Cuando la aplicación de mensajes más popular del planeta anunció que iba a empezar a compartir más datos con su empresa matriz, Facebook, decenas de millones de personas decidieron dejar de usarla. Antes del anuncio, aparentemente, estas personas creían que Whatsapp no compartía datos con Facebook, lo que probaría que aun en estos tiempos la gente no es lo suficientemente paranoica. La pregunta que muchos se están haciendo es ¿qué sistema debería usar ahora para reenviar memes del Capitán América contando chistes malos o mensajes de audio de un peón rural dirigidos al travesti del pueblo? Aquí les presentamos algunas opciones.

Adinet

La mayoría de los uruguayos creen que el sistema de correo electrónico de Antel ya no funciona, pero están equivocados. Si bien no tiene tantos usuarios como antes, sigue siendo utilizado por ancianos octogenarios y militantes de Unidad Popular. La gran ventaja de Adinet es que, como los hackers de todo el mundo también creen que no existe más, es prácticamente imposible que alguien intente vulnerar su seguridad.

Signal

Según su página web, se trata de “una aplicación de mensajería de código abierto que busca conectar a las personas respetando su privacidad, desarrollada por la Signal Foundation, una organización sin fines de lucro con colaboradores en todo el mundo”. Detrás de esta cháchara buenista sólo puede estar una persona: Soros. Así que si no quiere terminar vestido de mujer en una marcha o abortando cinco veces al año, no instale Signal en su teléfono celular.

Telegram

Si esto fuera una carrera de caballos, Whatsapp sería el favorito y Telegram el enemigo. Pero como esto no es una carrera de caballos, si alguien le ofrece apostar por cuál de los dos va a ganar, no acepte por nada del mundo. Seguramente se trate de una estafa nigeriana.

Correo Uruguayo

La llegada del correo electrónico provocó una baja gigantesca en el envío de cartas, al punto de que muchos vaticinaban que en el siglo XXI ya nadie iba a usar papel y lápiz para enviar mensajes. Pero estos pronósticos no contaban con la aparición de un factor que vendría a revertir esta tendencia: los hípsters. Así como hicieron con los discos de vinilo, el sombrero gacho y la soberbia pretenciosa, los hípsters provocaron un revival de la carta manuscrita. Hoy en día, fotógrafos, escritores y diseñadores de todo el mundo se comunican casi exclusivamente mediante el tradicional sistema de escribir textos con sangre de búfalo en papel de algarrobo.

Telepatía

Muchas personas creen que esta disciplina es un invento ridículo y esotérico sin ninguna base científica. Pero ¿cómo saben que es así? ¿Lo chequearon en algún lado o solamente lo vieron en la televisión y lo aceptaron con mansedumbre de oveja? ¿Desde cuándo la ciencia oficial y mainstream nos puede decir cómo debemos comunicarnos? Las evidencias de que la telepatía es uno de los mejores y más económicos sistemas de comunicación a distancia son abrumadoras, pero jamás las vamos a ver en los medios hegemónicos porque a las big tech no les conviene que esto se sepa. Hoy en día, avisarle a nuestra pareja que nos olvidamos de apagar el guiso de lentejas mediante telepatía es un acto de resistencia.

Messenger

A priori, el sistema de mensajería de Facebook no ofrece más garantías que Whatsapp en materia de protección de datos, pero existe una manera muy simple de mantener nuestra privacidad. Consiste en copiar y pegar en el perfil del usuario este texto: “Por la presente, e invocando el Acta de Manejo de Información Personal 345.678 - AG- 2014/03/12, aprobada por el Congreso de Missouri, habilito a Facebook Inc. a sacar provecho económico de todos mis mensajes, fotografías, posteos, etcétera, con la excepción de aquellos cuya difusión podría generar el escarnio público sobre mi persona, como por ejemplo, cualquier foto en donde aparezcan al descubierto mis nalgas, genitales o rollos del abdomen, o mensajes que envié estando borracho en los que ruego desesperadamente por un poco de sexo”.