Una de las cosas que más desvelan al presidente Luis Lacalle Pou es el manejo de su imagen pública, que según algunos es casi idéntico al que hacía Mauricio Macri. Sin embargo, el verdadero referente que usa la agencia de publicidad del gobierno no es el expresidente argentino, sino la serie Game of Thrones. Esta estrategia comunicacional no se aplica solamente al mandatario, sino que también se usa para moldear la imagen pública de las principales figuras del gobierno.

Luis Lacalle Pou es Cersei Lannister

De hermosa cabellera, físico escultural y un carácter fuerte que le permite llevar las riendas de Westeros con firmeza y determinación, la monarca de los Siete Reinos aparece como el modelo ideal para el presidente. Otra de las características de Cersei que los publicistas de Lacalle Pou tomaron prestada es la frialdad con la que toma las decisiones difíciles y que aparentemente son crueles para con la población, pero en el fondo no buscan hacer daño, sino simplemente mantener beneficios de la casta dominante.

Álvaro Delgado es Tyrion Lannister

El arco dramático del hermano de Cersei se parece bastante al del secretario de la Presidencia. Con un pasado marcado por los excesos y la conducta amoral, las circunstancias fueron transformando a Tyrion en la mano derecha que cualquier gobernante desearía tener. En el caso de Delgado, los excesos no iban por el lado del alcohol y los placeres carnales, sino más bien por el usufructo de campos que en realidad están destinados a colonos.

Ernesto Talvi es Ned Stark

El rey de Winterfell es justo, bueno, solidario y vive en un país nórdico. En definitiva, es lo más parecido a un socialdemócrata que hay en el universo Game of Thrones. No es de extrañar entonces que la agencia de publicidad del gobierno lo haya elegido como modelo para Ernesto Talvi. Desgraciadamente para el líder de Ciudadanos, las semejanzas se salieron de control y, al igual que le pasó a Stark, terminó perdiendo la cabeza más cerca del principio de la historia que del final.

Jorge Gandini es Hodor

Fiel, corpulento y sin mucho para decir, al senador nacionalista sólo le podía tocar ocupar el lugar del gigante de Winterfell.

Graciela Bianchi es Daenerys Targaryen

En sus inicios, la reina de los dragones era una jovencita tierna, inocente y completamente alejada de las intrigas monárquicas. Algo similar ocurre con la exdirectora del liceo Bauzá, que comenzó su carrera política militando en el Frente Amplio, sin sospechar los horrores que ocurrían dentro de la izquierda. Y, al igual que Daenerys, Bianchi fue madurando y curtiendo su piel, hasta que finalmente se decidió a descargar toda su furia irracional contra cualquiera que se le pusiera enfrente.

Pablo Bartol es el Gorrión Supremo

El líder de la Fe de los Siete es, ante todo, un creyente. Ama al prójimo, quiere lo mejor para la sociedad, y si algunas veces se muestra cruel es porque confía en la capacidad de las almas descarriadas de enderezarse y salir adelante. El exministro de Desarrollo Social comparte todas estas características, en este caso aplicadas al amor por los pobres.

Pablo Mieres es Kovarro

Cuando el bravo guerrero dothraki apareció, en la segunda temporada, los televidentes se preguntaban qué hacía ahí. En las siguientes temporadas no volvió a aparecer y nadie se dio cuenta de que ya no estaba. Pablo Mieres claramente tiene un rol secundario en la coalición multicolor, por lo que los asesores de imagen del gobierno consideraron que no era necesario desarrollar demasiado el personaje.