguay y para el planeta.

En la UTEC investigamos el uso productivo del agua, así como su consumo humano. El área de riego va a tener un rol muy importante en el desarrollo y, en general, una mayor producción en nuestro sistema agropecuario. Está previsto incrementar el uso de riego en nuestro país, y eso va a ir de la mano de una mayor necesidad de energía. Por lo tanto, también entendemos que estas dos políticas seguramente van a tener que dialogar y, de hecho, ya estamos trabajando con sistemas de riego alimentados con energías renovables.

¿Y con respecto a la IA y la robótica?

Impulsamos un grupo de investigación que trabaja en robótica e IA. De hecho, tenemos una carrera de posgrado, el PRIA, que es una carrera trinacional: la ofrecemos con instituciones de Brasil y de Argentina. Este grupo trabaja en distintos usos o aplicaciones de robots tanto en ámbitos industriales como en servicios. Estudia, por ejemplo, la interacción entre humanos y robots.

En relación con la IA específicamente, tenemos cuatro grupos de investigación que trabajan este tema. Algunos están más vinculados a los datos y la representación de sistemas, también tenemos grupos que trabajan en investigación aplicada a la neurociencia, otros en la generación de aplicaciones que utilizan IA para el monitoreo de cultivos o la predicción de inundaciones.

Uno de los objetivos que señalan frecuentemente distintas autoridades del gobierno son las ciencias de la vida. ¿Cuáles son los proyectos que está impulsando la UTEC en este tema?

Tenemos, por un lado, la ingeniería biomédica, que tiene mucho que ver con el sector de la salud, en un momento en que estamos atravesando una de las principales revoluciones, que apunta hacia una biología digital, que incorpora cada vez más tecnología.

En esa materia, tenemos un laboratorio en ingeniería biomédica donde trabajamos el tema de la neurociencia y cómo se conecta a través de distintos sensores cerebrales, pudiendo generar mejores condiciones para la recuperación de personas que tengan algún tipo de accidente cerebral, pero también la producción de innovaciones o productos que permitan la interacción cerebro-computadora.

Además, tenemos experimentos en la parte de alimentos, en algunos temas que hoy son tendencias, como las proteínas alternativas. Los uruguayos consumimos muchas proteínas vinculadas con la carne o los lácteos, y su estudio es un tema relevante que estamos experimentando.

¿Cuáles son los proyectos vinculados con el agro?

En este tema los proyectos tienen que ver con los sistemas productivos y cómo podemos hacer para que sean mucho más eficientes y ecológicamente amigables.

También hay espacio de experimentación en lo que tiene que ver con aprovechar los residuos, por ejemplo, del sector avícola para que se vuelvan fertilizantes. La otra dimensión tiene que ver con el desafío de transición hacia nuevas fuentes de proteínas y las proteínas alternativas. Pero cualquiera de todas estas iniciativas está atravesada por un factor transversal: el tema de los datos.

¿Cuál es el valor de los datos?

Somos grandes generadores de datos. El desafío va a ser si a esos datos los podemos traducir en una toma de decisión más eficiente, sea a la hora de tratar a un paciente, de tener un dispositivo tecnológico o de tomar una decisión en el agro. ¿Cuál es la relación entre los datos y las ciencias de la vida? Tiene mucho que ver y de hecho es una de las cosas en las que el país va a necesitar profundizar en los próximos años para tomar decisiones estratégicas.

Universidad Tecnológica lleva adelante 83 proyectos de investigación y desarrollo

La Universidad Tecnológica tiene actualmente en ejecución 83 proyectos de investigación y desarrollo (I+D), a los que se suman 32 servicios tecnológicos ofrecidos durante 2024.

Así lo confirmó a la diaria el consejero de la universidad, Álvaro Pena, quien destacó los logros de los últimos años y puso de manifiesto la importancia de contar con 145 docentes en el registro de investigadores, 35 becarios de investigación (iniciación, posgrado, posdoctorado) y 27 grupos de investigación.

“La UTEC tiene una construcción de mirada de cercanía que es fundamental. El espíritu que nosotros tenemos es que haya espacios de generación de ideas innovadoras y emprendimientos en todo el territorio del país en los que tiene presencia la UTEC. Con ese objetivo tenemos espacios de colaboración para la generación de emprendimientos. Quizás los más destacados sean los de Rivera y Durazno. También vamos a instrumentar lo que se llaman espacios de cowork y usinas de innovación y emprendimiento. De hecho, el año pasado inauguramos en Durazno una usina de innovación sostenible. Es decir, queremos impulsar emprendimientos e innovaciones que impacten en la sostenibilidad desde el punto de vista social, económico y ambiental”, añadió.

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